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Las armas de las Farc

Según investigación del Congreso peruano, la operación internacional para armas a las Farc consistía en una abastecimiento constante para una guerra larga. Así lo revela en entrevista el parlamentario Robinson Rivadeneira.

Germán Castro Caycedo
16 de julio de 2001

Según investigación del Congreso peruano, la operación internacional para armar a las Farc, "consistía en un abastecimiento constante para una guerra larga. La cuota inicial fueron 10 mil fusiles y 150 millones de balas lanzadas sobre Barrancomina".

El parlamentario Robinson Rivadeneira, cabeza de la comisión investigadora del tema en el Congreso del Perú, revela en una entrevista el contenido de la documentación en poder de esa corporación, y a la vez permite conocer un punto de vista en torno al Plan Colombia, expresado antes por sectores influyentes en los Estados vecinos.



Transcripción de la entrevista:

"Cuando algunos países comenzamos a expresar preocupación por el Plan Colombia en 1998, en Washington optaron por una acción acelerada para justificarlo. En ese momento, en el interior del gobierno estadounidense conocían a Vladimiro Montesinos como "el Doctor Arreglatodo" porque lo habían utilizado para una serie de acciones ilegales durante muchos años: Montesinos estaba vinculado con la CIA desde hacía más de dos décadas. Entonces la CIA acordó con él, abrir una línea de abastecimientos para fortalecer la capacidad de fuego de la guerrilla colombiana.

"Montesinos le planteó el negocio a las Farc, vía narcotráfico, ofreciéndoles inicialmente armamento, municiones, misiles tierra-aire y misiles antitanque. En la comisión investigadora del Congreso peruano hemos establecido que los contactos con las Farc comenzaron en Puerto Asís; luego, narcos y guerrilleros se trasladaron hacia la frontera colombo - ecuatoriana y más tarde en Lima ultimaron el negocio".



UNA RED

"Entonces Montesinos tenía contacto con alguien en el gobierno jordano a través de Sarkis Soghanalian, un vendedor de armas anticomunista conocido en el mundo como "El mercader de la muerte", que trabaja bajo el control de la CIA. Él mismo le ha dicho a la prensa peruana que no desarrolla ninguna operación si la CIA no le ha dado el visto bueno previamente. Jordania es el mundo de Sarkis. Pero, a su vez, Jordania tiene una gran dependencia política y económica del gobierno estadounidense, y por su ubicación geográfica y su situación geopolítica está obligada a mantener el cordón umbilical que la ata a la Central de Inteligencia de Estados Unidos. Quiere decir, entre otras cosas, que ninguna operación de compraventa de armas de Jordania se hace sin la aprobación previa del gobierno estadounidense. Eso nos lo confirmó en Amman la cancillería jordana.

"La Cancillería en Amman nos confirmó que dos funcionarios de la CIA volaron a Jordania y allí dieron el visto bueno a la operación del armamento para las Farc. Nos explicaron que la CIA aprobó todas las credenciales, todos los papeles presentados supuestamente de manera oficial por el gobierno peruano. A todo le dijeron sí, a pesar de tratarse de documentos burdamente falsificados. Por ejemplo, una carta de presentación firmada por generales peruanos que nunca existieron, y detalles imperdonables como este: cuando se suscribe un documento de Estado y más aún si es compraventa de armas, resulta elemental verificar primero su veracidad, si quien firma es un ser real. En este caso los jordanos no comprobaron nada.

"El ejército jordano ni siquiera se tomó el trabajo de exigir sellos. El escudo peruano que figura en los certificados de compromiso, no es el de nuestro Estado. Los servicios de inteligencia jordanos dicen que no advirtieron ese detalle, pero es que cualquier estudiante de primaria de cualquier país puede tomar una enciclopedia y ubicar los rasgos de un escudo nacional.

"Nuestra investigación en Amman determinó que los jordanos aceptaron como válida una documentación falsa, porque tenían orden directa de la CIA de posibilitar la operación para las Farc. Así de concreto.

"Es más: cuando nosotros nos reunimos allá con representantes de la Cancillería jordana y generales voceros del ejército jordano, ellos nos dijeron simplemente: "La CIA autorizó esta operación". Y eso de que la CIA conocía este asunto y que, además lo autorizó, fue corroborado dos veces, en dos oportunidades diferentes por Sarkis Soghanalian al diario La República de Lima, en las cuales señala: "La CIA conocía esta información y la CIA aprobó la operación varios meses antes".

"El avión que trajo las armas realizó escalas repetidas en Argelia, Cabo Verde, Granada y Trinidad Tobago, y nunca encontró problemas. Hoy sabemos que esos aeropuertos fueron contactados por la CIA, única instancia con el peso político y el aparato logístico necesarios para darle protección internacional al avión pirata.

