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El presidente del Polo Democrático, Carlos Gavíria, y el secretario general del partido, Daniel GarcíaPeña, protagonizan el nuevo incendio

POLÍTICA

La izquierda en llamas

Otra vez hay agarrón en el Polo Democrático. Carlos Gaviria amenazó con irse si no retiran al secretario García-Peña. Detrás de un lío de platas está el forcejeo por la candidatura de 2010.

7 de junio de 2008

Si algo tienen en común los eternos debates que se dan dentro del Polo Democrático Alternativo, es que una vez se ventilan en los medios, se calman las aguas. En el más reciente rifirrafe interno que provocó una intempestiva y acalorada renuncia verbal del presidente del partido, Carlos Gaviria, la historia se podrá repetir.

Este lunes, el comité ejecutivo del Polo volverá a reunirse para decidir si aceptan la renuncia de Gaviria o retiran del cargo a Daniel García-Peña, actual secretario general. Según Gaviria, si García-Peña se queda, él se va. Pero como suelen ser las cosas en el Polo, es probable que ninguna de las dos cosas suceda porque el respaldo al secretario ya quedó en evidencia en una votación del comité ejecutivo el 29 de junio, que ganó 14 votos a 10. Y de otra parte, no parece ser el momento para aceptarle la dimisión al presidente del partido.

Lo que parece esta nueva calentura dentro del Polo es una expresión de la puja de poder que siempre ha existido entre dos alas que siguen sin conciliar sus diferencias. Con Gaviria están en esencia el Moir y el Partido Comunista, mientras apoyan a García-Peña el antiguo PDI, es decir, Samuel Moreno, Gustavo Petro y Lucho Garzón. Además, algunos senadores del otro grupo, como Gloria Cuartas, Luis Carlos Avellaneda y Alexánder López.

El motivo de la discordia esgrimido por el ala 'gavirista' es el manejo de las cuentas en las elecciones de alcaldes y gobernadores en octubre pasado, en las que el Polo obtuvo un pobre resultado en el nivel nacional, aunque ganó la Alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Nariño.

En esa campaña, como es usual, se hizo publicidad en televisión y se ordenaron gastos que se consideraron necesarios, pero a los que no siempre se les dio la discusión a la que está acostumbrada esta colectividad y en algunos casos, según las fuentes cercanas a Gaviria, se saltaron procesos internos establecidos por el partido. Errores en asuntos de procedimiento que evidencian, si acaso, torpeza administrativa, pero no manejos indecorosos ni apropiaciones indebidas.

Por su parte, para el equipo 'danielista', las razones son otras. Según este sector, es normal que el Polo haya quedado endeudado, ya que tenían que hacer una campaña publicitaria y entienden que se calcularon los gastos según lo previsto en los estudios que tenían a la mano, además de contar con las promesas de donaciones de la empresa privada que en algunos casos no llegaron nunca. Por eso creen que detrás de revivir el asunto de las finanzas es un pretexto para empezar el forcejeo por la campaña presidencial de 2010.

García-Peña, que ejerce el papel de conciliador de los 'rebeldes' del Polo, se ha encargado de convencer a Luis Eduardo Garzón de no apartarse del Polo y entrar en la toma de decisiones. Ya antes, amansó a Gustavo Petro para que no se saliera del partido y entrara al debate interno. Garzón y Petro son dos de los más reconocidos contradictores de Carlos Gaviria, pues no comparten la forma como ha conducido las riendas del partido.

Sea cual sea la decisión, no sería bueno para el Polo empezar a debilitarse con más de estas disputas internas que ya no sorprenden a nadie, justo cuando en la movida política nacional se está pensando ya en las elecciones de 2010 y los presidenciables empiezan a poner las cartas sobre la mesa.