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LA BATALLA POR ERIKA

Las autoridades temen que detrás de la disputa por la custodia de la niña sobreviviente del avión de Intercontinental, esté una millonaria indemnización.

27 de febrero de 1995

A LA HISTORIA DE ERIKA Delgado Gómez todavía le faltan muchos capítulos por escribirse. Después de escuchar durante tres semanas sobre su milagrosa salvación en el accidente aéreo de María la Baja, Bolívar, y su recuperación en el Hospital Universitario de Cartagena, el país ahora está pendiente de una nueva noticia: quién se quedará con su custodia definitiva.
En un comienzo se creyó que ese tema no generaría ningún debate. Su tía materna, Leonor Gómez, quien había estado al lado de la niña desde el día siguiente a la tragedia parecía ser la única persona dispuesta a darle un nuevo hogar. Pero no fue así. La semana pasada el Instituto de Bienestar Familiar -seccional Cartagena- decidió que lo más indicado era entregar la custodia provisional a su medio hermano, Alvaro Delgado Briceño, quien también se hizo presente en Cartagena para solicitar la tutoría de la menor.
Esta decisión de Bienestar Familiar originó el rechazo inmediato de los familiares maternos de la niña, quienes afirmaron que, "lo que él quiere es el botín, quiere la plata de los seguros. Erika ha estado más ligada a nuestra familia y nosotras la estamos esperando para darle cariño". Por su parte, Alvaro Delgado, hijo del primer matrimonio del padre de Erika, le dijo a SEMANA: "Siempre he tenido una relación cercana con ella. Las razones por las que pedí su custodia no fueron económicas. Quiero darle un hogar y garantizarle su desarrollo integral. No me interesa el dinero de una indemnización ".
A pesar de que no se encuentran en una disputa abierta, tanto Leonor Gómez como Alvaro Delgado ya contrataron abogado con el objetivo de ganar ante un Juzgado de Familia la guarda definitiva de Erika y convertirse en su representante legal hasta cuando ella cumpla la mayoría de edad. "Esto va a ser una lucha de titanes, pues hay de por medio una indemnización bastante grande -le dijo a SEMANA Amparo Zuluaga, funcionaria del ICBF-. Si el conflicto se vuelve difícil de resolver, es probable que el juez falle afavor de un tercero, pues lo que está en juego es el bienestar de la niña.
Y aunque ninguna de las dos familias tenga interés en 'el botín' que será entregado a Erika, lo cierto es que la suma de dinero que ella va a recibir por cuenta de la indemnización puede llegar a ser muy alta. En su caso se juntan los daños morales, causados por la pérdida de sus familiares cercanos -nadie menos que su papá, su mamá y su hermano- y los perjuicios materiales, que resultan elevados si se tiene en cuenta que se trata de una niña de 9 años que dependía totalmente de sus padres y que lo iba a seguir haciendo por lo menos durante 10 años más.
En lo que se refiere a daño moral, la ley colombiana tiene contemplado indemnizar la pérdida de cada ser querido con un máximo de 1.000 gramos-oro. Esto quiere decir que Erika podría recibir 3.000 gramos oro (30.225.000) por ese concepto. En cuanto a los perjuicios materiales, la legislación establece una indemnización máxima de 25.000 gramos-oro, o sea 252.125.000 pesos. Además de esto, se debe tener en cuenta otro perjuicio por el cual hoy en día se indemniza en varios países europeos y que en Colombia comienza a implantarse. Se trata de los daños sicológicos que se hayan podido generar tras haber sufrido el accidente.
Si se suman todas estas cifras, se podría llegar a hablar de una indemnización total cercana a los 300 millones de pesos. Precisamente por esto varias fuentes del Bienestar Familiar han manifestado su preocupación por los verdaderos intereses que ronden detrás de la disputa por la custodia de Erika Delgado. El proceso en busca de su representación legal apenas comienza. Y lo único claro hasta ahora es que no estará libre de complicaclones.