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La historia de Tapasco

1 de marzo de 2002

Cuatro años después de su muerte política y de dejar la mesa directiva de la Asamblea, Ferney Tapasco es aún el hombre fuerte, y el más temido, de la política en Caldas. No ha podido dejar atrás su pasado. El 17 de enero de 1998, siendo diputado, le gritó a un grupo de concejales de Supía durante una sesión de la Asamblea: "están buenos para sacarlos a bala". El 4 de marzo de 1998, el dirigente le pegó una cachetada al diputado Antonio Quintero Arce, quien por medio de un derecho de petición quiso averiguar los costos de varios contratos. Ambos hechos fueron denunciados en su momento por La Patria.

Pese a sus cuestionados métodos este dirigente no tiene cuentas pendientes con la Justicia, aunque otro líder caldense se puso en la tarea de seguirle los pasos al iniciar una recolección de datos, fechas y circunstancias que rodearon la muerte violenta de 28 personas que en algún momento se enfrentaron políticamente a Tapasco. En esa lista aparecen, entre otros, Miguel Rueda (ex secretario de Obras de Caldas), Pilar Vallejo (ex diputada), Francisco Ayala (ex contralor de Caldas), Melva Martínez Muñoz (concejal de Supía), Hernán Bedoya Polanía (médico de Supía, quien debía practicar una necropsia en un crimen en el que aparecía vinculado Tapasco), Germán Chavarriaga (ex alcalde de Marmato) y el periodista Orlando Sierra Hernández.

Si bien nunca ha sido vinculado de manera oficial a esos procesos, salvo en el caso del profesor de Supía, Orlando de Jesús Salazar Gallego, su nombre apareció en un expediente del sicario Luis Alberto Ríos Montoya, el 29 de octubre de 1999. Ríos Montoya, retenido por la muerte de uno de los miembros de la banda Los Fotógrafos, en el corregimiento Arauca, municipio de Palestina, donde el líder liberal es amo y señor, alegó que sólo hablaría cuando llegara su abogado. El cual, según quedó consignado en un documento de la Fiscalía de Caldas, era gestionado en Manizales por el diputado Ferney Tapasco.

Contra Tapasco tampoco hay pruebas de corrupción ni de desvío de dineros públicos. Una investigación por enriquecimiento ilícito de la Fiscalía encontró que el dirigente político no tenía cuentas bancarias ni propiedades. Él logró demostrar con recibos que paga arriendo en una lujosa casa del exclusivo barrio Palermo, de Manizales, donde vive hace por lo menos 20 años. Sobre el político pesan tres decisiones de la Procuraduría General de la Nación. En la primera, de 1983, fue suspendido durante cinco días por irregularidades en el ejercicio de su cargo como director del Instituto de Desarrollo de Caldas. En la segunda, de 1984, fue multado con 30 días de sueldo siendo presidente del Consejo de Justicia de la Asamblea, por violación del Derecho de Petición. Y, en la tercera, de 2000, el organismo lo destituyó por ejercer el cargo de diputado estando inhabilitado. A pesar de estar impedido (por la condena por concusión) Tapasco permaneció 20 años -12 como presidente- en la Asamblea de Caldas.