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La alianza con EE.UU., ¿fatal para Colombia?, pregunta 'The Wall Street Journal'

El rotativo norteamericano critica al Congreso en Washington por no haber aprobado el TLC.

Juan Carlos Iragorri, corresponsal de Semana en Washington
17 de diciembre de 2010

¿Será que es fatal para Colombia mantener la alianza política con Washington? Según el diario The Wall Street Journal, cuya circulación de 2,1 millones de ejemplares es superior a la del influyente The New York Times, todo indica que sí. De ese modo lo expresa en uno de los editoriales publicados hoy viernes.

Lea la nota aquí.

La nota comienza por recordar una broma del polémico ex secretario de Estado Henry Kisinger, que alguna vez dijo: “Ser enemigo de Estados Unidos puede ser peligroso, pero ser amigo es fatal”. Luego afirma que “esa puede ser la forma como se siente Colombia en estos días”.

El editorial argumenta que a Colombia, “el aliado más fuerte de Washington en la región, se le ha negado durante casi tres años la ratificación legislativa del Tratado de Libre Comercio (TLC)”. Alude a que el Congreso norteamericano no ha sometido a votación el acuerdo comercial suscrito el 22 de noviembre de 2006.

Y le da aún más duro al Legislativo. Avierte que a estas alturas, “cuando Colombia vive las peores inundaciones en 40 años”, el Congreso en Washington amenaza incluso “con retirar los beneficios arancelarios para los productos colombianos” que no pagan impuestos al entrar a Estados Unidos.

Esos beneficios están consagrados en la Ley Andina de Promoción Comercial y Erradicación de la Droga (ATPDEA por sus siglas en inglés), cuya vigencia expira el 31 de diciembre. Hace dos días, sin embargo, la Cámara de Representantes aprobó extender los beneficios hasta julio de 2012, pero falta la votación en el Senado.

El texto, titulado ‘¿Una amistad fatal?’, alerta además sobre los efectos que la expiración de la ATPDEA tendría en sectores productivos de Colombia. “Más de 1.000 compañías de flores se verían afectadas”, sostiene, con lo cual 200.000 puestos de trabajo quedarían en veremos, así como otros 200.000 en Estados Unidos, dedicados a la distribución.

El editorial dice asimismo que el Congreso norteamericano parece no entender que la ratificación del TLC les abriría un mercado importante a las exportaciones de Estados Unidos ni que Colombia es un gran aliado. Y concluye, cerrando el círculo: “Quizá el señor Kissinger estaba en lo cierto”.