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Los manifestantes marcharon contra Obama frente al Castillo de San Felipe, el mismo lugar donde la noche anterior había sido ovacionado. | Foto: Rodrigo Urrego/ SEMANA

REPORTAJE GRÁFICO

La 'Cumbre' que declaró a Obama "persona no grata"

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Rodrigo Urrego Bautista, enviado especial a Cartagena
14 de abril de 2012

La anticumbre, o la llamada ‘Cumbre de los Pueblos’, se movilizó cerca del centro de convenciones de Cartagena. Un recorrido sin mayores protocolos pero con los protagonistas que faltaron en la cita de los jefes de Estado del continente. 
 
A los pies del Castillo de San Felipe, el mismo lugar donde en la noche del viernes todos los poderosos miraban a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, como una deidad, la llamada Cumbre de los Pueblos -o la 'anticumbre' de las Américas- salió de su anonimato.
 
Las voces se alcanzaban a oír hasta el barrio Getsemaní, contiguo al Centro de Convenciones, donde a esa hora 30 jefes de Estado del hemisferio discutían los problemas del pueblo latinoamericano.
 
Pero los escuadrones antimotines habían cercado el lugar de forma estratégica, quizás con el objetivo de que lo que allí sucediera no pasará más allá de sus límites.
 
Los manifestantes de la 'anticumbre' no sacaron banderas de Estados Unidos para quemarlas. Nada de eso. Decidieron apostar por los mismos colores de la bandera gringa, pero con una sola estrella y con menos líneas horizontales, que reunidos conforman la bandera de Cuba.
 
Las estrellas eran las de la bandera venezolana, y el amarillo, azul y rojo allí eran más que el tricolor colombiano. Eran el símbolo de Ecuador, otro pueblo "oficialmente" ausente.
 
La Cumbre de los Pueblos alzó su voz. Se autoproclamó como la verdadera cumbre y el auténtico representante del pueblo latinoamericano. Se opuso al bloqueo de Cuba; exigió el cierre de la cárcel de la base de Guantánamo; se opuso a los TLC. Pero en su manifestación política decidió declarar a Barack Obama como "persona no grata en Cartagena".
 
Latinos todos, estudiantes, trabajadores, mujeres, y hasta dirigentes políticos del partido opositor a Santos, hicieron de las laderas del Castillo de San Felipe -donde en la víspera esa "Cumbre de las Américas" (según Fidel Castro) había lucido en todo su esplendor- el escenario de la "otra Cumbre" que paralizó a las calles de Cartagena de Indias.