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T E L E V I S I O N    <NOBR></NOBR>

La última jugada

Señal Colombia puede meterles un gol a los canales privados si logra transmitir el Mundial de Fútbol.

6 de mayo de 2002

La unica esperanza que les queda a millones de hinchas colombianos para ver en televisión el Mundial de Fútbol Corea-Japón es que fructifique un acuerdo entre Inravisión y el operador de televisión por satélite DirecTV, que hoy tiene los derechos. SEMANA pudo establecer que RCN Televisión y Caracol Televisión no transmitirán el evento. Las negociaciones que venían adelantando con DirecTV se rompieron definitivamente. Para Señal Colombia, el canal estatal, es un reto entrar a la cancha y jugar con su contrincante DirecTV un partido limpio que beneficie a millones de colombianos. El lobby oficial comenzó a principios de este año cuando el secretario de prensa de Palacio, Samuel Salazar, en nombre del presidente Andrés Pastrana, se reunió en Bogotá con uno de los representantes de DirecTV, que tiene su sede en Fort Lauderdale, Florida. Entonces la negociación entre los canales privados y el operador estaban en un punto muerto. Los contactos entre el gobierno y la empresa privada de televisión, siempre con el visto bueno del Presidente, siguieron y el último fue la semana pasada. DirecTV le ofreció al gobierno varios paquetes de propuestas en el eventual caso de que no se llegara a un acuerdo con RCN Televisión y Caracol Televisión. Como esto ya es un hecho le toca ahora a Inravisión presentarle una propuesta a la Comisión Nacional de Televisión (Cntv). Puede pedirle que financie la totalidad del costo de la transmisión con recursos del Fondo para el Desarrollo de la Televisión. Otra posibilidad es que Inravisión no acuda a la Cntv y financie la puesta al aire del Mundial 2002 con recursos propios. En cualquiera de los dos casos Inravisión tendría que estudiar los tres paquetes que ofrece DirecTV para la negociación. El primero consiste en comprar un mínimo de 16 partidos, que incluye el acto de inauguración, la semifinal y la final. El segundo ofrece 32 partidos, o sea la mitad del campeonato, y las finales. Y el tercer paquete trae todo el torneo. Con base en estas propuestas DirecTV había negociado con los canales privados una cifra de cuatro millones de dólares, de los cuales RCN Televisión y Caracol Televisión ya habían pisado el negocio con un millón de dólares, que ahora tratan de recuperar en un tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio. Según conoció SEMANA, para arrancar DirecTV le pidió al gobierno colombiano una cifra que oscila en alrededor de 1.200.000 dólares, según el paquete. Esto tomando en cuenta que el Estado no tiene los mismos recursos que la empresa privada para negociar la transmisión, que se haría por la televisión abierta, o sea por los canales públicos como Señal Colombia, los regionales y los canales Uno y A. Lo que se sabe hasta ahora es que hay voluntad política y dinero para llegar a un acuerdo con el operador privado. Pero dentro del gobierno tendrán que pelearse el balón por quién se lleva los méritos ante el público. El presidente Pastrana, por obvias razones, quiere ganarse el aplauso de la tribuna, mientras los miembros de la Cntv no estarían dispuestos a sentarse en la banca y quedar como suplentes, observando cómo otros les hacen los goles. Y mucho menos Inravisión. Pero el problema no está aquí sino en quién y cómo paga. Inravisión estaría dispuesto a sacar de su bolsillo la plata para negociar con DirecTV si puede comercializar la transmisión en Señal Colombia cuando lo haga en directo, y en los regionales, en el Uno y en el A cuando sean retransmitidos. Para eso el presidente de Inravisión, José Manuel Alarcón, tiene que sentarse con papel y lápiz a sumar y a restar para saber si la propuesta le representaría un buen negocio. Según Alarcón, si la Cntv no le permite comercializar la transmisión de los partidos mundialistas descartaría la idea de plano porque no tiene los recursos disponibles. De hecho, todos los eventos anteriores, como el Mundial de Patinaje de Francia, la Copa Davis, la Vuelta a España e incluso el reciente Festival Vallenato transmitidos por Señal Colombia fueron comercializados. Alarcón tiene como refuerzo en la delantera la Ley 335 de 1998, que le permite comercializar transmisiones especiales como el Mundial. Ese tema de la comercialización fue precisamente el que llevó a RCN Televisión y a Caracol Televisión a romper el negocio con DirecTV. A las exigentes condiciones de la Fifa se sumaron las del operador privado, lo que hizo difícil que las cifras cuadraran. Por citar dos ejemplos: la Fifa dispuso que durante la transmisión el partido debe ser limpio. Es decir, no se permiten recuadros ni superponer publicidad en la pantalla, modalidad en la que los colombianos son campeones. Y DirecTV no permite que se utilice la señal en programas especiales de análisis o polémicas de los partidos, a través de los cuales los canales privados están acostumbrados a hacer su propia jugada y a comercializar hasta los tiros de esquina. Por eso RCN Televisión y Caracol Televisión se quedaron fuera de lugar y ahora le toca a Señal Colombia hacer una gran atajada para demostrar que con el primer Mundial del milenio puede competir y ganarle audiencia a la televisión privada.