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La toma de Arauca

Cómo gobernó el presidente Alvaro Uribe durante tres días desde una de las zonas más rojas del país. Crónica de SEMANA.

21 de julio de 2003

El vuelo 9586 de Satena aterrizó el lunes a las 8 de la noche en el aeropuerto Santiago Pérez Quiroz, de Arauca. Al bajar las escalerillas un grupo de policías pidió a los pasajeros hacer una fila en dirección a una mesa, donde otros agentes exigían los documentos de identidad y hacían preguntas mientras una cámara de video grababa a todas las personas que llegaban al terminal: ¿Nombre?, ¿profesión?, ¿a qué viene?, ¿dónde se hospedará? La fila era larga pues el vuelo, que había salido de Bogotá una hora atrás, iba completo.

Uno a uno todos se identificaron. Las respuestas eran repetitivas. O de periodistas que viajaron a transmitir el acto del presidente Alvaro Uribe con el que buscaba simbolizar que en el país no hay zonas vedadas para el Estado o de escoltas del DAS que venían a sumarse a los anillos de seguridad para protegerlo de una acción de la guerrilla. A la salida sólo había dos vehículos de servicio público.

-¿Dónde están los taxis?

-Hombre, la gente tenía miedo porque había un rumor de que iba a pasar algo.

Por eso, en la noche previa a la llegada del Presidente, las calles estaban vacías. La luz de la luna llena delineaba las figuras de militares apostados en las esquinas. Había diseminados varios retenes con canecas amarillas colocadas en pleno asfalto. Pero no había a quién requisar. Un rumor generalizado decía que había toque de queda de 9 de la noche a 5 de la mañana.

Y es que el rumor es uno de los medios de comunicación más efectivos en este departamento de 23.812 kilómetros cuadrados. El presidente Uribe lo sabe bien y por eso durante su estadía de tres días repitió, una y otra vez, en voz tan alta como para que todos oyeran, que le dijeran a la gente que el Estado le estaba ganando al terrorismo y que la única opción para los guerrilleros era la de que renunciaran porque su derrota militar era inminente.

La guerrilla respondió durante la visita con tres actos de fuerza, uno por cada día de presencia de Uribe. El miércoles volaron dos torres de energía en Arauquita, que dejaron a oscuras a tres de los siete municipios del departamento, y el jueves con una granada en Saravena que causó la muerte a una persona y heridas a siete más. El mismo jueves, tres horas después de que el Presidente había terminado su consejo comunal, explotó un carro bomba a siete cuadras del lugar.

Por lo demás, los 1.200 miembros de las Farc y los 850 del ELN, que el Ejército estima hay en el departamento, estuvieron mimetizados en los bosques que bordean las márgenes de los ríos y caños. A sus escondites naturales, donde también habitan osos de anteojos, dantas, venados, águilas reales y tigrillos, se repliegan después de sus ataques en las vías sin pavimentar y, sobre todo, por los numerosos ríos del área, dominados por el Arauca, el Casanare y el Meta.

Un poblador de la región dice que es sencillo pasar a Venezuela a través del río Arauca. "En verano es fácil porque hay sitios donde el río baja tanto que incluso se puede pasar caminando por la arena, dice un colonizador que lleva aquí 20 años. Yo he visto pasar las filas de guerrilleros para el otro lado pero lo mejor es no decir nada. Si uno no se mete con nadie no pasa nada".

Esa sensación de miedo se extiende con mayor fuerza en las llanuras y en las zonas rurales que en los cascos urbanos. Los siete alcaldes con quienes se reunió el Presidente durante varias horas le hicieron ese diagnóstico. "En las áreas urbanas hay presencia de tropa, es una señal de fortaleza, eso me satisface; pero todavía hay mucha debilidad rural con robo de ganado, desplazamiento de campesinos y extorsión a hacendados", reconoció Uribe al anunciarles la puesta en marcha de un contingente de 500 soldados campesinos que, a caballo, perseguirán a los guerrilleros. Una decisión que para un observador extraño puede semejar a una película de vaqueros pero que aquí fue recibida con normalidad. "Ahora sí ¡vuelta de campana!, dijo un hacendado, usando una expresión que se refiere a cuando el llanero derriba al toro por la cola. Así vamos a coger a la guerrilla".

La mitad de la población vive entre las llanuras: 121.000 de las 264.000 personas que hay en el departamento habitan en regiones idénticas a las postales que del Llano conocen los colombianos. Uribe se muestra optimista por el balance de la situación aunque reconoce las dificultades: mientras en 2001 hubo 170 atentados al oleoducto, en 2002 la cifra bajó a 26 y este año sólo llega a 13. "Hace un año la OXY tenía la intención de irse del país, ahora se va a quedar porque ve que las condiciones de seguridad han cambiado", explica.

El repliegue de la guerrilla a las zonas más selváticas obedece a dos factores. El aumento de efectivos del Ejército y la aparición en el escenario de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que llegaron aquí en 2001. "La estrategia de las AUC parece responder al intento de controlar las zonas del piedemonte y llanura de Arauca con el objetivo de controlar el abastecimiento y la movilización por el departamento. La consecuencia de esta estrategia es el acorralamiento de la guerrilla en las zonas de montaña", dice un informe de la Defensoría del Pueblo.

