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LA MODELO Y EL ALACRAN

La modelo Sandra Porras Jurado fue detenida cuando, al parecer, se iba a encontrar en Bogotá con Henry Loaiza, presunto miembro del cartel de Cali.

19 de junio de 1995

PARA LOS 16 AGENTES del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS- encargados de la operación, el de ese sábado 13 de mayo podría ser el golpe de su vida. Desde la una de la tarde se habían apostado en los alrededores de un conocido restaurante del norte de Bogotá y estaban casi seguros de que la persona que buscaban había llegado al lugar acompañada por otros dos hombres y la modelo a la que estaban siguiendo desde hacía dos meses. Los detectives tenían serias dudas sobre la identidad de su presa porque algunos informantes revelaron que se había cambiado radicalmente la fisonomía. Aun así, y ante el temor de que fracasara la operación, decidieron allanar el restaurante.
Cuando irrumpieron en el lugar, en una mesa situada en lo profundo del salón estaban la mujer y los tres hombres. Sin dudarlo, los detectives condujeron a los detenidos hasta la sede del DAS en el sector de Paloquemao. Pasadas las siete de la noche y tras comprobar que los sospechosos portaban documentos de identificación falsos, concluyeron que en efecto Henry Loaiza, alias el 'Alacrán' -presunto miembro del cartel de Cali y buscado por la justicia por su posible participación en la masacre de Trujillo (Valle) -no estaba entre el grupo.
Sobre la que no hubo dudas fue sobre Sandra Portas Jurado, una esbelta modelo de 23 años de edad, muy solicitada para participar en desfiles en ropa interior y quien de acuerdo con las autoridades era la acompañante de Loaiza desde enero de este año. Los organismos de seguridad comenzaron a seguirle los pasos cuando un informante reveló que Loaiza y la modelo se conocieron en una presentación privada en un conocido hotel de Cali.
Los agentes del DAS siguieron a Sandra Porras por algunas ciudades del país, incluida Medellín y luego de interceptar varias llamadas telefónicas dedujeron que la pareja podría reunirse en Bogotá en las dos primeras semanas de mayo. Por esa razón los detectives no tuvieron dificultad en detectar que la modelo llegó a Bogotá el pasado jueves 11 y se alojó en un apartamento, en el que un día después de su captura, según el DAS, fueron localizados 72 kilos de cocaína.
Durante dos días, hasta el sábado, la modelo permaneció en el inmueble y solo salió para cumplir la cita en el restaurante donde fue detenida. De acuerdo con fuentes oficiales, durante estos cuatro meses la modelo entró en contacto con un hombre que habita en las comunas de Medellín y quien tiene fama de adivinar el futuro. Según el vocero, la mujer llamaba al brujo para consultarle sobre el estado de salud y la seguridad que rodeaba a Loaiza. También trascendió que hace dos semanas, cuando la fotografía del 'Alacrán' fue incluida en el aviso de recompensa del gobierno para quienes delaten a los presuntos jefes del cartel de Cali, la modelo llamó al brujo y le dijo que estaba muy preocupada porque ya no iba a poder comunicarse más con Loaiza.
Las autoridades desconocen si Loaiza estaba en el restaurante aquel sábado. Pero más llamativo es el hecho de que -a diferencia de los demás miembros del cartel de Cali- son numerosas las llamadas de personas que quieren señalar el posible paradero del prófugo de la justicia.
A manera de ejemplo, entre el pasado 8 y 10 de mayo se produjeron cuatro señales de alarma. Primero, un informante dijo que Loaiza estaba escondido en una isla del Caribe colombiano ; luego, otra persona sostuvo que lo vio en una finca en las salinas de Manaure, en La Guajira. Más tarde, otro testigo dijo que Loaiza se hallaba refugiado en una casa en Playa Mendoza, en la vía de Cartagena a Barranquilla. Al mismo tiempo, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía recibió varias llamadas que daban cuenta de la presencia de Loaiza en Tuluá. Finalmente, otra llamada dio la pista sobre la cual ya estaba trabajando el DAS: la de la cercanía de Sandra Porras, la modelo, con Henry Loaiza.