La Ópera

Al lado del Teatro Colón y frente al Palacio de San Carlos se encuentra el Hotel La Ópera. Aunque parece un conjunto de casas coloniales convertidas en un elegante hotel boutique, lo que pocos saben es que es uno de los centros de poder más importantes de la capital. A pocos metros del Congreso, constituye el sitio perfecto para las reuniones de bancada de los partidos, sobre todo de La U. Un mesero recuerda en especial una reunión acalorada entre ese grupo legislativo y el expresidente Uribe. También fue la ‘sala de crisis’ de la reforma a la justicia, pues en medio de ese episodio casi todas las bancadas grandes, como los conservadores, se reunieron aquí, en distintos pisos, para discutir durante largas horas las opciones a seguir. Por otro lado, también sirve como cuartel de campaña para varios conocidos políticos. Armando Benedetti y Roy Barreras montaron una oficina en las instalaciones de La Ópera para recibir a los colegas congresistas y asegurar su elección como presidentes del Senado. Y más recientemente trascendió que Luis Guillermo Guerrero usó el hotel como sede de operaciones para lograr su selección como magistrado de la corte constitucional. Otros visitantes frecuentes, por la cercanía a las instituciones públicas son la canciller, fan del agua aromática, el general Naranjo quien solía ordenar café con almojábanas, Lucho Garzón quien siempre pide salmón y el vice Garzón, quien prefería platos típicos antes de su enfermedad. Desde que La Botica, otro hotel usado para eventos políticos cerró hace unos meses, La Ópera se ha consolidado como la mejor opción para encuentros políticos en el centro.