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| Foto: Archivo particular

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Las evidencias en contra del segundo sospechoso de ataque en Barranquilla

Con afiche de se busca, las autoridades activaron las alertas nacionales e internacionales para encontrar a Jefferson Torres Mina. Se ofrecen 50 millones de pesos por información.

30 de enero de 2018

Poco a poco se van conociendo detalles de quiénes son los presuntos autores del atentado perpetrado y reconocido por el Frente de Guerra Urbano Nacional Camilo Torres del ELN en el que murieron 5 policías, el pasado sábado 27 de enero. 

En una rueda de prensa concedida en el comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el alcalde Alejandro Char afirmó que "los individuos que están siendo judicializados por el atentado, uno detenido y otro con orden de captura, estuvieron en el lugar de los hechos". El alcalde destacó como un logro de la policía y de la justicia que en 36 horas tengan estos resultados.

Al término de un Comité de Orden Público, Alcaldía, Policía y Fiscalía confirmaron la identidad de quien sería el segundo autor material del ataque. Se trata de Jefferson Torres Mina, de 26 años, oriundo del Cauca, que fue captado por las cámaras de seguridad al lado del detenido Cristian Camilo Bellón. 

Las autoridades tienen en su poder videos tomados en el sector del ataque (calle 39 con carrera 21), que muestran a Torres Mina, minutos antes de los hechos. Informaciones no confirmadas por la Policía, y presuntamente provenientes de los vecinos de la Estación de Policía, apuntan a que durante varios días se vio a un indigente durmiendo en una banca que está en la parte exterior del patio donde estalló el explosivo.

"Las autoridades de policía y militares, así como las autoridades civiles y de migración e Interpol, han sido notificados a nivel mundial para que lo busquen", afirmó el general, quien agregó que desde ayer se expidió una alerta migratoria. En la tarde de este martes, comenzarán a circular en Barranquilla y en el resto del país, un volante con la foto de Jefferson Torres donde se ofrecen 50 millones de recompensa a quien dé información para capturarlo.  

También está claro para las autoridades que el explosivo no fue arrojado. Alguien entró la noche anterior a la estación de policía, sembró dos artefactos explosivos y salió sin que nadie dentro de la estación se percatara del hecho.

Una de las hipótesis que ha tomado fuerza es que eso sólo pudo ocurrir con alguien que se ganó la confianza de los agentes, es decir, tuvo que haber realizado un trabajo de inteligencia. Se cree que uno de dos autores del atentado que han sido identificados, se hizo pasar por indigente para realizar esas labores de inteligencia y observación. 

La captura de Bellón

Sin más dilaciones, este martes se instaló la audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento en contra de Camilo Bellón Galindo, de 31 años, que es considerado uno de los principales sospechosos en el caso. El hombre, quien tiene como atecedentes una detención en el 2015 en el marco de los atentados en Porvenir, en Bogotá, decidió contratar un abogado particular para su defensa. 

Por esta razón, la diligencia había tenido que ser suspendida el domingo y el lunes. Este martes, se conoció que la defensa de Bellón la asumió Jeisson Manco López, un abogado que tiene su oficina en Medellín y llegó a Barranquilla para ponerse al frente del caso. Ante un juez de Barranquilla, Bellón Galindo se declaró inocente de los cargos.

Bellón Galindo será imputado por 5 homicidios agravados, 48 tentativas de homicidio, terrorismo agravado por asalto a la Fuerza Pública, porte y fabricación de explosivos de uso exclusivo de la fuerza pública, uso ilícito de equipos de comunicación y maltrato animal.

El hombre, que fue estudiante de filosofía de la Universidad Pedagógica, fue capturado segundos después del atentado gracias a un policía que lo vio correr en sentido contrario de donde había ocurrido la explosión. Llamó su atención porque el hombre volteaba hacia atrás con insistencia. Ante esa situación al agente de policía le pareció sospechoso y lo detuvo. De acuerdo con versiones no confirmadas, Bellón habría activado el explosivo a una distancia de 17 metros.

Al ser capturado, llevaba en su poder un cuaderno, donde tenía planos y dos direcciones, una de ellas donde ocurrió el atentado. También encontraron una memoria y el celular con el cual habría activado la bomba.