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Matthew Levitt es actualmente el director del Programa Stein de Inteligencia y lucha contra el Terrorismo del Washington Institute. | Foto: SEMMANA.

ENTREVISTA

“Las FARC sí están haciendo negocios con Hezbollah”

Así lo confirmó Matthew Levitt, experto en el tema de lucha contra el terrorismo y exasesor del gobierno de EE. UU.

Claudia Morales, especial para Semana.com
13 de agosto de 2013

Matthew Levitt es doctor en Leyes y Diplomacia, experto en Oriente Medio y es actualmente el director del Programa Stein de Inteligencia y lucha contra el Terrorismo del Washington Institute. Ha sido asesor de los Departamentos de Estado, Tesoro y Defensa de los Estados Unidos y ha servido como testigo en las audiencias sobre esos temas en el Congreso de ese país. La semana pasada hubo una audiencia en la que Levitt habló sobre la presencia de Irán en Latinoamérica. A Semana.com le confirmó que los iraníes están en Colombia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua. También aseguró que las FARC hacen negocios con Hezbollah. El doctor Levitt también habló sobre asuntos de seguridad nacional como las interceptaciones de las comunicaciones de los ciudadanos en Estados Unidos y otros países del mundo.

Semana.com: Edward Snowden, exagente de la CIA, y el soldado Bradley Manning, protagonista de WikiLeaks, son acusados de revelar información de seguridad nacional. Eso ha creado un efecto mediático y político. Y también ha reflejado el descontento de algunas personas por la forma como Estados Unidos maneja sus asuntos de Estado  ¿Usted qué piensa?

MATTHEW LEVITT: Snowden y Manning son casos distintos y aislados. Y en realidad no me parece que ellos reflejen nada. Cuando usted trabaja para un gobierno sabe que tiene que proteger la información de seguridad nacional. Pero, claro, es perturbador porque igual se trata de personas muy jóvenes que probablemente no entendieron lo que estaban haciendo.

Semana.com: En países de Europa y Latinoamérica hubo reacciones negativas contra la evidencia presentada en algunos medios que mostraban cómo el gobierno de Estados Unidos hace trabajos de espionaje. ¿La molestia es justificada?

M.L.: Nadie debería estar sorprendido. En el mundo de hoy, con los medios masivos globalizados, las autoridades responsables siempre van a interceptar las comunicaciones para proteger a la gente. La privacidad es importante y en esa medida lo que se haga se debe hacer con las autoridades correspondientes y todo debe estar protegido por la ley. Y de otro lado la gente siempre espera sentirse protegida de cualquier tipo de violencia. Ese es el balance que hay que hacer. Cualquiera que crea que Estados Unidos es el único que intercepta comunicaciones, está equivocado.

Semana.com: Entonces, ¿cómo se establece el límite entre la seguridad nacional y la privacidad?


M.L.:
El que descubra eso se convertirá en el hombre más exitoso del mundo. Es una cuestión de criterio. Y todo debe partir de una negociación entre el Ejecutivo, la justicia y el Legislativo, y también con  la sociedad. No se trata únicamente de que las acciones estén respaldadas por la ley, sino que además el público se sienta cómodo con el tema.

Semana.com: Los ataques del 11 de septiembre del 2001 demostraron que los terroristas tienen la capacidad para poner en jaque un país. ¿Dónde cree que está la mayor vulnerabilidad hoy en día?

M.L.: No hay ningún lugar que esté ciento por ciento libre del riesgo de  ataques del terrorismo. Sin embargo, hay que decir que entonces era más fácil cruzar fronteras y mover dinero, y es más difícil que hagan lo mismo ahora. Pero mire lo que pasó hace dos semanas con las amenazas y los cierres de varias embajadas en el mundo. Con eso queda claro que un grupo pequeño de gente tiene toda la capacidad de hacer daño. El mundo sí es más seguro ahora que en septiembre de 2011, gracias a mucho trabajo y el compromiso de la gente, pero hay que seguir alerta.

Semana.com: ¿Es cierto que Al Qaeda se está fortaleciendo?

M.L.: Al Qaeda está cambiando y se está adaptando. No es lo que era en el 2001 ni lo que eran hace algunos años. No es menos o más que antes, es diferente. Al Zawairi no es tan capaz de hacer daño como Bin Laden, por lo que han fortalecido aliados regionales como Al Qaeda en la Península arábiga y otras.

