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| Foto: Fotomontaje SEMANA

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La nueva incursión de militares venezolanos a Paraguachón

Miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) entraron a la trocha La Cortica, exigiendo a los indígenas que les entregaran las evidencias de la entrada del sábado.

28 de agosto de 2017

No cesan las denuncias en contra del ejército venezolano y de su abuso de poder en la frontera con Colombia. Según habitantes del corregimiento fronterizo de Paraguachón, donde el sábado incursionaron hombres de la Guardia Nacional, miembros del SEBIN regresaron para exigirles a los indígenas que les entregaran los videos que habían grabado y los casquillos de las balas que habían disparado. Esto ocurrió el domingo.

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La situación para los 2.050 habitantes de este corregimiento de Maicao, conocido como La Raya, por su situación limítrofe, es peor desde el 20 de agosto de 2015, cuando el presidente Nicolás Maduro cerró la frontera. Aunque después se reabrió, no volvió a ser igual. En los últimos dos años ha desaparecido casi por completo el intercambio comercial.

Lo que pasó el sábado 26, dicen los habitantes de Paraguachón, ocurre con mucha frecuencia. Hace cuatro meses también se presentó una situación parecida. El pasado sábado 26 de agosto, miembros del Comando Nacional Antiextorsivo y Secuestro (CONAS) ingresaron a territorio colombiano por la trocha La Cortica del corregimiento de Paraguachón, en el barrio San Martín. Con los fusiles intimidaron a los indígenas que suelen atravesar cuerdas en las trochas para cobrar a los vehículos que entran y salen de Venezuela hacia Colombia.

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De acuerdo con versiones de personas que pidieron no ser identificadas para evitar represalias, todo comenzó cuando miembros de la guardia venezolana allanaron una casa de familia en el país vecino y exigieron que les entregaran el dinero que habían recaudado. Como se resistieron, los siguieron hasta territorio colombiano. Ya en la trocha, los hombres de la guardia intentaron arrebatarles la plata a los indígenas.

La gente se defendió arrojándoles piedras a los guardias. Y ellos respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.

El domingo, ante el escándalo y la reclamación de Colombia por la incursión y violación de la soberanía nacional, los miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBIN, regresaron con el fin de recoger la evidencia de la incursión: casquillos de balas y los videos que habían grabado.

En esa zona de La Guajira hay aproximadamente 40 rancherías y una telaraña de trochas que comunican al departamento de La Guajira con el municipio del mismo nombre en el estado Zulia. Por esas trochas se ha realizado durante décadas un fluido intercambio comercial que pasa en estos días por su peor momento.

De acuerdo con habitantes de Paraguachón y Maicao, diariamente llegan venezolanos por esas trochas vendiendo sus enseres personales, televisores, abanicos, vajilla de segunda y equipos de sonido para comprar alimentos en Maicao y Ríohacha. Lo que aún mantiene un poco viva la actividad en Paraguachón y las rancherías es el contrabando de gasolina.

Las pocas fuentes de trabajo en la frontera han desaparecido, a los venezolanos los ven buscando comida en la basura, durmiendo en los parques por centenares como almas en pena.

El Gobierno Nacional está realizando un censo con el Departamento de la Prosperidad Social y Migración Colombia en el departamento de la Guajira para saber cuántos venezolanos o colombo – venezolanos se encuentran en Maicao y Ríohacha, pero el interminable ingreso de venezolanos hace casi imposible.