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Isabel Miranda se convirtió en investigadora para identificar a los secuestradores de su hijo. | Foto: Foto: Miguel Menéndez V.-Fundación Víctimas Visibles

ENTREVISTA

“La Policía lo único que hizo fue estorbar”

A Isabel Miranda le secuestraron su hijo en México en 2005. Por su cuenta descubrió a los secuestradores pero no ha podido encontrar a su hijo. Este fin de semana participa en el V Congreso Internacional de Víctimas que se realiza en Medellín.

Mauricio Builes, corresponsal de SEMANA en Medellín
29 de mayo de 2009

A primera vista Isabel Miranda luce como una señora de la alta alcurnia mexicana. Tiene modales refinados, habla de forma pausada y luce elegante. Sólo en los momentos en los que menciona a su hijo, Hugo Alberto, y a sus secuestradores logra descomponerse: sube el tono de su voz, mueve las manos para hacerle énfasis a cada frase y repite cada tanto “La Policía mexicana no ha hecho nada”.
 
En los últimos tres años su historia le ha dado la vuelta a medio planeta. Por primera vez en la historia del secuestro en México una víctima hizo lo que las autoridades no pudieron: investigó y dio con los responsables del plagio y asesinato de su hijo.

Pero eso no le basta a Isabel. Ella aún no descansa. El cuerpo de su hijo continúa desaparecido. Tan sólo hace un mes se fue desde el Estado de México –donde reside- hasta Morelos al noreste del Distrito Federal porque en un correo electrónico anónimo le dieron las coordenadas donde estaría enterrado el cuerpo de su hijo. Tal y como había ocurrido diez veces antes, excavó la tierra sin noticias de Hugo Alberto.

Este fin de semana estará en Medellín compartiendo su experiencia al lado de otras víctimas de Rwanda, España, Egipto, Colombia y otros países. Semana.com la entrevistó.
Semana: ¿Cómo y cuándo se da cuenta del secuestro de su hijo?
Isabel Miranda: el 11 de julio de 2005 en la familia nos damos cuenta que mi hijo desaparece porque después de salir del trabajo no llega ni a su casa ni a la mía ni a la de nadie y tampoco contesta a su teléfono móvil.

Semana: ¿qué hace en ese momento?
I.M: comienzo a preguntarle a todas las personas que lo conocían en su empresa y a sus amistades y en ese rastreo me doy cuenta dónde está su carro. Ahí es donde comienza toda mi investigación.

Semana: ¿Su investigación o la de La Policía?
I.M.: la mía porque la Policía lo único que hizo fue estorbar. Aunque yo acudí a ellos nunca le pusieron la atención que el caso merecía. Me tildaron de loca. Es más hoy sigo pensando como hace casi cuatro años que ellos sabían quiénes eran los secuestradores.

Semana: ¿Por qué?
I.M.: porque cuando tuve las primeras pistas sobre los captores de mi hijo gracias a lo que yo había averiguado la Policía ya lo sabía y no había otra forma de que ellos se enteraran que mediante un contacto con los secuestradores.

Semana: ¿cómo dio con los secuestradores?
I.M.: es una historia larga, de meses, pero todo se da gracias a la primera mujer, la primera pista, Juana, que la localizo seis meses después del secuestro de mi hijo. Una vez la capturan y ella comienza a hablar, no sólo delata a los otros cinco de la banda sino que confiesa que a mi hijo lo asesinaron el mismo día que lo secuestran.

Semana: ¿fue un secuestro extorsivo?
I.M.: Sí, en México todos los secuestros son extorsivos; ellos alcanzaron a pedirme 900 mil dólares por su liberación.

Semana: ¿qué tan común es ese delito en su país?
I.M.: más de lo que se cree y se conoce. El problema es que de cada 10 secuestros en México sólo dos son denunciados.

Semana: ¿Miedo, apatía o desconfianza frente a las autoridades?
I.M.: es vergüenza. Es común que cuando secuestran a un mexicano su familia suele irse del país porque no les gusta ventilar su caso.

Semana: pero en su caso ha sucedido todo lo contrario. Su experiencia ha sido conocida no sólo en su país sino en otros países.
I.M.: Sí. Yo la verdad no entiendo la gente que no lo denuncia o lucha por el rescate de su familiar. Yo sé que con todo esto me he ganado muchos enemigos del gobierno porque he demostrado que la Policía es inepta y demás... es más no son pocos los que aún me tildan de loca pero eso no me importa. Yo sé que mi caso ha ayudado a que otra victimas se muevan y denuncien y busquen a sus hijos.

Semana: ¿cómo va el caso de su hijo?
I.M: yo lo sigo buscando. Cada tres o cuatro meses me llegan mensajes por cualquier vía que me indican donde está el cuerpo de Hugo pero todos han sido falsos. He puesto vayas en México ofreciendo recompensas por quien me de datos precisos.. incluso hace un mes me llegó un correo electrónico con unas supuestas coordenadas de la fosa en el Estado de Morelos pero no encontré nada.

Semana: ¿Ha notado algún cambio por parte de las autoridades mexicanas durante estos últimos años frente al tema del secuestro?
I.M.: Yo me he reunido tres veces con el Presidente Calderón y lo noto interesado pero no lo suficiente. Hace falta más gestión, más cambios, por ejemplo, dentro de la Policía.

Semana: ¿alguna víctima la ha contactado para que la ayude?
I.M.: sí, no sabría decir cuántos pero sé que gracias a lo que yo he hecho varias personas han logrado encontrar a sus familiares.

Semana: ¿cómo cree que su historia puede ayudar a las cantidad de personas que hoy en Colombia están en la misma situación?
I.M.: cada país es diferente. Acá tiene un largo historial en ese sentido y sé que hay organizaciones y leyes para el tema del secuestro. Yo vengo a compartir mi historia para que las personas que están viviendo el secuestro se sientan acompañadas... lo más duro para mi ha sido precisamente eso: he estado sola, únicamente con la compañía de mi familia, pero ni la sociedad ni el Estado se han movilizado.