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Marisol Wong. | Foto: Archivo Particular

Judicial

La bella locutora implicada en la muerte de un excongresista

Marisol Wong fue condenada a 16 años de prisión, por el sonado 'paseo millonario' en el que murió el excongresista caleño Octavio Zapata.

3 de agosto de 2015

La historia criminal de Marisol Wong parece más el guión de una película que el crudo retrato de su realidad delincuencial.

Ella tiene escasos 26 años de edad, es madre soltera de un niño y ya enfrenta una condena de 16 años de  prisión y una multa cercana a 300 millones de pesos, por los delitos de desaparición forzada agravada y hurto calificado gravado. En este caso la condenada debe purgar su pena en una cárcel.

Dicho sin tecnicismos jurídicos, la joven mujer fue acusada por estar implicada en el secuestro y la posterior muerte del excongresista caleño Octavio Zapata. Ese crimen ocurrió el 24 de junio del 2013 y fue un escándalo nacional que por varios días se robó el interés de los colombianos, tanto por el perfil de la víctima como por los detalles macabros de su muerte.

Y detrás de semejante crónica judicial estaba Marisol Wong, la bella joven locutora que resultó ser la carnada perfecta de la banda de asaltantes que era liderada por su padre y dos hermanos. Ellos cuatro, junto a otros dos compinches, fueron los encargados de someter al fatídico 'paseo millonario' que le causó la muerte al excongresista Zapata.

Este lunes la Fiscalía informó que la joven Wong llegó a un preacuerdo con el ente investigador, el cual fue avalado por el juez cuarto penal especializado y se fijó la sentencia de 198 meses de prisión. Con ella son tres los condenados por el caso del excongresista Zapata y están pendiente de conocer el fallo los otros tres implicados.

En su momento esta revista narró detalles de la investigación que adelantaron las autoridades y que en menos de un mes permitió la captura de toda la banda criminal. Esta fue la historia.

Cada nueva noticia que se publica sobre el caso de la muerte del excongresista del Valle Octavio Zapata es más aterradora que la anterior. Al principio fue la desaparición de este hombre de 75 años que preocupó a su familia. Después fue el hallazgo de su cuerpo en las aguas del río Cauca. Y luego se comenzó a conocer la macabra historia de su muerte.

SEMANA tuvo acceso a la investigación para reconstruir paso a paso el fatídico paseo millonario que acabó con la vida de Zapata y la historia de cómo una joven locutora, que se fotografía con todo tipo de personajes de la farándula, se convirtió en el señuelo en el que cayó el excongresista.

El atraco duró casi ocho horas: comenzó el lunes 24 de junio en el norte de Cali a las 4:30 de la tarde. y culminó ese mismo día a las 11:30 en un puente sobre el río Cauca. Durante ese tiempo Zapata estuvo en tres sitios: un motel, un restaurante y la finca de la familia de la joven locutora, los Wong.

Octavio Zapata Rodríguez era un curtido político conservador de Valle.

Llegó al Congreso en el período 1994-1998, en el gobierno de Ernesto Samper, como reemplazo del titular de la curul, Rafael Quintero. Antes de ser representante a la Cámara, fue diputado de Valle. Y pese a ser de la línea goda del lloredismo y el holguinismo valluno, en el 2010 apoyó a la candidata liberal Nancy Denise Castillo.

Se alejó de la política para dedicarse a sus negocios particulares y logró ser socio de una de las empresas operadores del Sistema de Transporte Masivo de Cali, más conocido como MIO. Hace poco su nombre volvió a sonar por el escándalo de las megapensiones de los congresistas. Según publicó el portal La Silla Vacía, Zapata recibía una jugosa mesada de 21 millones de pesos, pese a que “en 1999 un juzgado de Cali lo condenó a 30 meses de prisión y una multa de 300.000 pesos por el delito de estafa”. No obstante, el exsenador Hugo Castro Borja, uno de sus amigos de confianza, le aclaró a esta revista que ese fallo fue revocado.

Pese a sus 75 años, Zapata Rodríguez era fuerte como un roble y su debilidad por las mujeres jóvenes era vox pópuli entre sus amigos. Con esa pensión y su devoción por los casinos, el excongresista era un blanco para los fleteros.

Precisamente en uno de esos negocios parece ser que conoció a Marisol Wong, la joven locutora que lo enganchó en el fatal paseo millonario.

Marisol tiene 24 años, un hijo de 4 y un título de locutora en una academia caleña. Pese a que se ha paseado por el mundo de la radio, nunca ha trabajado oficialmente en una emisora. Eso sí, aprovechó cuanta figura pública conoció mientras era practicante para posar con ellas y colgar las imágenes en páginas de internet.

Todo indica que Marisol era una pieza más de una temida banda de atracadores, al parecer liderada por su padre, Fabián Javier, y sus dos hermanos Luis Fernando y Jonnatan, todos de apellido Wong. Ese hogar estaba lleno de lujos, vivían en una cómoda finca y tanto su padre como uno de sus hermanos son contadores de profesión.

De ahí que muchos caleños se preguntan cómo pudo haber caído tan bajo esta familia y por qué habrían cometido tantos errores en la acción criminal contra el excongresista. ¿Exceso de confianza o torpeza?

Ese paseo millonario tuvo un poco de ambas. La torpeza, porque de otra forma no se explica cómo días después de la muerte de Zapata usaron sus tarjetas de crédito en Bogotá: se gastaron 11 millones de pesos en computadores. Marisol se sometió también por esos días a una cirugía estética y las autoridades investigan con qué dinero la pagó.

En cuanto al exceso de confianza, Marisol había conocido al político unas semanas atrás y hasta intentó que le ayudara a buscar un mejor empleo al mayordomo de su finca. Justamente ese mayordomo, de nombre Ruperto Vélez, es el testigo estrella de la Fiscalía en el juicio que se le hará a los Wong por los presuntos delitos de desaparición forzada y hurto.