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La caída de 'El Mocho'

La muerte del segundo comandante de la columna Teófilo Forero es el golpe más fuerte contra las Farc en el último año.

27 de octubre de 2003

El Ejército lo tenía en la mira. Durante varios meses ese guerrillero, cuyo nombre real es Edgar Gustavo Navarro, se había convertido en la obsesión para los hombres de la IX Brigada del Ejército con sede en Neiva. Y no era para menos. El subversivo era el segundo al mando de la temible columna móvil Teófilo Forero de las Farc.

Con 38 años, 20 de los cuales pasó en las filas guerrilleras, 'El Mocho' se hizo tristemente célebre por ser el autor de algunos de los actos terroristas y delincuenciales más atroces de la historia reciente del país. Entre otros, planeó y participó en el secuestro de nueve personas del edificio Miraflores en Neiva en julio de 2001. Diseñó y ejecutó el asesinato del representante Diego Turbay, de la madre del congresista y de cuatro de sus escoltas en diciembre de ese año. También fue el responsable, el 20 de febrero de 2002, del secuestro de un avión de Aires que cubría la ruta Florencia-Neiva-Bogotá, en el que viajaba el senador Jorge Eduardo Gechem Turbay.

Estaba sindicado también de haber participado en el atentado contra el club El Nogal en febrero de este año y del secuestro de tres ciudadanos norteamericanos que viajaban en una avioneta derribada el 20 de febrero pasado. Estos eran tan sólo parte de algunos de los 23 actos delictivos por los que las autoridades lo señalan como uno de los guerrilleros más peligrosos y sanguinarios del país (ver recuadro). Las acciones en cuestión fueron tan sólo algunas de las razones por las que la captura de 'El Mocho' se había convertido en una prioridad para el Ejército.

La caceria

Entre los meses de abril y junio de este año el subversivo logró evadir en por lo menos cinco oportunidades varios operativos militares contra él. Pese a esto, y a que durante varias semanas perdieron su rastro, los hombres del Ejército no desfallecieron. A finales de julio la interceptación de una comunicación en la que se escuchaba la voz de 'El Mocho' los volvió a poner tras sus huellas. En ella hablaba con un comerciante de Florencia al que le cobraba el "impuesto del dos por mil" y lo citaba a la salida de Neiva, cerca de Balsillas. De inmediato se montó la operación y se prepararon los equipos. Pero se volvió a escapar. Vinieron cuatro intentos más pero la red de informantes del hombre le permitió en varias oportunidades evadir los cercos del Ejército.

Frente a las repetidas fugas los miembros de inteligencia de la IX Brigada modificaron la estrategia. Decidieron enfocar todos sus esfuerzos en lo que ellos consideraban la mayor debilidad de 'El Mocho: el dinero. Sabían que él no permitía intermediarios cuando las víctimas iban a pagarle secuestros o extorsiones. Siempre hacía los cobros personalmente.

Después de lograr infiltrar su anillo de seguridad consiguieron establecer, hace tres semanas, el sitio que se había convertido en la nueva 'oficina' de 'El Mocho', un punto en la vereda Guaguas, entre El Paraíso y Balsillas, límites de los departamentos de Huila y Caquetá. Desde ese momento siguieron diariamente sus movimientos y no le volvieron a perder el rastro.

El martes 14 de octubre el comandante de la IV División general Luis Hernando Barbosa, decidió junto al general Héctor Martínez, comandante de la IX Brigada, planear el operativo de asalto final. Establecieron que la mejor táctica para evitar una nueva fuga sería la de utilizar tan sólo una compañía, cerca de 30 hombres, de un batallón de contraguerrilla y una escuadra de helicópteros para desembarcar la tropa. La noche del sábado 18 de octubre el comando especial tomó posiciones estratégicas cerca del campamento guerrillero. En la madrugada del domingo atacaron por sorpresa. En el lugar había una casa que era utilizada como vivienda por 'El Mocho' y varios hombres de su seguridad personal. Los subversivos intentaron reaccionar cuando vieron a los militares pero el ataque había sido contundente. En medio del cruce de disparos murieron 11 subversivos, entre ellos 'El Mocho'. Otros tres quedaron heridos y fueron capturados.

"El prontuario criminal de este bandido, la cantidad de personas que había asesinado, su intervención en el sector del Caquetá, en el narcotráfico y la cantidad de dinero que aportaba al Secretariado de las Farc, en realidad lo hace el más importante en estos últimos meses", aseguró el comandante del Ejército, general Carlos Alberto Ospina. "Hay que resaltar que es el golpe más importante dado a las Farc en los últimos meses", dijo la ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, durante una rueda de prensa. Y sin duda lo es.

Pero más allá de la importancia de haber terminado con uno de los guerrilleros más peligrosos del país, la trascendencia de este operativo consiste en que es la primera muestra de una nueva estrategia del Ejército, que consiste buscar y golpear directamente a las 'cabezas de la guerrilla'. Con seguridad acciones de la importancia de la ejecutada contra el segundo hombre de la Teófilo Forero comenzarán a ser más frecuentes.