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El artículo mantiene un tono crítico con el alcalde bogotano, lo tilda de arrogante y señala que su carácter ha hecho que los ciudadanos se distancien. | Foto: The Economist.

BOGOTÁ

Las controversias de Petro llegan a 'The Economist'

La influyente revista criticó la gestión del alcalde en el tema de las basuras y su arrogancia, pero desestimó la iniciativa que busca revocarle el mandato.

10 de enero de 2013

“Su mayor error ha consistido en la recolección de basuras (...) Durante tres días las montañas de deshechos se alinearon en las calles, hasta que el clamor público obligó a Petro a invitar a las empresas privadas a renovar los contratos”, destaca la prestigiosa revista The Economist en su reciente artículo ‘A load of rubish’ (Un montón de basura).

La nota mantiene un tono crítico con el alcalde bogotano, lo tilda de “arrogante” y señala que desde cuando asumió su cargo se ha dado a conocer por “buscar peleas fácilmente” y que su carácter ha hecho que antiguos aliados de la izquierda y ciudadanos del común se distancien.

El prestigioso medio resalta que al término de su primer año de mandato sale con un deshonroso 68 por ciento de desaprobación y con una incipiente campaña para llamar a un referendo para revocar su mandato.

La revista británica también menciona la prohibición de las corridas de toros, lo que le valió el descontento de los bogotanos de la alta sociedad.

Sin embargo, no todo son críticas, y la publicación resalta que durante su mandato y gracias a un mejor desempeño de la Policía el año pasado se disminuyó la tasa de asesinatos en la ciudad en 24 por ciento, hasta el nivel de 1983. Así mismo, se resalta que Petro redujo las tarifas del agua y el precio del pasaje en el sistema de Transmilenio.

Pero Petro no es el único responsable del caos que reina en la ciudad. Para la revista británica, los problemas comenzaron en el 2007 con Samuel Moreno, quien detuvo una tradición de “alcaldes reformistas progresistas” que le dejaron a la capital una extensa red de buses de transporte público, parques y bibliotecas públicas.

Al final el artículo destaca que Petro no ha sido acusado de corrupción, como ocurrió con su antecesor, e invita a los votantes a que permitan que termine su mandato para que en el tiempo que le queda tenga la oportunidad de cambiar de rumbo.