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LA OTRA CONSPIRACION

EN SU PELEA CON SAMPER. BOTERO SE APUNTO UN ROUND AL PONER EN EVIDENCIA QUE EL GOBIERNO DIALOOGO CON EL SOBRE COMO TUMBAR AL FISCAL.

18 de marzo de 1996

revelacionLa otra conspiraciónEn su pelea con Samper, Botero se apuntó un 'round' al poner en evidencia que el gobierno dialogó con él sobre cómo tumbar al Fiscal. n este nuevo round de la pelea entre el presidente Ernesto Samper y su ex ministro de Defensa Fernando Botero, el primer golpe lo lanzó la Casa de Nariño. Pero en este caso no se cumplió la máxima de que quien pega primero, pega dos veces. Como respuesta a la filtración parcial por parte de la Presidencia de la República de apartes de un memorando dirigido por Botero a Samper a fines de noviembre, el ex ministro resolvió divulgar el documento completo y adjuntar otros papeles en un episodio tras el cual, quedó en claro que Botero y el alto gobierno consideraron algunas estrategias para tratar de deslegitimar la labor del Fiscal General Alfonso Valdivieso e, incluso, para sacarlo del cargo en marzo próximo.El escenario de este nuevo episodio del combate fue el noticiero QAP, que el martes en la noche dio a conocer una docena de líneas contenidas en un memorando enviado al Presidente por su ex ministro, que apuntaban a demostrar que Botero le había sugerido al gobierno que interviniera en la Corte Constitucional para que ésta, a la hora de definir la exequibilidad de la Ley estatutaria de administración de Justicia, diera vía libre a un artículo que implicaba el retiro de Valdivieso de su cargo en marzo.La filtración de estos párrafos, que según una fuente del gabinete fue obra de "uno de los más cercanos asesores del Presidente", indignó a Botero, quien a la mañana siguiente decidió dar a conocer el memo en su integridad y adjuntar, no sólo a QAP sino a la Fiscalía, otros documentos sobre el mismo tema.El miércoles en la noche, en medio del impacto nacional producido por la presentación esa tarde por parte del fiscal Valdivieso de la denuncia penal contra Samper, QAP reveló el memorando completo y una serie de notas manuscritas de Botero que resumían sus conversaciones con el ministro del Interior Horacio Serpa y otros altos funcionarios del gobierno. El ex ministro no conservaba esos documentos en su lugar de reclusión en la Escuela de Caballería, sino en su apartamento al nororiente de Bogotá. Por esa razón, solicitó una inspección judicial en la que participaron el miércoles en la mañana la Fiscalía, su abogado Fernando Londoño y el propio Botero, tras la cual todos esos papeles aparecieron en la residencia del ex ministro. El valor de esta diligencia es que le da fuerza probatoria a esos documentos, pues desde el punto de vista procesal la validez de los apuntes personales de Botero sólo podría discutirse por la contraparte si ésta demuestra que el ex ministro fabricó esa prueba entre el momento en que salió el aparte del memo en QAP el martes en la noche y la mañana siguiente cuando tuvo lugar la inspección, algo materialmente imposible de lograr.Pero, ¿qué dicen estos documentos? El memorando de Botero a Samper, fechado el 23 de noviembre, resume una conversación sostenida la víspera por el ex ministro con Horacio Serpa, el entonces secretario general de la Presidencia Juan Manuel Turbay y el entonces director del DAS Ramiro Bejarano. Según el memo, durante el encuentro en la Escuela de Caballería trataron tres temas: una serie de maniobras para deslegitimar la decisión de la Fiscalía de otorgar el beneficio de casa por cárcel a Santiago Medina, algunos contactos con magistrados de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado para que tomaran decisiones adversas a la permanencia del Fiscal después de marzo de este año, y una gestión ante el procurador general Orlando Vásquez, destinada a que éste actuara en contra del vicefiscal Adolfo Salamanca (ver facsímil).Lo que le da más validez a la idea de que el