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La cita misteriosa

Tras una reunión en Manizales la diputada Consuelo Lizarralde Vélez fue detenida, sindicada de extorsión.

10 de noviembre de 2002

La cinematografica captura de la diputada Consuelo Lizarralde Vélez, ex presidenta de la Asamblea Departamental y una de las gestoras del proyecto La Linda, fue el episodio más reciente de la historia de la ciudadela del mismo nombre, 1.400 casas y apartamentos en un sector de la ciudad de Manizales, en la que desde el año pasado hay investigaciones penales y administrativas de por medio. Hace siete años ese proyecto estaba llamado a convertirse en la obra de mostrar del Liberalismo Popular Barquista de Caldas, el grupo político que orienta el senador Víctor Renán Barco. Hoy el plan urbanístico tiene muy pocas ejecutorias que mostrar en cuatro de siete etapas que tenía previstas y se ha convertido en una pesadilla para los barquistas que conforman Profesionales Asociados para el Bienestar de Caldas (Pasbicaldas), la organización promotora de la construcción.

El sábado 2 de noviembre se encontraron en una fuente de soda la diputada Lizarralde, el abogado Rodrigo Hoyos Loaiza y el ingeniero civil Norbey Castro Gil. Pero el objeto de esa reunión, aparentemente inocente, no era propiamente tomar refrescos.

Castro Gil había sido contratado en julio de 1998 por Pasbicaldas para hacer varias viviendas en la citada ciudadela y, según relató en un comunicado público que apareció el 6 de octubre en la página 2-A del diario La Patria, las entregó en septiembre del mismo año tal como habían acordado. Pero dice que, aunque cumplió, no le pagaron.

Como era de esperarse, en febrero de 1999 Castro demandó ante el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Manizales el incumplimiento del contrato. Como consecuencia varios lotes y casas de La Linda quedaron embargados por 480 millones de pesos. Pero lo que parecía un simple asunto civil se complicó. No sólo no se ha resuelto sino que, para los fiscales que han investigado el caso, se volvió un asunto turbio. Castro les dijo a las autoridades que recibió la llamada de un hombre que se identificó como un vocero de los paramilitares. Según su relato el anónimo personaje lo conminó a desistir de la demanda a cambio de 300 millones de pesos que le entregaría la diputada Lizarralde y de respetar su vida y la de su familia. El ingeniero denunció este hecho ante el Gaula de Caldas y durante varios días este cuerpo realizó labores de inteligencia para recopilar más información sobre el particular.

Así se llegó a esa reunión en la noche del 2 de noviembre. El abogado de la diputada, César López Londoño, dice que la cita se llevó a cabo por petición del ingeniero para contarle a su defendida que se iba de Manizales. De repente, según López, "Castro se levantó de la mesa, comenzó a vociferar que lo querían matar, que habían contratado sicarios, y en ese momento aparecieron los hombres del Gaula. Fue un montaje, un show". Lo cierto del caso es que ese sábado, a las 8 de la noche, Lizarralde resultó detenida por orden de la Fiscalía, sindicada del delito de extorsión. El domingo amaneció en las instalaciones de la Sijin y el lunes de la semana pasada fue llevada, a las 10 de la mañana, a las instalaciones del Gaula a rendir indagatoria. Después de este procedimiento, que terminó a las 4 de la tarde, la Fiscalía decidió dictarle a Lizarralde medida de detención preventiva. Mientras su abogado insiste en que "la situación es equívoca y que hay cosas complicadísimas" y que esta semana comenzará a revisar las pruebas de las autoridades, la silla de la diputada en la Asamblea permanecerá vacía en tanto ella se encuentre detenida en la Cárcel de Mujeres de Manizales.