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| Foto: Archivo SEMANA

DECISIÓN

Las falsas facturas que Silvia Gette le quería cobrar a la Uniautónoma

El Tribunal Superior de Barranquilla negó la solicitud de la encarcelada exrectora, que buscaba que le pagaran $3.300 millones.

11 de mayo de 2015

Hace cuatro días el Ministerio de Educación sancionó a la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe, Silvia Gette, al determinar que ella abusó de su poder al sacar de manera irregular 1.000 millones de pesos del claustro sin el permiso de la Junta Directiva.

Se trata del dinero por el que ella está investigada por la Fiscalía porque se cree que la millonaria suma que fue a parar a cuentas en el exterior era para su beneficio personal y no para la universidad. La sanción que debe pagar Silvia es de 100 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Ahora ella recibe un nuevo golpe por parte de la Justicia. Esta vez el Tribunal Superior de Barranquilla le negó la posibilidad de ganar una demanda que interpuso contra la universidad que alguna vez regentó.

Esta vez Silvia pretendía que el claustro le pagara 3.300 millones de pesos de facturas supuestamente pendientes que la universidad tenía con empresas de su propiedad. Es decir, ella montaba las empresas y las ponía a contratar con el alma mater. “Un perfecto carrusel”, dicen allí.

La información fue revelada por El Heraldo. El diario barranquillero asegura que el 5 de mayo pasado el Tribunal le cerró las puertas a la exrectora en su empeño. Como se develó, la exdirectiva montó negocios asociados a Uniautónoma, como la Academia de Arte y Cultura y el Instituto de Lenguas. La facturación de estas empresas iba a parar a sus bolsillos, según una la investigación interna.

Pero las autoridades fueron más allá y descubrieron que las facturas eran falsas, puesto que “aunque poseen los sellos de recibido, que alguien les pudo estampar, no figura la firma del funcionario competente; y también porque son fotocopias simples, que las puede hacer uno en una papelería cualquiera”, reveló El Heraldo.

El Tribunal explica al respecto que “siempre que estemos frente al título valor denominado factura, el prestador del servicio (en este caso las empresas que figuran a nombre de Gette y Compañía) debe emitir un original y dos copias”, y que como la academia y el instituto son los emisores de las facturas, debían poseer la original.

Sin embargo, señala el fallo que las facturas de ambos dicen “copia” y que “por tanto, las anteriores facturas no reúnen el requisito de ser el original, tal y como lo exige el artículo 772 del Código de Comercio”.

Por otro lado, en la denuncia que interpuso el claustro por estos cobros relacionaron que las facturas mencionadas tienen su origen en un convenio interinstitucional por medio del cual el instituto brindaba clases de inglés a los estudiantes del centro educativo, así como venta de libros.

“En la denuncia se advierte que el instituto le facturó a la universidad para el primer semestre del 2013 un total 7.030 libros a 492 millones de pesos (…). Es decir, está cobrando ejecutivamente 1.230 libros de más que evidentemente no adquirió ni fueron entregados a la universidad”, relata el medio.
En el segundo semestre del 2013, advierten los abogados, la editorial Pearson le vendió 5.000 libros al instituto, pero este le habría cobrado a la universidad 6.719 libros, para un total de 470 millones de pesos: “Nuevamente no óolo le cobró a mayor precio, sino un número mayor de libros”.

Mientras Silvia Gette recibe este nuevo golpe, desde las rejas lucha también para que la cinta La rectora, donde tal parece que se cuenta su vida, no llegue a las salas de cine. La película cuenta la historia de una bailarina extranjera que llegó al país a probar suerte, se emparentó con el rector de una universidad y tiempo después termina tras las rejas.

Si bien la película no menciona a Silvia directamente, esa es su historia. Ella, como se sabe, se encuentra tras las rejas por haber intentado sobornar a un jefe paramilitar que la involucró con un homicidio. También por haber sacado de la universidad los 1.000 millones de pesos hacia el exterior.