gobierno estaba de acuerdo con estas iniciativas, es que algunas de ellas efectivamente se llevaron a cabo. Las tres acciones sobre la casa por cárcel a Medina se realizaron pocos días después del memorando: la Procuraduría intervino en contra de la medida, la carta del Inpec sobre la imposibilidad de esta entidad de garantizar la seguridad de Medina en su casa fue filtrada a los medios, lo mismo que la encuesta que registraba que esa decisión de la Fiscalía era impopular. Igualmente, días después del memorando, la Procuraduría solicitó a Valdivieso sancionar a Salamanca por el caso de la fuga del comisario venezolano Eduardo Iglesias. Y cosa curiosa, fueron precisamente esos puntos que se cumplieron días después del memo, los que el gobierno ocultó al filtrar parcialmente el documento el martes a QAP.El otro aspecto del memorando son las gestiones ante la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, que para entonces tenían pendientes decisiones sobre la permanencia del Fiscal en su cargo más allá de marzo próximo, algo que evidentemente no le interesaba ni a Botero ni al alto gobierno. Sobre la efectiva realización de estas gestiones hay muchas dudas, principalmente porque ambos tribunales decidieron finalmente que el Fiscal se quedara hasta 1998. Pero tanto el memorando como las notas manuscritas que Botero reveló el miércoles dejan en claro que él y el alto gobierno dialogaron sobre una estrategia para llevarlas a cabo. No está definido hasta dónde llegaron Serpa y Turbay en estos planes aunque de nuevo, a juzgar por los resultados de las supuestas gestiones, es evidente que no avanzaron mucho. En declaraciones a los medios, ambos funcionarios reconocieron que el encuentro con Botero tuvo lugar pero negaron haber actuado sobre la Corte o el Consejo. En lo que se refiere a Bejarano, su caso es más claro: a los pocos días salió del país para una gira por España, lo que hace imposible que haya tenido algo que ver en todo este penoso asunto. Así lo reconoció Botero el mismo miércoles, en una carta al periódico El Tiempo en la que liberó al ex director del DAS de cualquier responsabilidad en el asunto.En cuanto al papel del presidente Samper, la valoración de los hechos no es fácil. En una entrevista el miércoles a la directora del Noticiero de las Siete, Cecilia Orozco, el primer mandatario patinó cuando la periodista le preguntó sobre este asunto. Samper aceptó que el memorando de Botero le llegó al gobierno y que él lo conoció, pero aseguró que "lo importante es que no se hizo nada ni a favor ni en contra del Fiscal". Sin embargo, luego se quedó sin argumentos cuando Cecilia Orozco le preguntó por qué, cuando recibió el memorando, no denunció al ex ministro o le contestó de forma clara que el gobierno no participaría en esas maniobras. Por todo esto, la conclusión obvia que sacó la gente es que incluso si el gobierno no llegó muy lejos en la estrategia que conversó con Botero, en el mejor de los casos la discutió con el ex ministro para caramelearlo.Lo que deja mal parado al gobierno no es el hecho de haber pensado en hacer lobbying ante los dos altos tribunales, pues aunque al común de la gente esto le parezca muy grave, la verdad es que todos los gobiernos tratan en ocasiones de influir en las decisiones judiciales de alguna manera. Lo que resulta impresentable en este caso es que dicho lobbying, a diferencia de lo que ha sucedido en otros casos en el pasado, no se habría planeado para evitar que se cayera un decreto o una ley, sino para algo mucho más grave: para cambiar al investigador judicial no sólo de Botero, sino del propio Presidente de la República. nn Algunas de las gestiones planeadas tuvieron lugar pocos días después de la reuniónu Fernando Botero: Su contraataque resultó efectivo Ernesto Samper: Patinó cuando Cecilia Orozco le preguntó sobre el teman La documentación completa apareció en una inspección judicial pedida por Botero Más que demostrar que las gestiones se llevaron a cabo.