El alcalde, la Procuraduría y Transmilenio

Una nueva disputa podría darse entre el procurador Alejandro Ordóñez y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Como se sabe, el primero no pudo ‘tumbar’ al alcalde luego de fallar en doble instancia procesos en su contra por el irregular modelo de aseo implementado en Bogotá.

 

Ahora el jefe del Ministerio Público le pidió al alcalde y al gerente de Transmilenio, Sergio París Mendoza, un detallado informe de las gestiones y medidas adelantadas para contrarrestar la deficiente prestación del servicio. Todo, atendiendo solicitudes y denuncias de delitos como hurto, lesiones personales y abusos a mujeres en el sistema de transporte masivo. 

 

Pero además el procurador, a través de su delegado primero distrital de Bogotá, requiere información sobre un hecho fáctico que inquieta permanentemente a los usuarios: la insuficiencia de articulados para la prestación del servicio, el atraso en las frecuencias y el movimiento de articulados en tránsito cuando las estaciones del sistema se encuentran desbordadas de pasajeros.   

 

Así mismo, se requirió información sobre por qué quienes manejan el sistema permiten la presencia de vendedores ambulantes y mendigos dentro de las estaciones e, inclusive, de los articulados.

 

La Procuraduría exige esta información bajo el argumento de ejercer control preventivo de la gestión administrativa e interviene ante las autoridades públicas para garantizar los derechos de los ciudadanos.

 

Dependiendo de los resultados de dichos informes, el Ministerio Público tomará la decisión de emprender acciones disciplinarias contra los funcionarios encargados de ejercer sus funciones adecuadamente.