La corta vida de Yulieth Jurado Rincón

El código azul que se declaró esta madrugada en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Simón Bolívar auguraba lo peor. Los médicos, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron salvar la vida de la pequeña Yulieth Jurado Rincón, de 3 años de edad, quien resultó quemada con pólvora en el 80 por ciento de su cuerpo, luego de que su madre y ella abordaron un viejo camión que participó el pasado domingo en el homenaje a la Virgen del Carmen, realizado en el barrio El Codito, de Usaquén.

Ese día, la caravana que homenajeaba a la reina santa de los conductores aparentaba ser normal, a excepción del uso de la pólvora, el cual prohibió un decreto de la Alcaldía de Bogotá.

Al no contemplar riesgos, la señora y su hija subieron al viejo camión, de placas BAP 050, en el que recorrerían las calles durante la celebración. Lamentablemente, minutos después ocurrió lo peor. La mala manipulación de los juegos pirotécnicos provocó un estallido que causó heridas y graves quemaduras a siete de los ocupantes del vehículo, entre ellos, la menor de edad.

Tras ser auxiliada y remitida, junto a los otros lesionados, al pabellón de quemados del Hospital Simón Bolívar, la niña permaneció en estado de coma inducido y conectada a un respirador artificial.

Los médicos aguardaron su recuperación, aunque las esperanzas de vida fueron pocas debido a que su cuerpo registró quemaduras profundas de tercer grado.

El subgerente científico del centro asistencial, Luis Gerardo Cano, confirmó que la menor presentó una falla multisistémica o un daño de sus órganos, que causó su muerte a las 2:00 a. m. de este martes. “Los otros seis heridos se recuperan paulatinamente”, añadió.

Por su parte, el secretario de Gobierno de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, reprochó el uso de la pólvora y cuestionó por qué las autoridades no retuvieron el camión cuando transportaba los voladores que provocaron la tragedia.

Mientras tanto, en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Paloquemao permanecen retenidos y a la espera de que se les resuelva su situación jurídica, el conductor del camión, el hombre que manipulaba la pólvora y dos dirigentes comunales.