La persecución de los guerrilleros y sus auxiliadores ha sido implacable por parte de los 950 paramilitares que hay en el departamento según el Ministerio de Defensa. En el último año sólo en Tame han sido asesinadas, una a una, 298 personas, una cifra escandalosa que ha pasado casi inadvertida. Algunos pobladores dicen que hay una estrategia concertada entre el Ejército y los paramilitares para golpear a la guerrilla. Los mandos militares responden que estas versiones son simples rumores. "El ELN tiene montada una muy buena estrategia jurídica. Cada vez que hay una detención o un allanamiento reaccionan con rapidez para levantar una queja o una infamia contra nosotros", dice en tono tranquilo el general Carlos Lemus Pedraza, comandante de la XVIII Brigada. "Mire las cifras de los golpes que les hemos dado a las AUC. Sólo en Tame en un operativo les capturamos a 45 miembros, que se los entregamos a la Fiscalía. La guerrilla es tan mala como las autodefensas".

El oficial dice que las acusaciones contra el Ejército son parte de una política de la guerrilla para desprestigiarlo que corre de boca en boca de milicianos y simpatizantes. En respuesta el Ejército montó la emisora Colombia Estéreo, que con un contenido ágil y moderno inserta cientos de mensajes en los que les pide a los guerrilleros desmovilizarse y a la población señalarlos para poder perseguirlos. Además de la música llanera pasan melodías actuales y juveniles: Maná, Los Toreros Muertos, Miguel Bosé, Shakira y Juanes, entre otros, son alternados con la voz del Presidente, que le da animo a su tropa.

En este sentido Uribe es un motivador incansable. Durante su permanencia en Arauca, a pesar de que siempre se acostó a media noche, se levantaba al día siguiente a las 4:30 de la mañana para correr 60 minutos por las instalaciones de la Brigada. En el trote saludaba y agradecía a los soldados que a esa hora iniciaban sus formaciones: "Gracias muchachos, muchas gracias por este esfuerzo que están haciendo por la patria". "Les vamos a ganar a los terroristas". "Vamos por la victoria, hay que esforzarnos para conseguirla", les decía mientras a su lado el comandante del Ejército, el general Carlos Alberto Ospina, asentía con la cabeza.

Con la excepción del consejo comunal todas las actividades del Presidente se realizaron en las instalaciones de la Brigada. Eso refleja que la visita del primer mandatario tuvo limitaciones pues líderes de la región argumentaron que hubiera sido mejor haberlo tenido gobernando en una sede civil, como la Alcaldía o la Gobernación. "Lo importante fue que el Presidente estuvo aquí y atendió a todo mundo. No hay un sector que se haya quedado por fuera de las citas", dice uno de sus asesores en comunicaciones. Aunque Uribe estuvo la mayor parte del tiempo en la sala de reuniones de la Brigada siempre tenía las antenas puestas de lo que ocurría fuera. Justo cuando estaba en la cita con el ministro de Protección Social, Diego Palacio, en la mañana del jueves, discutiendo complejas cifras sobre el régimen subsidiado de salud, se enteró del atentado a las dos torres. Se excusó, salió y le pidió a un soldado que le llamara al general Lemus, quien subió al instante las escaleras.

-Sí, Presidente.

-¿Por qué nos volaron dos torres?, ¿quiénes fueron?, ¿cómo lo hicieron?

-Ya tenemos el lugar identificado. Vamos para allá.

-Inmediatamente, ordenó Uribe. Vamos al sitio, hacemos patrullajes en los alrededores, hablamos con los campesinos de la región y de una vez les ofrecemos una recompensa de 20 millones de pesos para quien dé información. Tenemos que crear una dinámica que la gente le pierda el temor al terrorismo, que sienta que allí está el Estado, que puede confiar en él y que nunca más los vamos a dejar solos".

Luego entró al salón y siguió tomando nota del número de personas que aún no están en el Sisbén.

Al día siguiente anunció más medidas para contrarrestar el poder de la guerrilla. Pidió descongelar 60.000 millones de pesos de las regalías para la construcción de la vía Tame-Arauca, pero sorprendió al anunciar que "la vía la construirá el Batallón de Ingenieros del Ejército, pero con la subcontratación de todas las obras entre la misma gente y empresas de la región porque no vamos a permitir que un solo peso más se lo lleven los corruptos o le llegue a la guerrilla". Y es que, según los datos que maneja la Presidencia de la República, la Occidental Petroleum Company, que explota el yacimiento de Caño Limón, ha entregado 1.300 millones de dólares por regalías en los últimos 20 años, de los cuales 390 millones han ido a parar a manos de las Farc y el ELN. "Ese chorro para alimentar la guerra se les acabó", dijo uno de los hombres del Presidente. Además el primer mandatario anunció la fumigación a los cultivos de coca, que son un motor de la guerra, y advirtió que meterá a la cárcel por complicidad a los candidatos a las corporaciones públicas que se citen con los grupos armados para pedirles avales.

El Presidente sabe que Arauca es un laboratorio de su política de seguridad y por eso en los tres días que estuvo allí sólo durmió ocho horas, trotó tres y trabajó el resto. Pese a los atentados Uribe salió satisfecho del nuevo aeropuerto Santiago Pérez Quiroz en la noche del jueves. "Hay que quitarle el complejo a Colombia de que no puede ganar, dijo en tono serio. Y eso incluye a los ciclistas y a los futbolistas", agregó entre risas. El avión despegó a las 8:15 de la noche. Tres horas después la explosión de un carro bomba en el corazón de la ciudad levantaba una columna de humo. No hubo víctimas. A esa hora la gente estaba en la casa porque previamente había corrido el rumor de que algo iba a pasar.