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POLÍTICA

Ventajas y desventajas de la pelea Petro vs. Pacho

Mientras en la Alcaldía hay entusiasmo, en el Centro Democrático hay intranquilidad. ¿Por qué? Análisis de Semana.com

Armando Neira
13 de febrero de 2014

El siguiente diálogo se da entre uno de los hombres fuertes del uribismo, quien prefirió mantener su nombre en reserva, y este periodista:

–¿Por qué el Centro Democrático (CD) saca un comunicado en el que en la práctica desautoriza a Pacho Santos por asumir el liderato en el Sí a la revocatoria del alcalde Gustavo Petro?

–“Es un comunicado para reafirmar que nuestra colectividad se va a mantener al margen de esta discusión. Les hemos pedido a los ciudadanos de Bogotá que estudien bien la situación y cada uno individualmente haga su propia valoración de cómo está la capital, qué cree de la administración Petro y que en consecuencia vote bien por el Sí o bien por el No”.

–Pero ¿cómo queda Pacho? ¿Lo están dejando solo?

–“No se trata de dejar solo a Pacho. Es al revés. Aunque él tiene la libertad de expresar lo que quiera, él es quien tiene que someterse a lo que decide el partido”.

–No le parece que un ciudadano cualquiera puede tener razones para creer que cuando habla Pacho lo hace a nombre del CD.

–“Para nada”.

–¿Por qué? Si Pacho está asociado a la marca CD.

–“No señor. La marca sólo se puede asociar al expresidente Álvaro Uribe, él es el que manda.

–Acaso, ¿Pacho no es una voz de peso en el CD?

–“No. La prueba es que nuestro candidato a la Presidencia es Óscar Iván Zuluaga y que si bien Pacho participó en la convención, perdió con él por abrumadora mayoría”.

La incomodidad que ha generado en el CD la subida al bus de Pacho para sacar a Petro del cargo es evidente. El problema es que no hay forma de callarlo. Tras el comunicado ordenado por el propio Uribe en el que se afirma que “el CD manifiesta que la revocatoria del mandato del alcalde de Bogotá se debe asumir con actitud cívica y no política”, Pacho subió el tono: “La hostilidad que no lograron crear las FARC con una lucha de clases sí la está logrando Petro dividiendo a los bogotanos”, escribió en su cuenta de Twitter.

Además, en la mañana de este jueves pasó por los micrófonos de Todelar. En la emisora, los periodistas le preguntaron qué pensaba de haber sido derrotado en la reunión del miércoles en la tarde por el uribismo que no quiere meterse en una pelea contra Petro. Él insistió que no, que no lo habían derrotado, pero que sí le sorprendía que hombres como el exministro Fernando Londoño insistieran en dejar terminar el mandato a Pacho. “No me derrotaron”, reiteró. Pero advirtió, “voy a seguir, amo a esta ciudad, soy cachaco” y “los problemas son muy graves para guardar silencio”. Y entonces empezó la ráfaga de trinos contra Petro.

¿Cómo se vive esta situación en los cuarteles del uribismo y en la Alcaldía? En el interior del uribismo se ha hecho una valoración colectiva para abstenerse de saltar a este ring. El primero es la cercanía de las dos fechas en la que los bogotanos tienen que ir a las urnas con las elecciones legislativas, son demasiado cerca. Para sus militantes, está claro que la revocatoria le quita foco al interés más inmediato y prioritario, según ellos, que es la jornada en la que se elige el nuevo Congreso.

También han tomado nota de que desde cuando se conoció la decisión del procurador, Alejandro Ordóñez, las encuestas de favorabilidad de Petro han ido en aumento. “Las guerras son para ganarlas”, dice uno de ellos. “No vale la pena entrar a una en donde hay altas opciones de perder”. La otra pasa por un diagnóstico más subjetivo: Petro, dicen, era un mal alcalde y ahora es un mártir. ¿Se imaginan subirlo al nivel de Uribe para pelear? “¡Lo volvemos un estadista!”, exclaman. Y finalmente, hay una consideración personal que todavía no tiene respuesta: el expresidente Uribe no ha querido manifestarse por el caso Petro.

A pesar de que Petro es protagonista de una de las noticias políticas de los últimos meses y de que Uribe es un animal político, sorprendentemente se ha quedado callado. Su única opinión está en el comunicado en el que les da libertad a sus seguidores, pero en el que ni siquiera menciona su nombre. Esto ha sido interpretado por los uribistas como que es mejor hacerse a un lado y de ahí la intranquilidad por la insistencia de Pacho en liderar el Sí.

Entretanto, en la Alcaldía reina el entusiasmo por el ingreso de Pacho al Sí. “¡Qué delicia!”, exclama uno de los hombres más influyentes en el Palacio Liévano. “Además de que el No va a ganar, de que Petro se quedará, ese viejo país que representa Pacho va a perder. Petro se queda y el vicepresidente de Uribe saldrá derrotado”, pronostica.

Esa es la estimación que hace el propio Petro. Por eso, ha llevado el tema a la plaza pública. Entre otras cosas, ha asegurado que no hay sorpresa en que Pacho lidere la campaña por el Sí, ya que “no hay valores democráticos en la extrema derecha”, que “prefiere electrocutar a debatir” en referencia a la famosa frase del exvicepresidente de Uribe cuando siendo director de RCN La Radio pidió creatividad a la Policía para controlar las protestas callejeras de los estudiantes. “Hay que innovar con armas no letales como esas que les ponen voltios a los muchachos”.

Para el petrismo, además, está es la confirmación de que sí hubo una conspiración como la denunció Otty Patiño, viejo compañero de armas de Gustavo Petro en sus tiempos de guerrilleros del M-19. Él había dicho que Pacho ya sabía por boca del procurador Ordóñez de su obsesión por tumbar a Petro antes del fallo. Pacho negó en su momento cualquier vinculación suya con una confabulación. Se mostró tajante en público e incluso fue a declarar a la Fiscalía para despejar cualquier duda. El caso se olvidó por unos días, pero ahora en la Alcaldía lo ven como una prueba irrefutable de una persecución.

Así que mientras en esta historia el uribismo intenta infructuosamente hacer guardar silencio a Pacho, paradójicamente en el petrismo quieren que hable.