Home

Nación

Artículo

La de la izquierda era una de las fotos más conocidas de la modelo Diana Rincón. En el celular de José Miguel Maldonado, alias El Lobo, el capturado delincuente tenía decenas de fotos de él con la joven asesinada con quien tenía una relación. En una de ellas incluso se ve a la modelo posando con armas. A raíz de un atentado Lobo vivía con un tubo en la garganta para ayudarle a respirar. | Foto: Archivo Particular

JUDICIAL

La modelo y el Lobo de Cali

El asesinato de una joven modelo conmocionó. Sin embargo, detrás hay una macabra historia de narcos, sicarios, torturas y ‘vendettas’.

27 de junio de 2015

Hace pocas semanas prácticamente todos los medios del país destinaron amplios espacios para reseñar el asesinato de la modelo caleña Diana Rincón. El caso llamó la atención pues el cuerpo de la joven de 22 años fue encontrado el pasado 12 de junio en un cañaduzal con varios impactos de bala. Desde entonces se han tejido toda suerte de hipótesis sobre las razones del crimen. Sin embargo, una serie de recientes capturas de varios de los más peligrosos delincuentes de Cali y sus alrededores han dejado al descubierto la posible causa del homicidio de la modelo y otra serie de escabrosos asesinatos en el Valle.

El hombre clave de ese complejo y macabro entramado criminal es José Miguel Maldonado. Conocido con el alias de el Lobo, y con escasos 30 años de edad, es uno de los nueve delincuentes que tras la caída de los grandes capos del Valle formaron peligrosos y sanguinarios grupos sicariales, para quedarse con el control del narcotráfico y el crimen organizado. Desde hace más de un año el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, y la Policía Metropolitana iniciaron una labor para identificar los focos más violentos de la capital vallecaucana. Ese trabajo fue el que permitió establecer las nueve zonas de violencia y la identidad plena de igual número de ‘capitos’ en busca de poder. Boliqueso, Dimax, H, el Seco, Avestruz, Búho, Fresa, Yepes y el Lobo son los alias de los nuevos jefes que a sangre y fuego se disputan la ciudad y sus zonas aledañas, lo que ha dejado una estela de vendettas por las constantes pugnas entre los grupos. Los últimos cuatro han sido arrestados por la Policía de Cali, la Dijín y la Dipol en los últimos tres meses. Sin embargo, todos tienen en común que comenzaron su vida criminal como sicarios de diversos grupos como Rastrojos, Machos, Urabeños o al servicio de capos como Carlos Robayo, alias Guacamayo.

Acudiendo a una violencia y sevicia inusitada, cada uno, junto con su grupo, se fue haciendo a un lugar en el mundo del crimen organizado. No obstante, para los curtidos investigadores policiales, quizás, el caso de el Lobo ha sido el que más los ha impresionado.

A Lobo la Policía le venía siguiendo los pasos desde hace más de seis meses. Tras la captura de su principal socio, Fresa, Lobo asumió más poder. Fuera de quedarse con el cobro de extorsiones a sitios de rumba, las cuales iban entre los 2 y 3 millones de pesos, también comenzó a cobrar vacunas a los expendedores de droga en diferentes sitios de la ciudad, las cuales iban entre los 700.000 y los 2 millones de pesos a cada distribuidor. Igualmente, a punta de amenazas hizo que en diferentes lugares solo se pudiera vender la droga sintética que él mismo producía. Sus pastillas tenían la forma de un lobo y la llamada cocaína rosada iba en bolsitas con un logo de una fresa, en alusión a su socio. Los que se resistían simplemente eran asesinados. Lobo también incursionó en las grandes ligas del narcotráfico al realizar envíos de droga al exterior. En febrero de este año, las autoridades españolas le decomisaron más de 500 kilos de coca camuflada en pieles, las cuales iban a ser distribuidas por su esposa, quien es la encargada de recibir los cargamentos en Europa.

