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La 'Vuelta a Colombia' de Santos, casi toda cuesta arriba

El ambicioso despliegue del Gobierno para comunicar sus logros no es fácil. Igual, conspiran contra el propósito los errores estratégicos, el oportunismo de los políticos locales y los desplantes de quienes sienten que no se llenan sus expectativas. Semana.com estuvo en una de las etapas.

31 de julio de 2012

Para su ‘Vuelta a Colombia’ el presidente Juan Manuel Santos se preparó como si de enfrentar el Tourmalet se tratara -la etapa reina del Tour de Francia un muro de 17 kilómetros de cuesta arriba ubicado en el corazón de los Pirineos-. 
 
El presidente ha visitado cinco departamentos y llegará a siete más, en total 12 ciudades capitales y varios municipios en un plazo de 15 días, donde se preparan reuniones con políticos locales, empresarios y distintos gremios. Santos se reforzó con pesos pesados para cada una de las etapas: ministros, congresistas, gobernadores, alcaldes, altos consejeros, periodistas de los principales medios del país, e incluso, en algunas ocasiones, miembros de su familia.
 
El despliegue para este tercer corte de cuentas de Santos no tiene nada que ver con los anteriores. El primero, cuando cumplieron cien días y el segundo para celebrar su primer año de mandato, no demandaron más de un día y ambos se hicieron desde Bogotá. Este, por el contrario, sobresale por su logística y su afán de comunicar, características más propias de un acto de campaña electoral que de un evento para rendir cuentas.
 
Según pudo conocer Semana.com, la preocupación que hay en los círculos cercanos al presidente por la "desconexión entre la gente y el mandatario", tendencia que las últimas encuestas dejan en evidencia, es muy alta. Este fue el motivo de esta estrategia que tiene doble objetivo: acercar a Santos con las regiones y que los colombianos 'de a pie' se enteren de los resultados que por ser estructurales y de largo plazo no resultan perceptibles.
 
A lo largo de los primeros siete días el presidente lo ha repetido hasta el cansancio: su nuevo mantra es comunicar, comunicar y comunicar. "Lo paradójico del Ministerio de Comunicación es que no comunica", le dijo Santos al ministro de las TIC, Diego Molano, en lo que fue un disimulado regaño, durante el evento de Cuentas Claras de esa cartera, en Bucaramanga el pasado viernes.
 
"Muchas veces no hemos transmitido lo que hemos hecho en forma eficaz. La gente a veces se sorprende. Mucha gente me llamó después del discurso que pronunciamos en el Congreso el 20 de julio a decirme: ¿Pero ustedes por qué no han contado eso que usted está enumerando como resultados?'", se pregunta el presidente antes de empezar su rendición.
 
Cuesta arriba y con las fuerzas justas
 
En Ibagué y con bombos y platillos inició la 'Vuelta a Colombia'. El evento tuvo un grandísimo despliegue en los principales medios y la expectativa por parte de la ciudadanía era alta. "Es muy importante que la gente se entere de lo que está haciendo el Gobierno, de lo que deja de hacer, porque esa es una forma de ir vigilando y controlando los avances de cualquier Gobierno. Por eso la rendición de cuentas es tan importante", expresó Santos.
 
Durante los primeros siete días de la gira, el presidente expuso, en compañía de cada uno de los ministros de la cartera correspondiente, las metas obtenidas durante sus dos años de gestión, algunos de los cuales sobrepasaban las expectativas iniciales: En educación se garantizó la educación gratuita a todos los niños y jóvenes hasta el grado 11 en instituciones oficiales; en minas y energías, el logro más significativo fue el recaudo del 2011 que fue de $20,3 billones, lo que corresponde al 13% del ingreso del Gobierno; en tecnología, lo más positivo fue que se pasó de 2,2 millones de hogares conectados a Internet con banda ancha a 5,5 millones en 2012; en Defensa se aumentaron las capturas de miembros de las FARC en un 76% y del ELN en un 49%. (Ver presentación de logros en Bucaramanga)

Estos fueron algunos de los datos que presentó el presidente durante su primera semana y que dan cuenta de un balance positivo de estos dos años de gobierno. 

Sin embargo, a medida que avanza la rendición de cuentas, comienzan a aparecer los baches en el camino. Uno es el aprovechamiento politiquero que pretenden hacer algunos mandatarios regionales gracias al 'papayazo' de tener a su lado al presidente. En Cartagena, por ejemplo, el alcalde de la ciudad, Campo Elías Terán, no desaprovechó la oportunidad para realizar un discurso populista que incluyó poner en escena a varios niños del humilde barrio Nelson Mandela, a que corearan el nombre del alcalde.
 