Semana.com: ¿Existe evidencia de que Hezbollah y los carteles de las drogas estén intercambiando
armas y estén lavando dinero?


M.L.: Hay muchísima información en ese sentido. Sí están cooperando para mover narcóticos y lavar el dinero de ese negocio. Pero quisiera simplemente decir que los líderes de Hezbollah y los líderes de los carteles han hecho un pacto. Todo lo que pase en ese negocio es para respaldar las acciones de Hezbollah, y ese es un asunto gravísimo si se tiene en cuenta que se mueve una cantidad enorme de dinero. Y si llegan a sentir que por algún motivo el negocio y el dinero son rastreados, la consecuencia es una gran escala de violencia para proteger su ingreso ilícito. Como el dinero de Irán se vuelve cada vez más difícil de mover debido a las sanciones internacionales, Hezbollah seguirá buscando todo tipo de actividades criminales para complementar ese ingreso.

Semana.com ¿Sabe si hay contactos entre Hezbollah y las FARC?

M.L.:
Sí hay instancias de cooperación entre Hezbollah y las FARC. Y lo que también sabemos es que Hezbollah, los talibanes, Al Qaeda, las FARC, o el que sea, trabajarán siempre juntos mientras esté de acuerdo con sus intereses. Lo sabemos porque agentes en investigaciones encubiertas del FBI tuvieron contacto con gente de las FARC y vieron cómo eran contactados por personas que supuestamente pertenecían a los talibanes y Hezbollah y estaban encantados de hacer negocios juntos.

Semana.com: ¿Hay pruebas de la creciente presencia de Irán en países como Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua?

M.L.: Claro que sí. De hecho, fue el tema de una audiencia en el Congreso de Estados Unidos en la que testifiqué. El Departamento de Estado publicó hace poco su informe anual sobre terrorismo y concluyó que las actividades de Irán aumentaron en el mundo de una forma que no habíamos visto hace muchos años. Y en lo que tiene que ver con Latinoamérica, lo que tiene el Departamento de Estado es que la presencia de Irán sí ha aumentado. Como lo demuestra el informe de más de 500 páginas del fiscal argentino Alberto Nisman, Irán y Hezbollah están abriendo una significativa presencia en la región y eso es algo que debe preocuparle a todos los gobiernos, no sólo a Estados Unidos.

Semana.com: Y ¿qué es lo que quieren los iraníes, crear células terroristas, buscar financiación…?

M.L.: No es para un solo un tema. Irán usa Latinoamérica para varias cosas: evadir sanciones, como lugar para hacer negocios ya que no muchos países quieren hacer negocios con ellos, para radicalizar a los musulmanes y reclutar gente. Y claro, siempre está abierta la posibilidad de tener apoyo para sus actividades terroristas como se ha descubierto en años anteriores.

Semana.com: ¿Todo apuntaría entonces a que los iraníes también están vendiendo armas a grupos ilegales en nuestros países?


M.L.: Hay reportes, pero es difícil verificarlos. Tenemos unos casos en México donde unos individuos trataron de venderles armas a unos narcos. Pero la conclusión es que hay muchas oportunidades para ellos en la región.

Semana.com: ¿Qué otros grupos radicales están en Latinoamérica?

M.L.: Los grupos radicales, independientemente de si pertenecen al lado sunita de Al Qaeda o chiita de Hezbollah, llegarán a cualquier lugar que les permita hacer sus actividades, es decir, donde las fronteras son porosas, donde las regulaciones financieras son más flexibles, donde hay profundos niveles de corrupción y donde la ley es menos severa. Y hay lugares en Latinoamérica donde se juntan todos esos factores. Ahí está nuestra preocupación.

Semana.com: Para terminar, ¿cuáles son las formas de terrorismo del futuro?


M.L.: Hay que estar atentos a todos los tipos de terrorismo. El terrorismo no necesita ser creativo, con el hecho de ser peligroso basta. Nos preocupa internet, las bombas caseras en pequeños radioactivos, los químicos y las armas biológicas. Sin embargo, el ciberterrorismo es la preocupación mayor en relación con las nuevas tecnologías.