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María Clara Name, presidenta del Concejo de Bogotá. | Foto: Cortesía. Concejo de Bogotá.

POLÍTICA

La joven que preside el Concejo de Bogotá

Trás la elección de María Clara Name hubo una gran puja 'verde'. Semana.com revela los detalles.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
6 de febrero de 2013

La oficina de María Clara Name ya no es la 301. Ahora su segunda casa es el sexto piso, donde tiene una sala de juntas propia. Ella, una mujer rubia de 25 años, abogada de la Universidad de la Sabana, es la nueva presidenta del Concejo de Bogotá.
 
El nuevo aire en el despacho más importante de la corporación es joven, para algunos, y novato, para otros. Lo único indiscutible es su vena política. Es hija del senador Iván Name y de la exconcejal liberal María Clara Ramírez. Su tío es el senador José Name y su padre es sobrino de Álvaro Vásquez, quien era el secretario general del Partido Comunista. Ella, sin duda, es uno de los delfines de la corporación, junto a Miguel Uribe y Horacio José Serpa.
 
Tras su elección como presidente están cuatro de sus compañeros de bancada del Partido Verde: Édward Arias, Antonio Sanguino, José Juan Rodríguez y Hosman Martínez. Hace menos de una semana, cada uno de ellos deseaba con fuerza llegar a la Presidencia del Concejo. Los cuatro políticos hicieron lobby en el Distrito, en la corporación y en el propio movimiento, pero sólo María Clara pudo conseguir ocupar el cargo durante el 2013, año en el que la presidencia les corresponde a los Verdes, por común acuerdo en el cabildo.
 
Puja verde
 
En las últimas semanas se calentaron los ánimos en esa bancada, especialmente entre los veteranos Édward Arias, Antonio Sanguino y José Juan Rodríguez, quienes aspiraban a presidir la corporación por tener más ‘cancha’ y conocimiento del Concejo. En ese momento y con un ambiente a favor, los cabildantes protagonizaron las candidaturas “oficiales”. Al estar en campaña, no faltaron las presiones externas sobre ellos.
 
Según conoció Semana.com, Arias contó con el apoyo del alcalde Gustavo Petro y sus secretarios. “Ellos presionaron y trataron de incidir hasta el último momento para que Édward fuera presidente del Concejo. El alcalde Petro y su gente de gobierno aspiraban a tener un presidente más amable, facilitador de sus iniciativas, menos opositor y más funcional para el Distrito”, reveló una fuente a este medio.
 
Por su parte, Rodríguez, hijo del político conservador Gustavo Rodríguez Vargas, tuvo el apoyo del saliente presidente del Concejo, Darío Fernando Cepeda, y de varios concejales de distintas bancadas llamados los ‘neocacaos’, quienes durante el 2012 presionaron al gobierno distrital y gobernaron varios asuntos de la corporación.
 
Mientras tanto, Sanguino, el vocero más visible de la colectividad y amigo del exalcalde ‘Lucho’ Garzón, contó en un principio con el respaldo de su partido y el apoyo de reconocidos políticos como Gilma Jiménez y Enrique Peñalosa. No obstante, y debido a sus permanentes críticas al Distrito, su nombre no cayó bien en la Alcaldía y en algunos cabildantes. 

Pero también porque Sanguino está entre los 17 investigados por la Fiscalía y la Procuraduría en el proceso que se adelanta por el llamado ‘carrusel de la contratación’. Algunas fuentes aseguran que en el pasado mes de diciembre, Sanguino se reunió varias veces con el entonces presidente, el concejal Cepeda, con el fin de asegurar su elección.
 
Días después, Los Verdes decidieron hacerse a un lado y dejar así que la bancada decidiera quién sería el candidato. En ese momento de “campaña”, los concejales principiantes, Martínez y María Clara, definirían con sus votos la suerte de sus tres compañeros en disputa.  Rodríguez fue, quizá, el cabildante más cercano a obtener su apoyo.
 
“Era cantado el nombramiento de Rodríguez”, dijo un concejal a Semana.com. Sin embargo, su candidatura estuvo cuestionada debido a sus bajas calificaciones en el proyecto ¿Concejo, cómo vamos? “El último lugar siempre estaba reservado para José Juan Rodríguez. No era sólo por las inasistencias. Es una persona inconstante, no es de grandes debates, es solapado, no se descifra en qué lado está, además está salpicado por varias investigaciones en escándalos de corrupción… Por eso, había cierto temor”, añadió.
 
La elección

La decisión de elegir a María Clara se tomó en la mañana del pasado jueves, cuando los cinco concejales verdes se reunieron para acordar los criterios de una presidencia bajo sus ideales, independientemente de quién la ocupara.
 
El día de la votación María Clara y Martínez terminaron postulándose. A este último lo respaldó el senador del PIN Samuel Arrieta. La elección de María Clara se abrió paso cuando Sanguino le confesó que si él no votaba por él mismo, votaría por ella. “María Clara es la más tranquila, la más serena y la que generaba menos resistencia en los cuatro concejales”, afirmó un político.
 
La solución “salomónica” del Partido Verde agradó a todos los concejales. Ningún mostró desacuerdo con la candidatura de la joven, quien llegó a la corporación con 7.784 votos, en el que es su primer cargo de elección popular.
 
Las supuestas influencias
 
Algunos cabildantes consideran que la favorabilidad de María Clara obedece a que no tiene un liderazgo polémico, otros creen que su ascenso se debe a la influencia de su padre.
 
Semana.com pudo establecer que los concejales verdes sí conversaron sobre el tema con el senador Name; no obstante, la participación del congresista fue de bajo perfil. “En honor a la verdad, el papá no se metió. Esto no fue obra del papá”, dijo una fuente. Semana.com conoció también que el senador Name llamó a varios concejales para agradecerles por el nombramiento de su hija. Otros cabildantes ven ese apoyo como “natural”.
 
“A pesar de lo novata y la poca experiencia, ella es consciente de la responsabilidad que tiene encima y la oportunidad de oro para construir su carácter político. Ella no esperaba ser la presidenta. No estaba calculado su nuevo cargo. Lanzarse es un indicador de valentía”, explicó un concejal.
 
“Es un riesgo cuando la manipulan otros concejales. Todo el mundo va a tratar de sentarse a su lado y hablarle al oído. Siempre habrá tentación de presionarla, aprovechar su aparente debilidad e inexperiencia y persuadirla”, indicó otro cabildante, quien añadió que Name, a quien reconoce como una mujer discreta y tranquila, debe consultar sus decisiones más importantes con su bancada en aras de representar bien a su partido.