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A LA BUENA DE DIOS

Sucre y Cesar viven la peor crisis de su historia. La delincuencia hace de las suyas y la guerrilla manda. SEMANA los visitó.

14 de noviembre de 1994


ALFONSO OLIVARES SE disponía a subir a su camioneta cuando cinco hombres armados lo abordaron y lo obligaron a montarse en un campero que los aguardaba en la parte trasera de la gallera municipal.
Olivares, un ganadero tradicional de Sincelejo. había estado esa noche apostando plata a una cuerda de gallos finos que se ha convertido en uno de sus hobbies. Luego de ver caer a tres de sus gallos. el hombre pensó, definitivamente esta no es mi noche. Yo mejor me voy ". Además, recordó que tenía que madrugar a su finca para mostrarle un lote de ganado a unos clientes antioqueños que de vez en cuando aparecían para comprarle algunos novillos de engorde y una que otra vaca parida.
En esas cavilaciones se encontraba cuando le cayeron los cinco hombres. Olivares no opuso resistencia. Como cosa curiosa. a pesar de la enorme inseguridad que vive el departamento, él es uno de los ganaderos que prefiere estar desarmado y sin escoltas. El secuestro se llevó a cabo sin disparos y sin gritos. Eran las 11 de la noche. Cruzaron la ciudad desolada. Pasaron frente a las oficinas del DAS. el comando de Policía, el estadio de béisbol, la zona de tolerancia y se perdieron en la montaña. Al día siguiente, la comidilla del pueblo fue el secuestro de Olivares. En el Parque Santander y el bar Ganadero. los pocos comerciantes de ganado que aún se atreven a salir a las calles de Sincelejo hicieron corrillos para comentar, entre resignados y afligidos, el nuevo secuestro.
La conmoción que éste produjo no duró mucho. Otras retenciones, como la de Alberto Velilla, Alberto Muñoz, Amín Rada. Nelson Martelo, padre Samuel Martelo, hijo; José Rafael Pérez. Lapides Pérez, el ex magistrado Adelmo González, Eduardo Ricardo Escudero, Ismael Pérez, Cristo de la Ossa, entre otros, se encargaron de echarle tierra al asunto. Así viene sucediendo desde hace algunos meses: cada nuevo secuestro hace olvidar al anterior.
Pero el caso que más estremeció a los sincelejanos fue el de Campo Elías Ordóñez, retenido hace seis meses. Ordóñez, a sus 78 años sufría del corazón, tenía problemas renales y una marcada tendencia a incrementar su azúcar sanguíneo, que lo obligaba a someterse a un riguroso control diario. Nada de eso le importó a los secuestradores. Se lo llevaron cuando venía de una de sus fincas a pocos minutos de Sincelejo. El comerciante no resistió el cautiverio y a los dos meses de estar secuestrado murió en manos de sus captores. Sólo hasta la semana pasada la familia pudo rescatar su cadáver enterrado en un paraje de la vía que de Chinú (Córdova) conduce a Sampués (Sucre). La mayor demostración de cinismo la dieron los delincuentes cuando comenzaron a exigir plata por devolver el cuerpo sin vida del ganadero."Hemos pasado de negociar ganado a negociar personas". dijo a SEMANA un comerciante sucreño.


