La mala hora de Uribe

La expectativa que le quedaba al expresidente Álvaro Uribe de mantener un significativo poder regional en estas elecciones se fue diluyendo cuando empezaron a conocerse los resultados: en diez gobernaciones perdieron los candidatos a los que les dio el guiño, mientras que en seis ganaron.
 
Perdió, por ejemplo, en Atlántico, con Jaime Amín; en Antioquia, con Carlos Mario Estrada; en Bolívar, con Rosario Ricardo; en Caldas, con Gabriel Vallejo; en La Guajira, con Bladimiro Cuello, y en Quindío, con Belén Sánchez. Sin embargo, ganó en Cesar, con Luis Alberto Monsalvo; en Córdoba, con Alejandro José Lyons; en Santander, con Richard Aguilar; en Huila, con Cielo González, y en Arauca, con José Facundo Castillo.
 
En alcaldías, tal vez las derrotas más significativas fueron las de Bogotá, donde perdió con Enrique Peñalosa, a quien acompañó incluso a hacer campaña en los barrios; en Medellín, con Federico Gutiérrez, y en Bucaramanga, con Marta Pinto de De Hart.
 
Hace un año casi nadie habría apostado a que el expresidente Álvaro Uribe saldría tan maltrecho de estas elecciones. Si bien su buena imagen ha caído en las encuestas del 70 por ciento de entonces al 50 por ciento de ahora, para muchos candidatos de las regiones su nombre resultaba estratégico en materia electoral.
 
Los resultados ratifican que los votos en Colombia pocas veces son endosables.