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El presidente, Juan Manuel Santos, prueba el primer sorbo de agua potable del primero de una red de pozos de extracción del líquido en Manaure, La Guajira. | Foto: Juan David Tena - SIG

PRESIDENCIA

El sorbo de Santos donde los niños mueren de sed

El presidente de la República inauguró un programa de agua y alimentos en Manaure, La Guajira.

1 de junio de 2015

Fue hace ya cerca de un año cuando SEMANA denunció las precarias condiciones de vida de los niños indígenas en La Guajira, en medio del sol abrasador y la aridez que se posan sobre la península del extremo norte del país.

Mientras el país todavía contempla el horrendo espectáculo de los padres a los que no les quedó de otra que enterrar a sus pequeños, que murieron por falta de agua potable y de alimentos, tiene un fuerte valor simbólico el sorbo de agua que el presidente Juan Manuel Santos bebió en Manaure, municipio del Caribe guajiro.

Se trata de la entrega de un proyecto de intervención integral en seguridad alimentaria y agua potable que lidera el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), con el cual se da solución a la problemática de agua, nutrición y seguridad alimentaria en la alta Guajira.

En concreto, en el momento del sorbo, el mandatario entregaba el primero de una serie de pozos de los que se extrae el precioso líquido. El primer trago de agua potable lo bebió él.

“Vamos a multiplicar estos proyectos los por toda La Guajira, porque sabemos el inmenso beneficio que tienen para tanta gente. Ya estamos en proceso”, dijo Santos.

“Ya esos proyectos se vienen consultando, como se consultaron aquí con las comunidades, para que las comunidades estén totalmente de acuerdo dónde se ubica, cómo se utiliza, cómo se construye”, añadió.

Acerca de los niños, el presidente expresó que son bien alimentados y van a colegios en buenas condiciones, “serán unos ciudadanos productivos”.

El pajarito

Santos Calderón expresó también su agradecimiento con los wayúu, pobladores de la región.

“Cuando yo vine por primera vez, recién elegido presidente de la República y había anunciado mi intención de buscar la paz, las autoridades Wayúu me dieron un bastón, que tenía como mango un pájaro”.

Según el mandatario, los indígenas le dijeron: “Le entregamos este bastón, que sólo se lo hemos entregado a Gabriel García Márquez, nuestro Premio Nobel, él como arquitecto de la palabra y a usted se lo entregamos como arquitecto de la paz; cuídelo y ojalá le ayude”.

El presidente narró que ellos le explicaron el papel del palabrero y desde entonces tiene ese bastón, consigo, en su casa.

“Todas las mañanas consiento el pajarito”, dijo.

Entretanto, según comentó Santos: “cada vez que encuentro una dificultad y un obstáculo le pido a Dios que me inspire, y a ese bastón que ustedes me regalaron que me fortalezca para seguir adelante”.