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A la escasez de camas en el hospital Simón Bolívar, se suma la corrupción en el nombramiento de su gerente. | Foto: Juan Carlos Sierra

SALUD

Las dudas por la elección de los nuevos gerentes de los hospitales de Bogotá

A propósito del escándalo por la corrupción en los hospitales de Bogotá, SEMANA puso la lupa en la escogencia de unos cargos claves para tapar la vena rota.

14 de mayo de 2012

el alcalde Gustavo Petro lo advirtió clarito. "El primer gerente que caiga en las garras de la corrupción, se va". El anuncio lo hizo la semana pasada en el Hospital de Meissen, y días después de que se destapara el escándalo de corrupción de los hospitales de Bogotá.

El tema de los gerentes es fundamental porque de ellos depende en gran parte que se acabe el relajo con el que se venían manejando muchos de los hospitales de la capital. La semana pasada fueron nombrados 18 de 22 gerentes. Faltan aún los de Bosa, Suba y Usaquén, pero se espera que esta semana todos se posesionen. Los escogidos obtuvieron los puntajes más altos en un examen elaborado por la Universidad Javeriana. Y aunque algunos hospitales querían asignarle mayor valor a la entrevista de los candidatos con la junta directiva de cada institución que al examen, la Secretaría de Salud fue enfática en que el gerente tenía que ser el que obtuviera la mejor calificación en la prueba técnica.

Precisamente, en la anterior elección, en la administración de Samuel Moreno, se presentó un problema porque un número significativo de los elegidos no sacó los puntajes más altos. De ellos, seis interpusieron tutela, y esta ordenó nombrar a cinco de ellos como gerentes.

Pero la meritocracia no necesariamente garantiza la transparencia, y luego de conocerse los nombres de los elegidos, se prendieron algunas alarmas entre la comunidad médica de la red hospitalaria. Entre los que generan dudas está Viviana Meneses, que sacó el puntaje más alto entre todos los aspirantes y es la nueva gerente del Hospital Simón Bolívar.

A pesar de sus buenas calificaciones, médicos de este hospital dicen que ella hace parte de la misma rosca gerencial, cómplice del desfalco de los hospitales de Meissen y Simón Bolívar, porque tuvo una relación sentimental con Leiber Jovanni Becerra, uno de los hombres de confianza de Carlos Lizcano --el polémico gerente del Hospital de Meissen-- y es cercana también a Jesús Eduardo Alfonso, subgerente del Simón Bolívar y esposo de la cuestionada subgerente de Meissen, Marlén Sierra. El secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, pidió cambiar a estos funcionarios la semana pasada.

Consultada por Semana.com, Meneses aceptó que había tenido una relación sentimental con Becerra, y que en ocasiones también departió socialmente con Alfonso, porque era amigo de su ex novio, pero dijo que ya no tenía relación con ninguno de los dos. "El sector salud es pequeño y la gente rota entre los puestos, pero de ahí a tener amistad con ellos es distinto". Dijo que iba a cambiar a todo el equipo directivo y que se la iba a jugar por el hospital. "Quiero que quede claro que la transparencia será mi bandera".

También hay alarma porque cuatro de los gerentes serán reelegidos, algunos de ellos en hospitales donde se cuestiona su gestión, como el caso de Fontibón y La Victoria. En Pablo VI, el hospital modelo del Distrito, la gerente Gloria Libia Polanía habría presionado a quien sacó el primer puntaje para que se retirara del proceso y ella pudiera quedar en el primer lugar para repetir en el cargo, según denunció un médico de este hospital a SEMANA. Ella niega haber hablado con el médico y dice que además está muy afectada por la acusación.

"No pudo haber un proceso más transparente. Llevo 30 años trabajando por el hospital y no he hecho otra cosa que trabajar bien".

También es inquietante para la comunidad médica y de contratistas que Jaime Quintero Soto, que se desempeñó como subgerente de servicios de Engativá, ahora sea el nuevo gerente. Este es uno de los peores hospitales, en términos administrativos y financieros, y en donde varias personas aseguran, el senador Iván Moreno Rojas tenía incidencia sobre la gerente Diana García.

Quintero le dijo a SEMANA que no conoce a los Moreno y que ha sido un funcionario de carrera, con amplia experiencia en hospitales, y que durante su gestión los servicios mejoraron en Engativá. "A mí no me pueden enlodar, yo no he tenido cargos políticos. Que me pongan el polígrafo", dice.

Los elegidos tienen la oportunidad de demostrar que, más allá de los vínculos profesionales o de amistad que puedan tener con quienes ocuparon cargos directivos en las anteriores administraciones, y que hoy están siendo cuestionados por los órganos de control, ellos no solo son los mejores técnicamente, como lo demostraron en el examen, sino también éticamente.