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Lina Uribe (tercera de izquierda a derecha), directora de Techo Colombia. | Foto: Techo.

ENTREVISTA

"La misión de Techo no es sólo construir casitas"

Techo Colombia ha ayudado a construir más de 3.200 viviendas. Lina Uribe, directora de la organización, habló sobre una nueva campaña y la renovación de marca.

Antonio Paz
12 de julio de 2013

Semana.com: Desde hoy y hasta el domingo Techo realiza La Gran Colecta Nacional bajo el lema “La pobreza no tiene sentido, ignorarla tampoco”, ¿en qué consiste esta idea?

Lina Uribe:
Es un evento en el que esperamos que cerca de 5.000 voluntarios en todo el país salgan y denuncien la situación de las familias de los asentamientos donde trabajamos. La idea también es recolectar 300 millones de pesos para continuar con el trabajo en las comunidades.

Cada uno de los voluntarios tendrá una alcancía donde la gente podrá donar. También podrán hacerlo a través del programa ‘Amigos de Techo’ en el que se puede autorizar el débito automático de una cuota mensual que establecerá cada donante, que puede ir desde 10.000 pesos en adelante.

Semana.com: ¿Es cierto que ustedes también tienen programas educativos, económicos y culturales para las poblaciones con las que trabajan?

L.U.:
Como organización buscamos la superación de la pobreza desde el desarrollo comunitario. Partimos de una labor mano a mano entre voluntarios y familias en mesas de trabajo para identificar problemáticas y luego poderlas superar.

Nos hemos dado cuenta de que lo que impide el desarrollo es la falta de acceso a sistemas educativos, la alta deserción escolar y la falta de acceso a capacitación en oficios. Diseñamos programas educativos y culturales que respondan a esas necesidades. También tenemos un programa que se llama 'Fontecho', en el que las comunidades nos presentan proyectos para mejorar su diario vivir y al ganador le damos los recursos para financiar el proyecto y le ayudamos a desarrollarlo.

Semana.com: Muchos piensan que ustedes sólo construyen casas cuando en realidad tienen otros programas, ¿por eso decidieron dejar de llamarse Un techo para mi país?

L.U.:
Nos dimos cuenta que Un techo para mi país no respondía a lo que hacíamos, por eso en 2012 cambiamos y ahora sólo somos Techo. Con ese cambio hemos fortalecido la marca y nuestra misión es más amplia. Ya no somos voluntarios trabajando por las comunidades sino voluntarios y pobladores trabajando de la mano por el desarrollo de las comunidades.

Otra razón para el cambio es que las importantes son las comunidades y no esa imagen de “voluntario héroe” y por supuesto también queremos que la gente sepa que Techo no construye “casitas” para los pobres, buscamos el desarrollo integral de las comunidades, viendo la pobreza en todas sus dimensiones.

Semana.com: ¿Por qué su estrategia de voluntariado está enfocada en los jóvenes?

L.U.:
Porque los jóvenes son los más indignados. A medida que se avanza en edad uno se acostumbra a la realidad en la que vive. Además, son ellos quienes tienen más tiempo disponible y con un voluntariado activo desde una temprana edad es posible que tengan en cuenta las realidades de otras comunidades dentro de sus proyectos de vida futuros.

Semana.com: ¿Qué se requiere para ser un voluntario de Techo?

L.U.:
Lo primero es tener la disposición y el tiempo para comprometerse, mínimo por seis meses. La idea no es que entren y salgan personas constantemente y que todo quede a medias.

Dependiendo del tiempo y en qué se quieran comprometer, pueden elegir si desean ser voluntarios solo de construcción de casas y actividades masivas. Otros deciden ser voluntarios de las mesas de trabajo y aquí hay más compromiso porque se acompañan los proyectos de desarrollo de las comunidades a escalas de educación, cultura, empleo, etc. Para esto hay reuniones de capacitación para voluntarios y seguimientos semanales a los proyectos y a la labor de los miembros de Techo.

Semana.com: Finalmente, ¿cómo funciona la mesa de trabajo que me comentaba anteriormente?

L.U.:
Primero se realiza un diagnóstico participativo, básicamente se le pregunta a la comunidad con qué sueña y qué les impide alcanzar ese sueño. Por lo general se encuentran problemáticas comunes en todos los casos. Con base en eso se desarrollan ideas y proyectos para ejecutar entre voluntarios y pobladores. Uno de nuestros objetivos es fomentar la participación y la organización para luego recuperar la confianza en la comunidad.