¿La U sugiere a Vargas Lleras y Cárdenas salirse del Gobierno?

Aunque Roy Barreras no quiso comprometerse a mencionar nombres en particular, su alusión no admite equivocaciones. Acompañado por todos los miembros de la dirección ampliada del Partido de la U, el cual preside, emitió una declaración política de cinco puntos en los que se refirió al proceso de paz, a la labor del Gobierno, a los objetivos del partido hacia el futuro, y en el que hizo una atrevida solicitud.
 
Barreras pidió a “aquellos ministros que tengan de manera prematura, cuando estamos apenas en el primer año del gobierno Santos y restan tres años de su gestión, aspiraciones presidenciales precoces, deben retirarse del Gobierno y agenciar sus propias ambiciones”.
 
Y además sugirió que el gabinete que inicia el 20 de julio debe ser un gabinete “comprometido exclusivamente con la agenda del Buen Gobierno que el presidente Santos tiene pensada para Colombia”.
 
Tan pronto Barreras leyó esta declaración fue aplaudido por los demás miembros de su partido. Y cuando se le requirieron nombres propios, no hizo falta que los mencionara para advertir de quién se trataba. “Eso es lo que está sucediendo en no pocas carteras actuales, hay aspiraciones en Cambio Radical, en el Partido Conservador, y eso afecta el desarrollo de políticas como las de infraestructura o las de la economía”.
 
Blanco es. El vicepresidente, Germán Vargas Lleras, y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien la semana pasada fue nombrado ‘coordinador del gabinete’ al ser encargado ministro de la Presidencia.
 
La U pidió que se retomara la agenda reformista de Santos, lo cual implica un gabinete comprometido con la agenda del presidente Santos y no distraído en agendas presidenciales personales.
 
Después de este reclamo, Barreras reiteró públicamente que el Partido de la U tiene vocación de poder, de mantenerse en la Presidencia. “No tenemos vocación vicepresidencial”, a la vez que dijo que irán con candidato propio en el 2018.
 
También reiteraron su respaldo al proceso de paz, dijeron no a la suspensión de los diálogos por considerarla una “trampa” de quienes quieren la guerra. Pero sí exigieron límites de tiempo. “Si tales límites no pueden ser acordados en la mesa, el Gobierno debe definir hasta cuándo está dispuesto a estar sentado en La Habana. El presidente Santos tiene el coraje para mantenerse en el proceso a pesar de las dificultades, pero también para levantarse de la mesa si las FARC no entienden y no aceleran el proceso en un tiempo prudencial”.