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J U D I C I A L

La oveja negra de la Fiscalía

El tercer funcionario de la Fiscalía terminó al servicio de turbios intereses.

15 de enero de 2001

Hace un mes el director nacional de fiscalías, Antonio José Serrano, presentó renuncia a su cargo. La noticia pasó prácticamente inadvertida. El tercer hombre más importante del ente fiscalizador y una de las personas clave del fiscal general, Alfonso Gómez Méndez, dejaba su despacho. Pese a que los motivos de la renuncia no se conocieron en un primer momento, ahora han comenzado a salir a la luz pública sus controvertidas actuaciones en uno de los cargos más delicados del país. Desde allí se manejaron —y se manejan— los hilos de las investigaciones más importantes contra el narcotráfico. Bajo los hombros de Serrano reposaban la justicia sin rostro y los testigos sin identidad. También tenía la responsabilidad de los procesos contra las 30 personas detenidas en la Operación Milenio, todos esos casos con fines de extradición, así como la captura de otros 35 supuestos narcotraficantes en la Operación Nueva Generación.

Pero al parecer Serrano, más que atender los requerimientos de su jefe, el Fiscal General de la Nación, terminó por convertirse en un consejero de los abogados de los narcos, según dijeron a SEMANA fuentes cercanas al caso. Lo único comparable en jerarquía en una entidad de control y desde la función que ejercía Serrano es el cargo de procurador delegado para la Policía Judicial. En 1993 ese puesto era ocupado por Guillermo Villa Alzate, quien también era una de las fichas clave del entonces procurador general Carlos Gustavo Arrieta.

Villa Alzate protagonizó uno de los escándalos más sonados en una de las entidades de control. Las autoridades interceptaron una llamada en la que el procurador Alzate sostenía una conversación con Miguel Rodríguez Orejuela, en la que se demostró la estrecha relación entre el alto funcionario y uno de los jefes del cartel de Cali. El ex procurador había entregado a los Rodríguez informes secretos sobre las actividades que desarrollaba el Bloque de Búsqueda, que en ese entonces perseguía a Pablo Escobar. Ese favor, como otros muchos más, fueron ‘agradecidos’ por el cartel de Cali con enormes sumas de dinero.

Pero la relación de Villa Alzate y Serrano no es meramente coincidencial por sus actuaciones en los altos cargos que ocuparon. Posteriormente Villa Alzate se convirtió en el abogado defensor de ‘Pacho’ Herrera, quien en varias oportunidades trató de negociar su pena con la Fiscalía General de la Nación. El encargado de ese caso fue el fiscal Antonio José Serrano. “Alzate y Serrano se reunieron varias veces en Palmira, Valle, donde estaba recluido ‘Pacho‘ Herrera”, señaló a SEMANA uno de los funcionarios que laboró en la Fiscalía con Serrano y quien, por obvias razones, pidió reserva de su nombre. La negociación con ‘Pacho’ Herrera no pudo finiquitarse porque el capo del cartel de Cali fue asesinado en la propia cárcel de Palmira el 5 de noviembre de 1998. Igual suerte corrió Alzate, quien fue asesinado en abril del año pasado.

Pero, ¿quién es el controvertido ex fiscal Antonio José Serrano? Quienes trabajaron cerca de él en la Fiscalía lo catalogan como un hombre “ambicioso, capaz de vender el alma al diablo con tal de conseguir lo que se propone”. “Su ambición es desmedida. Se aprovechó de su amistad con el fiscal Alfonso Gómez Méndez para su propio beneficio”. Otras personas afirmaron a SEMANA que Serrano es un hombre “visceral” y que desde su llegada a la Fiscalía dejó en claro que “él era quien mandaba”.

Su carrera en la administración pública comenzó en la Procuraduría General de la Nación. Fue procurador para asuntos agrarios en la administración de Horacio Serpa Uribe. Su amistad con Gómez Méndez viene de mucho tiempo atrás. “Cuando era estudiante de derecho conoció a Gómez. Hizo su judicatura al lado del actual Fiscal y se ganó su confianza”, señaló a SEMANA otro funcionario que laboró con Serrano en la Procuraduría.

Cuando Gómez Méndez fue nombrado procurador general de la Nación Antonio José Serrano fue uno de sus hombres de confianza. Ocupó el mismo cargo que tuvo Villa Alzate: procurador para la vigilancia judicial. “Cuando llegó a la Fiscalía persiguió a todos los fiscales que tuvieron en sus manos el manejo del proceso 8.000. Era quizás el único funcionario de esta administración que en plena reunión se levantaba para controvertir algunas de las decisiones del Fiscal General. Y eso lo hacía para demostrarles a los demás funcionarios que él estaba al lado del poder”, agregó otra fuente de la Fiscalía.

