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María Doris Tejada reclama justicia. | Foto: SEMANA.

JUDICIAL

La lucha de una madre para recuperar a su hijo

María Doris Tejada, mamá de Óscar Alexánder Morales Tejada, reclama justicia.

10 de julio de 2013

El episodio de los mal llamados ‘falsos positivos’ ha sido una de las mayores vergüenzas para el Ejército colombiano. Un elevado número de sus miembros ya fueron condenados o se encuentran investigados por las ejecuciones extrajudiciales.

Una de las historias que más han conmovido el país es la de más de 12 jóvenes de Soacha (Cundinamarca). Todos desparecieron y tiempo después el Ejército los reportó como guerrilleros muertos en combate. Hoy se sabe que las investigaciones adelantadas por la Fiscalía han dejado en evidencia que todo se trató de ‘falsos positivos’.

Pero un caso llama la atención. Se trata de María Doris Tejada, madre de Óscar Alexánder Morales. Ella reportó la desaparición de su hijo en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander). Desde entonces, su lucha se hizo una sola junto a la de las madres de las víctimas de Soacha.

El drama de esta mujer inició el 31 de diciembre del 2008 cuando no volvió a saber de su hijo. Días antes, el joven había salido desde Fusagasugá (Cundinamarca) hacia la capital de Norte de Santander con la promesa de encontrar un mejor empleo. Tres años después supo que había muerto y que lo presentaron como un guerrillero.

Pero su sufrimiento no ha terminado. La vida le ha jugado una mala pasada. A ella no se le ha permitido darle sepultura al joven, quien en el momento de su desaparición tenía 26 años.

Hoy la mujer, vestida con una bata blanca bordada por ella misma y con la que busca simbolizar la unión de las madres que han denunciado las desapariciones y muertes, exige que sea la justicia ordinaria la que asuma la investigación. Ella no cree en las decisiones de los militares.

“Pido que la justicia militar entregue el proceso sobre la muerte de mi hijo a la justicia ordinaria, ya que no he podido recuperar sus restos. A él se lo llevaron de Cúcuta y 15 días después fue reportado en Copey, Cesar, como un guerrillero que había sido dado de baja. Lo sepultaron en una fosa común como NN”, contó María Doris.

La madre del joven fallecido asegura que los responsables de lo ocurrido son miembros del Batallón de la Popa y que ellos saben que Óscar nunca perteneció a un grupo armado ilegal.

“Mi lucha siempre ha sido incansable. Cuando desapreció me fui un mes para Cúcuta, allí acudí a todas la entidades a pedir ayuda, por último a la Fiscalía para reportar su desaparición. Tres años después supe que estaba en una fosa junto a los cuerpos de otros dos muchachos”.

María Doris, en medio de la tristeza que le produce contar lo sucedió, ilumina su rostro por un momento y sonríe al recordar las cualidades de su hijo fallecido. Lo describe como una persona humilde pero luchadora, tal como es ella.