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El ex guerrillero Rosemberg Pabóny el ex presidente Julio César Turbay Ayala, protagonistas de un acuerdo que salvó la vida de rehenes y subversivos.

POLÍTICA

"La generosidad de Turbay evitó una masacre"

Rosemberg Pabón, ex guerrillero al mando de la toma a la embajada de República Dominicana, conversa con el ex presidente Virgilio Barco.

7 de marzo de 2004

En febrero de 1980 Rosemberg Pabón, al mando de un grupo del M-19, se tomó por asalto la embajada de República Dominicana en Bogotá, y mantuvo como rehenes a 15 embajadores. Durante dos meses, Pabón mantuvo en vilo al gobierno del presidente Julio César Turbay Ayala. Yamid Amat reunió a los dos protagonistas de esta historia, 24 años después, en una entrevista publicada por El Tiempo. SEMANA habló con el ex guerrillero sobre el encuentro.

SEMANA: ¿Tuvo alguna duda de reunirse con el ex presidente Turbay?

Rosemberg Pabón: Ninguna.

SEMANA: ¿Qué destaca de la reunión?

R.P.: Ahora que está candente el acuerdo humanitario mi reunión con el ex presidente es un mensaje para el país y para el presidente Álvaro Uribe. Nuestra foto es la prueba de que hace 24 años, en circunstancias tan difíciles como las actuales, se llevó a cabo un acuerdo que salvó muchas vidas.

SEMANA: ¿Cuál fue la clave del acuerdo?

R.P.: Se evitó una masacre gracias a la generosidad y la tranquilidad del ex presidente Turbay, quien manejó las cosas con corazón ardiente pero cabeza fría. Colombia le debe mucho.

SEMANA: Sorprende oírlo hablar del presidente Turbay en esos términos.

R.P.: Las diferencias con él nunca fueron personales sino políticas. Es un hombre muy lúcido con una memoria impresionante. Me asombró ver cómo tenía presente en su cabeza, minuto a minuto, lo que sucedió. Fueron momentos muy difíciles pues para él era casi imposible acceder a nuestras exigencias.

SEMANA: ¿Cuáles eran esas exigencias?

R.P.: La primera era que los militares no tomaran por asalto la embajada. La segunda, que dialogáramos para acabar con el estado de sitio. Por último, la libertad de 314 presos políticos y 50 millones de dólares.

SEMANA: Eso era imposible. ¿Qué esperaban ustedes en términos reales?

R.P.: No éramos muy optimistas pero lo que estaba claro era que estábamos dispuestos a morir.

SEMANA: ¿A qué acuerdo llegaron?

R.P.: Después de 61 días de negociación, donde ambas partes cedimos, logramos un acuerdo. Nosotros liberamos a los diplomáticos retenidos a cambio de que respetaran nuestras vidas y nos dieran un avión para ir a Cuba. También nos dieron un millón de dólares.

SEMANA: Ese resultado suena a fracaso.

R.P.: Por el contrario, fue un triunfo tremendo porque el mundo supo que había un grupo de jóvenes dispuestos a morir por cambiar el país.

SEMANA: ¿Quién planeó el asalto?

R.P.: Jaime Bateman. Yo fui designado como comandante después.

SEMANA: ¿Y qué le dijo a su familia?

R.P.: Que tenía una beca para París.

SEMANA: ¿Cómo era Jaime Bateman?

R.P.: Un Julio Verne de la política, un adelantado.

SEMANA: ¿Y qué piensa de Uribe?

R.P.: No creo que sea bueno trabajar, trabajar, trabajar, si uno no tiene tiempo para pensar. En el reciente episodio de Neiva yo creo que no tuvo tiempo para pensar. Si fuera presidente, cuidaría a mis generales, yo nunca echaría a uno sin ton ni son.