La apariencia física de Lobo le ha permitido en ocasiones anteriores eludir la cárcel. Hace varios años sobrevivió a un atentado sicarial pero quedó con secuelas permanentes, pues tiene en la garganta un tubo para poder respirar. Cuando ha sido arrestado en el pasado los jueces lo liberan o le dan casa por cárcel por su “estado de indefensión” y por no considerarlo un gran peligro para la sociedad. Nada más alejado de la realidad. Su impedimento no ha sido una limitación para cometer los peores crímenes o para que hermosas mujeres se le acerquen como fue el caso de la modelo Diana Rincón. “Es increíble que después de décadas de narcotráfico y de ver lo que ha pasado muchas de estas mujeres, por dinero, sigan buscando este tipo de delincuentes. Lo mismo pasa con personas respetables de la sociedad que también siguen asociándose y buscando ser amigos de personajes como Lobo”, explicó un investigador del caso.

Lobo fue arrestado hace una semana cuando estaba en compañía de un funcionario de Migración Colombia, que según las pesquisas era quien le ayudaba a sacar la droga al exterior y realizar otra serie de trámites. En los celulares que le fueron incautados las autoridades encontraron las piezas que les faltaban para resolver varios macabros crímenes. Lobo tenía en sus teléfonos decenas de comprometedoras fotografías con la modelo asesinada. Paseos en fincas, en fiestas e incluso una en donde la modelo aparece posando con varias armas, entre ellas una pistola usada por el sicario conocida como ‘mata policías’. Era claro que Lobo y la modelo tenían una relación sentimental. La investigación de la Policía también permitió descubrir que unos días antes de ser asesinada, la esposa de Lobo envió una serie de mensajes amenazando a la madre de la modelo a quien le reclamaba vía chat por la relación entre ella y el sicario. Para las autoridades esa parece haber sido la causa del asesinato de la joven. Lo peor del caso, es que no es la única modelo que aparece en fotos guardadas en los celulares de Lobo.

Los teléfonos del temido delincuente tenían más secretos criminales. Los investigadores lograron establecer que Lobo y sus secuaces fueron los responsables del homicidio de un hombre que fue descuartizado, y partes de su cuerpo fueron arrojadas en un parque de la comuna 21 a mediados de enero de este año. Otro de los crímenes documentado en los celulares de Lobo ocupó la atención de los medios locales hace poco. Se trató del asesinato de María Yepes, una anciana de 82 años de edad que fue baleada en su casa en Yumbo, Valle. Ese crimen fue una venganza de Lobo, pues la mujer era la madre de uno de los hombres de confianza de su socio, alias Boliqueso, quien habría tenido un romance con la esposa de Lobo.

Ante los reclamos de su socio y para cubrir su responsabilidad en el homicidio de la anciana, un día después del asesinato Lobo ordenó y participó en otro espeluznante crimen. Hizo que sus hombres contactaran al guardia del Inpec Julián Tacuma y lo llevaran hasta una finca en Yumbo con la promesa de ofrecerle un negocio. Una vez en el sitio, tres de sus lugartenientes comenzaron a torturar al funcionario de manera salvaje y durante varias horas. Lobo grabó en video con su celular toda la tortura y la agonía del guardián. Una vez asesinaron al funcionario lo arrojaron en un potrero cerca de Yumbo y fue encontrado una semana después, el pasado 13 de junio.

Lobo le envió ese video a su socio diciéndole que era el guardia quien había asesinado a la anciana y que él había tomado venganza. Según algunas pistas, el sitio donde ocurrió la tortura sería una finca de un político. Mientras se cometía el atroz crimen, en el sitio estaba Lobo junto a los hijos de dos políticos con los que tenía negocios.

Estos son tan solo algunos de una larga lista de crímenes cometidos por Lobo y sus hombres. Su arresto y el de los otros capos emergentes, sin duda, es un alivio para Cali.