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Tres mujeres, Oneida Pinto, Rosa Cotes y Milene Jaraba tienen altas posibilidades de ser gobernadoras de La Guajira, Magdalena y Sucre r | Foto: Semana

POLÍTICA

Las herederas que se quieren tomar el Caribe

Oneida Pinto, Rosa Cotes y Milene Jaraba tienen altas posibilidades de ser gobernadoras de La Guajira, Magdalena y Sucre, representando clanes políticos cuestionados.

31 de mayo de 2015

Aunque se creyera que todas las mujeres en la política son muy bienvenidas, hay tres mujeres, en tres departamentos de la costa caribe, que podrían ser la excepción. Apenas se asomaron sus intenciones de ser candidatas en las próximas elecciones, recibieron más críticas que aplausos.

Oneida Pinto, Rosa Cotes de Zúñiga y Milene Jaraba aspiran a las gobernaciones de La Guajira, Magdalena y Sucre, respectivamente. Las tres tienen cosas en común. Poseen carisma y son respetadas entre la población. Pero también cargan con el estigma de heredar maquinarias de grupos políticos muy cuestionados en la región.

Oneida se hizo célebre hace unas semanas por haber sido el motivo de la renuncia de Carlos Fernando Galán a la jefatura de Cambio Radical. La conocen como la ‘princesa negra’ de La Guajira. Descendiente wayúu, exalcaldesa del municipio de Albania y con un amplio respaldo popular.

Aunque sólo tiene una investigación preliminar, por presuntos delitos contra la administración pública, su mayor pecado es haber compartido tarima con 'Kiko' Gómez, el exgobernador que hoy está detenido por graves delitos. Como sucedió hace cuatro años, cuando Cambio Radical también avaló a 'Kiko', en La Guajira aseguran que no habrá quien le quite la gobernación a Oneida.

Cuando Galán renunció a la jefatura de Cambio Radical, al oponerse al aval a Pinto, dijo que le preocupaban los avales en otros cuatro departamentos. El primero que mencionó fue Magdalena.

Hace unos días se supo que los congresistas costeños del partido habían comprometido el aval para esa gobernación a Rosa Cotes de Zúñiga. Ella hace parte de una de las familias de mayor influencia política en el departamento, que históricamente ha sido manejado por familias que han terminado con líos judiciales.

Es esposa de José Francisco Zúñiga Riascos, exalcalde de Santa Marta (2004-2007), condenado por parapolítica y tía de Luis Miguel Cotes Habeych, el Mello Cotes, actual gobernador. Como el Mello no tiene esposa, ella fue prácticamente la primera dama de la región durante los primeros años de gobierno de su sobrino (2012-2014) bajo el rótulo de ‘gestora social’.

Desde el pasado 17 de enero se comenzó a mencionar su nombre como posible aspirante a la Gobernación en la fiesta de cumpleaños de su sobrino. Es tal el poder del clan Cotes Vives, que la media docena de candidatos que había para competirle se han ido retirando.

A seis meses de las elecciones, sólo quedan el exdiputado Jorge el 'Negro’ López y el exmagistrado del CNE José Joaquín Vives. Lo que sí les queda claro a muchos samarios es que es tarea casi imposible disputarles a las familias tradicionales la rotación en los principales cargos de elección popular.

Difícilmente alguien se atrevería a desafiar esa candidatura, además ante los costos de una campaña que podría costar cerca de 20.000 millones de pesos. De no suceder algo extraordinario, la probabilidad de que al gobernador Cotes lo suceda otra Cotes es alta.

A diferencia, en Sucre son los clanes políticos tradicionales los que están preocupados con Milene Jaraba, quien dice representar la renovación de la política del departamento. Exconcejal de Sincelejo, es la esposa del cuestionado excongresista Yahir Acuña, quizás el más obsesionado con hacerse al poder del departamento, ya sea directamente o por intermedio de su mujer.

Aunque Acuña no ha manifestado que no será candidato a la Gobernación, ya solucionó el obstáculo que tenía, conseguir un partido político. Arreglo con Opción Ciudadana para que avalara su candidatura. Pero el excongresista percibe un ambiente adverso en la justicia y teme que se produzcan decisiones en procesos que se adelantan por presuntos nexos con paramilitares.

Acuña, que en menos de una década ha conseguido acumular mucho poder y muchos votos en el departamento, no pondría en riesgo la posibilidad de llegar a la Gobernación, por eso cada vez medita la posibilidad de que sea su esposa la candidata.

Ellas son Oneida, Rosa y Milene. Tres herederas de poderosas maquinarias de la costa, tres mujeres carismáticas pero blancos de muchos cuestionamientos. A pesar de ello, si llegan a aparecer en el tarjetón, nadie se atreve a apostar a que no ganarán las elecciones.