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Los magistrados no quieren dejar ninguna sombra de duda de su labor. | Foto: SEMANA.

JUDICIAL

La defensa de tres magistrados ante grave señalamiento

Los togados denunciaron a un hermano del exalcalde de Cúcuta por mencionarlos en el recibo de dinero.

6 de junio de 2013

Hace un tiempo, en la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá, sucedió un sorprendente hecho entre la hija del presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Leónidas Bustos, y Javier Suárez Corzo, hermano de Ramiro, el controvertido exalcalde de Cúcuta que fue vinculado con delitos de sangre, corrupción y apoyo a los paramilitares.

La historia es así. La hija del magistrado Bustos, odontóloga de profesión, estudia un posgrado en esta universidad, al norte de Bogotá. En este ciclo académico también está Javier Suárez Corzo.

Al momento de la presentación de los estudiantes, Suárez Corzo, se le acercó a la hija del magistrado. Le dijo que necesitaba a hablar con su padre. Ella lo escuchó de manera normal hasta que éste le soltó una frase tremenda: “Necesito hablar con él porque le mandé 800 millones de pesos para que colaborara con un caso nuestro, una decisión. El supuesto dinero debía repartirse con los magistrados María del Rosario González y Javier Zapata Ortiz”.

Ante semejante frase, la hija del magistrado se indignó. En tono vehemente le dijo a Suárez Corzo que su afirmación “era muy grave”. Y de inmediato lo emplazó a sostener su aseveración frente a los tres magistrados mencionados. Corzo, en el intercambio de palabras, le aseguró que una persona de la Corte Suprema recibió del dinero.

Entonces la hija del magistrado Bustos, él mismo y sus dos colegas citaron, la semana pasada, a Suárez Corzo para que les explicara de dónde había sacado tal aseveración. Él, sin embargo, se excusó y no asistió a la reunión.

Sin tiempo que perder, los tres magistrados tomaron cartas en el asunto y radicaron una denuncia penal ante el propio Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre. Le solicitaron, como también lo contó Noticias Uno, que investigara al ciudadano Javier Suárez Corzo por las afirmaciones calumniosas y tendenciosas que manchan su honra. Para ellos, no era un comentario cualquiera que se dice en una aula de clase sino de una frase de gran calado que puede perjudicarlos.

Los magistrados no quieren dejar ninguna sombra de duda de su labor. Por eso, le pidieron a Montealegre que asumiera el caso y que fuera hasta las últimas consecuencias.

El pasado miércoles fue ratificada la denuncia por parte de los tres magistrados. La hija de Bustos ya rindió declaración ante un fiscal delegado ante la Corte Suprema para que con celeridad se aclare tan grave infundio.

El malestar entre los tres magistrados es enorme. Entre otras cosas le han hecho saber a personas de la alta corporación que no van a permitir que se juegue con su honradez y su buen nombre. “Están decididos a llegar hasta las últimas consecuencias con el episodio”, le dijo una fuente de la Corte Suprema de Justicia a Semana.com.

El exalcalde de Cúcuta ha estado vinculado a varios procesos por sus presuntos nexos con grupos paramilitares de Norte de Santander, unos de los más sangrientos y violentos del país. Su pasado judicial es tenebroso.

En el año 2004 hubo una preclusión de un proceso contra él en el que se le investigaba por este presunto apoyo a estas bandas criminales de extrema derecha. En la actualidad en la Corte Suprema existe un solo proceso, una casación la cual tiene la magistrada María del Rosario González, sobre una sentencia en su contra. “Era lo que faltaba. Los pájaros tirándoles a las escopetas. Un delincuente tratando de manchar la diáfana hoja de vida de personas que se han dedicado a impartir justicia”, le dijo a Semana.com una fuente que conoce el caso.