Gómez Méndez, señaló que de tiempo atrás conocía a Serrano pero que había traicionado su confianza. “Hizo lo que muchos otros funcionarios han hecho cuando dejan la Fiscalía: se dedican a defender narcos”, enfatizó el Fiscal, quien confirmó que Serrano había renunciado a su cargo. Pero que a raíz de las denuncias que han venido apareciendo, y en especial de su relación con los abogados de los narcos y con los del caso de Alvaro Leyva, la Fiscalía decidió abrir una investigación en su contra para establecer qué hay detrás de todas estas denuncias y rumores que se han comenzado a tejer por las actuaciones que tuvo Serrano en la dirección general de fiscalías.

Sobre las verdaderas causas de su salida de la Fiscalía hay varias versiones. Una tiene que ver con los enfrentamientos personales que tuvo con el director del Cuerpo Técnico de Investigaciones —CTI—, Pablo Elías González. “Una semana antes de que Serrano saliera de la Fiscalía tuvo un altercado muy fuerte con el doctor González. La razón: Serrano nunca le comunicaba sus decisiones y se pasaba por encima la coordinación de los operativos que diseñaba el director del CTI. Creo que esa última pelea fue la gota que rebosó la copa y por eso renunció”.

La otra versión tiene que ver con sus actividades dentro de la Fiscalía. “Había adquirido demasiados compromisos con los abogados de los narcos y con el de Jairo Aparicio, el testigo clave en la investigación contra Leyva. La situación se le salió de las manos y antes de que se le formara un escándalo como director de fiscalías decidió renunciar”, señaló un funcionario de la Fiscalía.

Caso Leyva

Una de las graves acusaciones contra Serrano tiene que ver con el caso de Alvaro Leyva. El ex parlamentario siempre ha pretendido demostrar que ha sido víctima de un montaje y de una persecución política. Estas denuncias nunca han sido tomadas en serio porque nadie que tenga dos dedos de frente, considera posible que el fiscal Alfonso Gómez Méndez, se haya puesto a inventar pruebas y testigos para empapelar a Leyva, como una supuesta venganza de los samperistas por la ayuda que éste le dio a Pastrana con ‘Tirofijo’ durante la recta final de la campaña.

Pero una grabación en la que está registrado un diálogo entre el abogado Jonás Borrero, representante legal de Jairo Aparicio —el principal testigo contra Leyva— y el fiscal Antonio José Serrano deja serias dudas sobre el manejo de la imparcialidad que ha tenido éste en el caso.

En una reunión que sostuvieron Serrano y Borrero, este último camufló en su vestido de paño una grabadora para registrar la conversación. En ella el abogado le reclama a Serrano por el incumplimiento de la Fiscalía con Aparicio Lenis por haber declarado contra Leyva. De acuerdo con Borrero, el compromiso consistía en precluirle el proceso de testaferrato y lavado de activos seis meses después de su declaración, no involucrar a su señora e hijos y recluirlo en Palmira.

En la grabación Borrero le dice a Serrano que nada de eso se ha cumplido y que además los dos abogados titulares —Guillermo Villa Alzate y Vladimir Mosquera— han sido asesinados, al igual que un primo de Aparicio, quien también ha declarado en el proceso contra Leyva. Borrero, indignado frente a Serrano, le dice que si no le soluciona el problema de inmediato “Aparicio está listo para echarlos al agua”.

Serrano, que días antes de la grabación ya había dejado su cargo en la Fiscalía, le señala que busque una entrevista con el vicefiscal Jaime Córdoba y le recuerde los compromisos que se habían adquirido con anterioridad y que debe cumplirlos. Que si logra la entrevista con Córdoba lo más seguro es que éste logre que el fiscal Alfonso Gómez también lo reciba. En la conversación grabada Serrano también hace referencia a otros casos y menciona que la Operación Milenio ha sido un montaje.

Caso Ochoa

Pero no sólo esos consejos de Serrano fueron para el abogado de Aparicio. También lo fueron para los abogados de Fabio Ochoa, el principal detenido en la Operación Milenio. El fiscal Serrano había sido asignado para manejar este caso.

Serrano se reunió con uno de los abogados de Ochoa, quienes también decidieron grabar la conversación. Durante más de media hora el hoy ex director de fiscalías suelta la lengua contra la Operación Milenio y le deja claro al defensor de Fabio Ochoa que todo ha sido un montaje de la Policía con la DEA. La familia Ochoa guarda celosamente esa grabación. Para ellos es la prueba reina con la que pretenden demostrar la inocencia del hermano menor del clan de los Ochoa.

Hoy, con las nuevas evidencias disponibles que hay, los casos de Alvaro Leyva y de Fabio Ochoa pueden ser vistos desde una óptica diferente. Desde el momento en que Serrano decidió tener una agenda propia los procesos que manejó no están exentos de sospecha. Y todo parece indicar que sus cuestionables actuaciones no comenzaron precisamente desde el día en que renunció a la Fiscalía. Los abogados y algunos de los funcionarios que laboraron con él coinciden en afirmar que desde su despacho ya se movía como pez en el agua en las zonas grises que lo pueden comprometer penalmente.