EN VIA DE EXTINCION
los anteriores casos ilustran la profunda crisis que vive Sucre. La impresión que tienen los ganaderos, que representan la única fuente de trabajo y de ingreso en el departamento, ante la carencia de industrias y otras empresas, es que la inseguridad de la región tocó fondo. La autoridad no aparece y la Iey es la del más fuerte. "Hay que decirle al Ministerio del Medio Ambiente que venga por acá, porque si las cosas siguen así. la única especie en vía de extinción seremos nosotros ", dijo un ganadero.
Esa expresión, más que una muestra de humor negro, es la pura realidad: en lo que va corrido de 1994, en Sucre han sido secuestrados 36 ganaderos, (más de tres por mes), la cifra más alta en todo el país. El Fondo Ganadero de Sucre está a punto de desaparecer. En la actualidad se encuentra intervenido por la Superintendencia de Sociedades. En un departamento donde ocho de cada 1() personas viven de la ganadería, el Fondo Ganadero sólo tiene para mostrar 1.500 cabezas de ganado. entregadas a 22 depositarios. Comparada con la década de los 80, donde el Fondo tenía algo más de 35.000 cabezas de ganado y 250 depositarios, la cifra actual resulta demasiado pobre.
Pero como si el secuestro, el boleteo y la extorsión no fueran suficientes, la crisis de la ganadería trajo una plaga mayor: el abandono de la tierra. El gerente del Incora, José María Revollo, está a punto de volverse loco con tantas ofertas de fincas de ganaderos que las están rematando a cualquier precio. En la actualidad reposan sobre su escritorio las escrituras de 175 fincas para que ese instituto las compre al precio que fije. Son cerca de 40.000 hectáreas.
El Incora hace lo que pueda. Acaba de comprar el 50 por ciento del área rural de los municipios ubicados en las estribaciones de los Montes de María, como Ovejas y Colosó, donde están operando varios frentes guerrilleros. Pero el instituto no tiene plata para comprar todas las tierras. Sólo está en capacidad de adquirir 4.000 hectáreas para parcelarias y entregarlas a los campesinos. ¿Y las otras 36.000'? "Los ganaderos se ven obligados a abandonarlas para que las devore la maleza ? dice Revollo.
La verdad es que el Incora es en estos momentos el único comprador de tierras en Sucre. Los narcotraficantcs. que eran los otros postores, ya compraron las mejores tierras del departamento. "Ellos sí no tienen problemas de seguridad y como la guerrilla no los secuestra, entonces están tranquilos". dijo a SEMANA un ganadero de Sincelejo.

NIDO DE GUERRILLA
Pese a que dos grupos guerrilleros, el PRT y la Corriente de Renovación Socialista (CRS), disidencia del ELN, dejaron las armas en Sucre, la situación de orden público no mejoró. Ahora operan más frentes guerrilleros que antes, como sucede con los frentes XXXV y XXXVII de las Farc, la columna `José Solano Sepúlveda' del ELN, el frente `Jaime Bateman Cayón' de la misma organización y el grupo `Colombia Libre'. que, para colmo, está compuesto por disidentes de los reinsertados PRT y CRS.
Pero lo realmente asombroso es el hecho de que esos grupos guerrilleros operen en un departamento que ha incrementado de forma sustancial la presencia de la Fuerza Pública. En efecto, en Sucre operan la Escuela de Entrenamiento ARC Coveñas, con 5.000 unidades; el Batallón de Fusileros Número 5 de Corozal, con 1.500 hombres; la Escuela de Carabineros Rafael Núñez: cuatro estaciones móviles de patrullaje y las XI y II Brigadas de Montería y Barranquilla que también hacen presencia en la zona.
Así están las cosas en Sucre. Con guerrilla y Fuerza Pública midiendo fuerzas. con una delincuencia común haciendo de las suyas, con una delincuencia organizada que cada día se consolida, con ex guerrilleros que son bandoleros y bandoleros que dicen ser guerrilleros. El hato ganadero está en su peor momento: hace tan solo algunos años Sucre tenía 1.500.000 cabezas y hoy en día llega a las 700.000.

