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Las claves para entender cómo será el metro de Bogotá

Aunque persisten las críticas, el metro elevado parece no tener marcha atrás, luego de que el Concejo aprobó su financiación. Conozca, al detalle, cómo será el sistema férreo de la capital.

1 de noviembre de 2017

La plata

Este es el punto que resolvió ayer el Concejo. En septiembre, el presidente Juan Manuel Santos y sus ministros firmaron un documento Conpes con el que se aseguró el aporte de 13,8 billones de pesos, el 70% de la inversión definitiva. Así, la pelota había quedado en el Distrito. Este martes, el Concejo aprobó que se usen 6 billones de pesos de las vigencias futuras de la ciudad para financar la megaobra.

Esa plata se descontará hasta el 2041 del dinero que le entra a la ciudad por cuenta de la sobretasa a la gasolina, los aportes ordinarios del Distrio, las reservas de la ETB y la EEB y de créditos. La plata que se pone de ahí en adelante varía cada año y se mueve entre el rando de los 197.000 y los 366.000 millones de pesos. De los 13,8 billones, el 74% irá para la construcción de la primera línea del sistema férreo y el restante para la construcción de las troncales de Transmilenio con las que se conectará.

Sin embargo, aún falta un último trámite para que esos recursos queden amarrados: que la ciudad y la nación firmen un convenio de cofinanciación del metro. Pero ese es un punto que no representa mucha complejidad y lo más probable es que antes de que el 11 de noviembre entre en vigencia la ley de garantías, que no permite la firma de este tipo de contratos en la previa de las elecciones.

El tiempo

El 2018 sería el año de preparación para las obras. Mientras avanza la licitación del metro, el Distrito planea comprar los predios necesarios para abrirle espacio al trayecto y trasladar las redes de servicios públicos que se cruzan con el mismo.

El cronograma inicial mostraba que las obras arrancarían a mediados de ese año, pero los tiempos ya se corrieron. Empezarían en 2019, y los primeros pasos son fundaciones y montaje de vigas. Si esos tiempos se dan, el alcalde Enrique Peñalosa podría poner la primera piedra de la obra. La construcción de las estaciones, por ejemplo, está planeada para el 2020 y durarían 15 meses. La puesta en marcha está planeada para 2022.

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El trazado

El metro arrancará moviéndose de occidente a oriente en el portal de las Américas y tomará la avenida Villavicencio hasta la primera de Mayo. En la carrera 30 toma dirección hacia el norte de la ciudad por la calle 8 sur y la calle 1 hasta llegar a la avenida Caracas. Toma esa vía hasta la calle 72. Hasta ahí va la primera línea, que mide 25 kilómetros y tiene 15 estaciones, de las cuales 10 estarán conectadas con Transmilenio.

En adelante, las siguientes fases del metro serían la prolongación de la obra por la misma Caracas hacia el norte, que sin duda se verá afectada por las obras. El Distrito prevé la necesidad de suspender eventualmente la operación de algunas estaciones de Transmilenio de esa troncal, desviar buses y restringir la ciuculación de los automotores particulares.

El servicio

Los trenes que circularán por la primera línea del metro medirán 148 metros de longitud (con 6 vagones) en los que se transportarán 656.000 pasajeros diarios, a los que el Distrito les suma otros 334.000 que se moverán en las troncales alimentadoras del metro. Inicialmente, se dispondrá de 23 trenes que se moverán a 41 kilómetros por hora.

El urbanismo

Una de las críticas más grandes a la decisión del alcalde Enrique Peñalosa de cambiar el metro subterráneo que dejó diseñado Gustavo Petro por uno elevado, es que este último genera un mayor deterioro urbanístico. El Distrito, por su parte, ha dicho que el metro le aportará valor comercial a las zonas por donde transitará.

Para eso, las estaciones no solo serán los sitios de embarco de los pasajeros, también tendrán en su estrcutura locales comerciales y hasta otros destinados a servicios como las guarderías. Eso ha dicho el Distrito, que aspira a que con lo que se recoja de esos alquileres, se pueda financiar la operación del sistema. Sin embargo, los detalles de la apariencia que tendrá el metro solo se conocerán cuando avancen los estudios de ingeniería en detalle, que se adelantarán en 2018.

Las críticas

Además del supuesto deterioro urbano, hay otras críticas a la propuesta del metro del Distrito. Desde el comienzo de su mandato, el alcalde Peñalosa sostuvo que hacer un sistema elevado sería más barato, pero hay estudios que lo controvierten. El Espectador publicó este miércoles una comparación de distintos estudios que valoraron el proyecto y que muestran datos que se contradicen. Una de esas comparaciones muestra, por ejemplo, que cada kilómetro del metro propuesto por Peñalosa costará 524.000 millones de pesos, mientras que el de Petro valía 489.000 millones.

Otros, como el concejal independiente Juan Carlos Flórez, han señalado que el diseño actual del metro lo convierte en un "alimentador" de Transmilenio, y no en una alternativa fuerte para la movilidad. Lo cierto es que con la aprobación de las vigencias futuras por parte del Concejo, la megaobra parace estar en un punto sin retorno.