Los niños del ELN que juegan a la guerra en Cauca

Uno de los hechos más deplorables dentro de cualquier conflicto armado, sin duda, es involucrar a los niños en la confrontación. Y aunque el Derecho Internacional Humanitario lo señala como una terrible violación, y hasta los propios manuales de guerra lo prohíben, en Colombia nada de ello parece importarles a las guerrillas del ELN y las FARC.

Al menos eso es lo que se advierte en varios documentos incautados por inteligencia militar donde se pone en evidencia que la guerrilla sigue reclutando menores de edad y además revelan detalles de la estrategia que usan para lograrlo.

Las fotografías y los documentos fueron obtenidos durante operaciones de inteligencia contra el frente José María Becerra, del ELN. Esa agrupación guerrillera replegada en El Tambo (Cauca) es considerada una de las más beligerantes en el suroccidente colombiano y tristemente recordada por su responsabilidad en el secuestro masivo de 219 personas, en dos hechos ocurridos en Cali.

El primero fue el de la iglesia La María, donde fueron secuestrados 121 feligreses en mayo de 1999, y el segundo corresponde a los 94 retenidos del kilómetro 18, ocurrido en septiembre del 2000; en ambos plagios tuvo una participación activa el frente José María Becerra.

Foto: Archivo Particular

Al frente de esa organización y el macabro plan de reclutar menores, las autoridades ya tienen identificados a Ovidio Antonio Parra Cortés, el 'Tío'; otro cabecilla conocido como 'Antonio' o 'Carlos', ambos jefes del frente suroccidental del ELN; y al segundo cabecilla de esa estructura guerrillera, identificado como 'Pablo', 'Pablito' o el 'Cucho Pablo'. (Ver perfiles)

Según explicaron fuentes militares, el material fue incautado este año y casi todo estaba contenido en un computador portátil de uno de los miembros de esa organización subversiva. El material es inédito,  confirma el reclutamiento de niños y muestra las actividades de penetración social que realiza esa guerrilla en las comunidades que viven en El Tambo y sus municipios aledaños.

Entre las cosas que sorprendieron a los investigadores está que los guerrilleros no ahorran esfuerzos para convencer a los menores de su doctrina subversiva y para lograrlo se disfrazan de payasos, entregan regalos o desarrollan actividades lúdicas dentro de las escuelas veredales, pero luciendo las escarapelas del ELN.

Además, aprovechan los encuentros para difundir propaganda alusiva a la organización y promover una emisora en frecuencia modulada, a la que llaman Barricada Estéreo. De acuerdo con inteligencia militar, esa emisora sería ilegal y opera de manera clandestina.

En el material recopilado por el Ejército, también se observa a niños y niñas indígenas y afrocolombianos que no superan los 15 años de edad, luciendo camuflado y portando fusiles.

Otra de las sorpresas de la estrategia de reclutamiento de menores de esa guerrilla, es que desde la misma escuela 'siembran' la doctrina revolucionaria, la cual se ve reflejada en las frases y dibujos que realizan los estudiantes.

Foto: Archivo Particular

Por ejemplo, en varios cuadernos de los niños se observan imágenes alegóricas a al sentimiento antiimperialista no sólo contra Estados Unidos, sino contra varias potencias europeas.

En esos gráficos también se refleja la lectura particular que tiene esa guerrilla sobre el conflicto armado, argumentando que los ataques y bombardeos que hace la fuerza pública no son contra ellos, sino contra la población civil. De todo ese adoctrinamiento subversivo, se podría rescatar la insistencia por respetar y preservar los recursos naturales, tal como lo expresan los niños en sus dibujos.

La revelación de ese material incautado por el Ejército se suma a otro hecho doloroso que involucra a niños que viven en departamento de Cauca, en medio del conflicto armado.

En esa región las autoridades denunciaron la desaparición de tres niños, uno de los cuales estaba siendo reclutado por el Sexto Frente de las FARC, pero será devuelto a la autoridad indígena en las próximas horas. De los otros dos menores (una niña de tan solo 8 años que al parecer fue plagiada en Almaguer y un niño estudiante de noveno grado en Caldono, aún no se tiene noticias.

Tristemente todo ello sólo demuestra una cosa: que en Colombia los niños se convirtieron en un insumo más para la guerra.