LOS AÑOS NEGROS
El Cesar, al igual que Sucre, también vive su época de vacas flacas. La bonanza es un recuerdo Aquel Cesar próspero sólo parece subsistir en las canciones de Escalona. "Cuando pasó la bonanza algodonera nos llego la roya". dice Alfonso `Poncho' Daza Díaz, antiguo cultivador de algodón, dedicado hoy a la venta de licores y cigarrillos traídos de contrabando a Valledupar
Como él son muchos los vallenatos que se la pasan añorando los años 70, cuando el departamento parecía una sola manta blanca cubierta de algodón y las parrandas con whisky y chivo guisado se eternizaban de casa en casa. Eran otras épocas, La bonanza generó 70.000 empleos directos. Fincas como Las Mercedes, de Juvenal Paz, sembraban l.000 hectáreas de algodón y ponían a trabaj ar a 2.000 hombres en época de recolección. Hoy en día en los potreros de Las Mercedes se encuentran verdaderos cementerios de tractores, recolectoras, rastrillos y arados, sepultados y devorados por la maleza." Hoy no los compran ni por chatarra" dijo a SEMANA un vecino de la finca.
Pero el caso de Las Mercedes no es único. La desmotadora de algodón que en 1991 instaló la Central Algodonera de la Costa (Cenalgodón). que tiene una capacidad para desmotar 240 toneladas de algodón en 24 horas, que costó más de 300 millones de pesos y que generó 250 empleos directos, más parece un elefante blanco que máquina generadora de desarrollo. En los buenos años del algodón en el Cesar se llegaron a cultivar 78.000 hectáreas y hoy en día escasamente hay sembradas unas 4.000.
Mauricio Pimiento, ex director del Fondo de Desarrollo Rural Integrado (DRI) y joven aspirante a la gobernación del Cesar, dice que "esta crisis tiene al departamento al borde de la disolución. La agricultura está inactiva y la inseguridad en el campo rompió todas las barreras. El panorama del Cesar es desolador."
La ganadería, que había sido vista como la tabla de salvación ante la crisis agraria, cayó en las garras del abigeato y los grupos guerrilleros que operan en la zona. Los secuestros, negociaciones y liberaciones se producen diariamente, ante los ojos de unas autoridades que por momentos se muestran impotentes. Y como si la crisis de algodoneros y ganaderos no fuera suficiente, ahora se vienen a sumar las voces separatistas de los municipios del sur del Cesar que, olvidados como dicen estar, aspiran a crear un nuevo departamento, junto con otros municipios igualmente marginados de Norte de Santander y sur de Bolívar. Aquel inmenso desierto de La Guajira y el Cesar, cubierto de trupillo, cardón y cactus, al que tanto temía el inolvidable Pedro Castro, está a punto de convertirse en realidad.-

CORDOBA: LA MANO DE FIDEL
"NOSOTROS LOS GAnaderos vamos a quitar las estatuas de Laureano Gómez y del doctor Méndez que están en el parque y vamos a levantar una bien grande a Fidel Castaño." Así, sin temor y con pleno convencimiento, le respondió a SEMANA un ganadero de Córdova, cuando se le preguntó por la situación de ese sector de la economía.
Y es que la situación de Córdova, a diferencia de la de Sucre y Cesar, es muy distinta a la que vivió ese departamento hace cuatro años. El hato ganadero, por ejemplo, muestra una franca recuperación y se está acercando a 2.000.000 de cabezas de ganado, un verdadero récord en la historia de ese departamento.
Rodrigo García Caicedo, presidente de la Federación de Ganaderos de Córdova, una de las personas que más conoce del sector en Colombia, considera que la prosperidad que empieza a gozar el departamento se debe a que "el proceso de pacificación se hizo con la participación de Fidel Castaño. El M-19 y el EPL exigieron que Castaño entregara sus armas y él en un gesto que lo enaltece entregó su armamento dos o tres meses antes que esa organización guerrillera. Pero además repartió miles de hectáreas a los campesinos. Pregunto yo, ¿dónde está el aporte de las Farc o el ELN a la paz de Córdova? Con la asistencia de Castaño o no, lo cierto es que en Córdova empiezan a soplar nuevos vientos después de la enorme crisis que vivió el departamento a finales de los 80 y comienzos de los 90.