Lo segundo es más preocupante. En algunos casos el principal objetivo, comunicar los logros más allá del escenario político, no se ha conseguido del todo. "Los recintos resultan muy cerrados a la ciudadanía y casi siempre están ocupados por políticos de oficio, 'lagartos' y gremios; hay escasa representación ciudadana y la gente ve la faena desde la barrera cuando nadie tiene más derecho para estar en el ruedo. Y, también, hay situaciones que resultan libreteadas, algo que no creen", le dijo a Semana.com una persona que ha acompañado cada una de las salidas.
 
El pinchazo
 
Durante su reciente viaje a Santander, su cuarta parada, se creó enorme expectativa con la visita presidencial.
 
En la tarde del viernes, en Bucaramanga, Santos asistió a la finalización del X Congreso de Concejales, un importante escenario pues se trata de "los peones de la democracia", como se lo dijo el presidente de la Federación Nacional de Concejos, Álvaro Argote.
Los 3.000 concejales, que llegaron de diferentes rincones del país, escucharon el discurso de clausura por parte del mandatario, luego de escuchar las dificultades que viven los 12.243 concejales que hay en Colombia.
 
Los reclamos fueron tres: 11.185 concejales ganan menos del salario mínimo mensual; el 10% se encuentran amenazados, y las inhabilidades que contempla la ley para estos cargos les resultan excesivas.
 
En el discurso que le dirigió el presidente al auditorio, que duró cerca de 50 minutos, Santos comenzó hablando de los logros de su gobierno. Luego, se comprometió a la construcción de una casa sede de los concejales en cada departamento del país.
 
Luego, el presidente retomó el tema de los resultados de su gobierno y entonces los concejales comenzaron a abandonar el lugar, antes de que finalizara su intervención. No pocos de los que se retiraron reclamaban que el presidente no les hubiera "dedicado más tiempo a los problemas de ellos" y que tampoco ofreciera "soluciones inmediatas".
 
El presidente de Fenacol resumió así lo que pasó: "El 80% de los concejales son nuevos en sus cargos y les resulta difícil entender que nuestros problemas son complejos y no entienden que el presidente no dé soluciones inmediatas y no terminan de valorar los compromisos. Sin embargo, sí creo que el mandatario no fue generoso con su discurso porque aprovechó ese marco para hablar de los logros de su gobierno y debió dedicarles más tiempo y reflexión a las peticiones que le hicimos en nombre de los concejales que llegaron desde lugares muy remotos de Colombia", le dijo Argote a Semana.com.
 
Al día siguiente, no escampó. El sábado, el diario más representativo del departamento, Vanguardia Liberal, le dedicó un duro editorial: "Así, desde hace tiempo, el Estado le ha fallado a Santander de forma grave en vías carreteables y lamentablemente la situación no ha cambiado en la administración Santos Calderón", se lee en unos de sus párrafos.
 
La visita a Santander terminó con una parada en el municipio de Socorro, donde se tenía prevista la rendición de cuentas en el capítulo de cultura. En un evento previo, el presidente se reunió con un grupo de políticos y miembros de distintos gremios.
 
Ante unos 400 asistentes el mandatario repitió el tema de sus logros durante más de media hora; prometió invertir 25.000 millones de pesos para la elaboración de un acueducto que solucione el grave problema de agua y observó con especial sensibilidad la representación de un grupo de teatro sobre la muerte de Antonia de Santos en los años de la Colonia, una de las heroínas de la Independencia de Colombia y pariente del presidente, seis generaciones atrás.
 
Una vez finalizada la obra de teatro, el presidente lloró. Explicó con la voz entrecortada lo emotivo que le resultaba ese acto. La conmoción fue tal, que aseguró en público que le diría a la ministra de Cultura que ese grupo de muchachos llevara la obra por todo el país.
 
Las lágrimas del presidente fueron presenciadas por los Gómez, una familia que desde el balcón de su casa, ubicado frente al coliseo donde estaba Santos, siguió minuto a minuto al presidente. 
 
"Mire yo le cuento algo, el presidente Uribe vino dos veces aquí a Socorro y entró a mi casa, se tomó una limonada y me dio la mano. Él también prometió la obra del acueducto, que no se ha cumplido", comenta el mayor de los Gómez, que es interrumpido por su hijo.
 
"Las obras no se hacen porque las administraciones se roban la plata. Ahora el presidente Santos viene y es lo máximo, pero habla de sus logros y de Antonia Santos cuando aquí tenemos muchos problemas. El agua llega cada tres días,y el hospital tiene máquinas que no sirven y nos toca esperar mucho tiempo para que nos atiendan. Aquí ya no estamos en tiempos de la Colonia", remató el joven.
 
La 'Vuelta a Colombia' irá hasta el próximo 6 de agosto, pero su efecto sólo se verá en futuras mediciones de la percepción ciudadana. Se sabrá entonces si la vuelta a Colombia deja la bicicleta del presidente en condiciones de ir por el 'tour' mayor: la reelección.