"Pero hay más: Estados Unidos tiene cuatro radares potentes en algunas de sus bases de la Amazonia colombiana y dos en el Perú. Además, todos los vuelos fueron detectados por satélites y aviones espías estadounidenses en el momento de lanzar la carga desde dos mil metros, una altura para la cual la nave no había sido autorizada. ¿No vieron ésta violación? ¿Los servicios de seguridad más poderosos del mundo no detectaron a un gigantesco e inconfundible avión ruso, cuando se descolgaba de 30 mil a 2 mil pies de altura y bombardeaba algo? En cambio, en la misma Amazonia, a la pequeña avioneta con un pastor protestante, su mujer y su hija sí la vieron, y la llenaron de balas, y mataron a algunos de ellos".



VOLUMEN

"Estamos hablando de una línea de abastecimiento por una cantidad de armamento mucho mayor que 10 mil armas. Yo verifiqué que el paquete constaba de misiles antitanque, misiles tierra aire y granadas, munición y fusiles Kaláshnikov. Eso lo constaté en el Putumayo. Por eso es que Sarkis Soghanalian habla hoy públicamente de una operación de compraventa pactada por 50 mil fusiles y exige que le paguen por esa cantidad. Pero nadie compra fusiles, solamente fusiles, porque fusil solo no sirve para nada. Los Kaláshnikov tienen un calibre diferente al que existe en Sudamérica y es necesario comprarlos con balas. El promedio fueron 1.500 cartuchos por fusil: 150 millones de balas.

"La gran operación abortó porque, según la información que manejamos, funcionarios del FBI presionaron, pues los vuelos habían sido registrados en Estados Unidos a través de radares amazónicos. Radares comprados por estos países pero los operan estadounidenses que entregan la información directamente a los Estados Unidos. Resumiendo: los cuatro lanzamientos de armas fueron detectados, el FBI presionó a la CIA y la CIA hizo abortar la operación que, repito, comprendía mucho más que 10 mil fusiles. Se trataba de un proceso de abastecimiento constante para una guerra larga.

"Ahora: cuando abortó la operación, la CIA ya había conseguido el objetivo de elevar la capacidad de fuego de las Farc y justificar el Plan Colombia. Y lo justificaron ¿Cómo? Los servicios de inteligencia de Colombia y los del Perú saben que a partir de 1999 las Farc elevaron su capacidad de fuego coincidiendo con el auge del lanzamiento del Plan Colombia. Y algo fundamental: curiosamente en ese momento los medios de prensa empezaron a darle una publicidad impresionante a las acciones militares de la guerrilla, y lograron consolidar la imagen de que Colombia está a punto de caer en manos de la guerrilla. Es decir, el gobierno y la prensa crearon la necesidad del Plan, que gracias a la publicidad se firmó sin resistencia.

"En ese momento nos mostraron, por ejemplo, la llegada de Clinton a Cartagena entre aviones y helicópteros y una masa de guardias estadounidenses, porque él estaba jugándose la vida ante una guerrilla poderosa. Pero Clinton terminó bailando cumbia en unas calles de las cuales habían escondido a los negros y a los mendigos. Traigo esto a cuento porque eso fue lo que nos dijeron la televisión y la prensa internacional.

"Aquella fue una verdadera campaña sicosocial que preparaba las condiciones de aceptación de la firma del Plan Colombia. Revise usted la cobertura periodística. Es exactamente lo que sucedió en el Perú para la preparación del golpe de Estado: toda una penetración sicosocial para crear una actitud favorable y apasionada de la población. Lógicamente, esa actitud fue agradecer que los Estados Unidos se acomodaran mucho mejor en el corazón del país con el pretexto de apoyar a su gobierno.

"Pero, ojo: el objetivo de Estados Unidos no solo era la firma del Plan Colombia; era convertir a las Farc en una organización que hace peligrar la seguridad de la región. Con ese argumento instalaron bases militares y radares que controlan por centímetros a Colombia. En el Perú son dos y en Ecuador dos, además de las que funcionan en Brasil.

"Eso forma parte de toda una concepción geopolítica del gobierno estadounidense que tiene ahora una injerencia directa, mayor que nunca en la región amazónica, donde están el agua dulce y el incalculable banco de genes para el futuro de la humanidad. Todo gracias a dos magníficas disculpas: la cocaína y la poderosa guerrilla colombiana".



FINANCIACION

"Según nuestra información, las Farc pagaron estas armas, parte con cocaína y parte con dinero. Lo último no está verificado totalmente pero hoy nos movemos sobre indicios sólidos. Uno de ellos es la visita intempestiva ---y espectacular por demás---, que hizo Montesinos en 1999, a la base militar de Guepi, antes del primer vuelo.

"Esa vez, Montesinos ingresó en medio de un impresionante operativo, supuestamente con el pretexto de verificar el desplazamiento de las tropas peruanas a la frontera con Colombia, espectáculo montado por él para presionar a las Farc a comprar el armamento. Hemos comprobado que ese día en la base de Güepi, él se reunió con civiles colombianos (hay algunas identidades).

"Por otro lado, primero a través de la embajada de Jordania en Santiago de Chile; después en la Cancillería, en Amman, y más tarde con el ejército jordano, hemos logrado establecer que esta fue una operación ilegal, de la cual tenían total conocimiento gente de la CIA, alguien en la inteligencia jordana y alguien en la alta jerarquía del ejército jordano".