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La muerte de un valiente

El asesinato del ex jefe de la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía desconcertó a los medios judiciales del país.

7 de septiembre de 2003

German Camacho Roncancio llegó a su casa, en el barrio Cedritos de Bogotá, a las 5:30 de la tarde del pasado jueves. Poco antes de descender de su vehículo un hombre se acercó a la ventanilla de su auto, desenfundó una pistola y le disparó en tres oportunidades en el rostro. El sicario abordó una moto en la que lo esperaba su cómplice y huyó. El asesinato causó gran desconcierto en los medios judiciales nacionales. Y no era para menos.

Hasta hace dos meses se había desempeñado en el que es considerado por algunos como uno de los cargos más peligrosos del país: coordinador de la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía General de la Nación. Desde allí lideró, en compañía de otros fiscales, la investigación por el ataque terrorista al club El Nogal, perpetrado el 7 de febrero de este año, que les costó la vida a 37 personas y también coordinó, entre otros casos, las pesquisas sobre el atentado contra el Palacio de Nariño el 7 de agosto del año pasado. Su despacho además llevaba a cabo decenas de grandes casos de secuestro, guerrilla, paramilitarismo y extorsión.

Durante los 10 años que trabajó en la Fiscalía siempre fue reconocido como un hombre recto, valiente y profesional. Se desempeñó como fiscal de las unidades de Antisecuestro, Vida y Delitos Financieros, fiscal de la Unidad Nacional para la Extinción del Derecho de Dominio y contra el Lavado de Activos y fiscal delegado ante los Tribunales de Bogotá y Cundinamarca. Camacho ingresó a la Fiscalía en septiembre de 1993 y abandonó esa institución el pasado 15 de julio .

En algunas dependencias de la institución las razones de su retiro de la institución dejaron un sabor amargo. Aunque oficialmente se afirma que Camacho se retiró de la Fiscalía por voluntad propia otras fuentes, entre ellas algunos colegas, afirman que su salida fue el resultado de diferencias con el fiscal general, Luis Camilo Osorio. El 'florero de Llorente' de éstas giraría sobre el rumbo que tomó la investigación por el caso de El Nogal. "Germán no había renunciado. A él lo declaró insubsistente el fiscal Osorio por discrepancias entre ellos por la investigación de El Nogal. Todos sabíamos que estaba amenazado y la Fiscalía también lo sabía", dijo a SEMANA Luis Otálvaro, vicepresidente de Asonal Judicial.

Uno de los aspectos más desconcertantes, y que ha causado mayor polémica de este crimen tiene que ver con el hecho de que Camacho no contaba con ninguna protección o escoltas a pesar de haber coordinado casos tan peligrosos desde la unidad Antiterrorismo. "Al parecer la víctima había recibido amenazas del frente 22 de las Farc, pero aún no las había puesto en conocimiento de la Fiscalía", dice uno de los apartes del comunicado oficial de esta entidad. Aunque su familia y sus amigos afirman que había recibido amenazas de muerte, él no hizo ninguna denuncia ante las autoridades ni solicitó protección. Algunos fiscales señalan que las amenazas son muchas veces "gajes del oficio" y algunos no se alarman tan fácilmente por la llegada de una.

Las autoridades crearon un grupo interdisciplinario para adelantar la investigación por el crimen. Parte de su misión consiste en escudriñar cada uno de los complejos casos que llevó Camacho para tratar de establecer los responsables. El día que fue asesinado el ex fiscal fue a la tesorería de la Fiscalía para retirar un cheque por nueve millones de pesos, producto de su liquidación. En la tarde cambió el cheque por efectivo, el cual llevaba escondido bajo una silla en su vehículo al momento de ser asesinado. Por eso las autoridades no descartan que hubiese sido asesinado cuando intentaron robarle. No obstante es una tesis poco probable, más cuando no se llevaron el dinero que se encontró regado en el automóvil.

Por tratarse de la muerte de un colega es de esperar que los fiscales pongan especial empeño en esclarecer este crimen contra un hombre modesto que apenas tenía 50 años de edad, una hoja de vida ejemplar, una esposa y cuatro hijos que ya no volverán a ver a su papá.