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| Foto: Archivo SEMANA

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Procuraduría estudia quejas contra el Defensor

El jefe del Ministerio Público, Alejandro Ordóñez, reconoció que son numerosas las quejas por maltrato laboral que se han interpuesto en contra del defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora.

23 de noviembre de 2015

Las denuncias sobre el supuesto maltrato laboral del defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, le podrían costar al funcionario algo más que las renuncias de sus subalternos y críticas de los columnistas. Hasta una investigación disciplinaria se podría abrir en su contra.

Así lo puso en evidencia el procurador Alejandro Ordóñez. Lo hizo al anunciar que son varias las quejas que ha conocido el organismo de control sobre los supuestos abusos de poder de Otálora en contra de los funcionarios de esa entidad.

Añadió que revisará todos lo casos y que su propio despacho determinará si hay lugar o no a una investigación. Afirmó que espera estudiar los señalamientos con la mayor celeridad y eficiencia.

La semana anterior, varios medios de comunicación empezaron a hacer eco de un rumor que rondaba desde hace meses sobre los maltratos del defensor en contra de sus subalternos. Gritos, malas palabras, insultos y demás excesos, supuestamente, hacían parte del trato habitual que Otálora daba a algunos empleados.

El funcionario negó ser protagonista de ese tipo de conductas. Dijo que si bien podía haber tenido algunas discusiones acaloradas con ciertos subalternos, no era su costumbre acudir a los insultos, amenazas o malos tratos.

Sin embargo, la carta de renuncia de su secretaria privada, Astrid Helena Cristancho Palacios, pareció demostrar lo contrario. "No me cabe más miedo en el corazón", dijo la hoy exfuncionaria, tratando de retratar la supuesta actitud autoritaria de Otálora. Violencia verbal, psicológica, gritos y zapateos harían parte del trato diario que el defensor le ofrecía a su más cercana colaboradora.

La carta de la exsecretaria, dada a conocer por Semana.com, le costó a Otálora algunas solicitudes de columnistas que, como Daniel Coronell, sugirieron incluso su renuncia. Los comentarios en redes sociales y en otros espacios de opinión no han sido menos vehementes y las quejas en su contra más preocupantes aún.

El anuncio del procurador Ordóñez, aunque no califique la veracidad o no de las denuncias, parece darle muchos más dolores de cabeza al defensor que las críticas en los medios. En los próximos días, se sabrá si el caso se queda sólo en boca de periodistas o columnistas o si trae alguna consecuencia disciplinaria para el alto funcionario.