Home

Nación

Artículo

Cada lengua es un sello inconfundible de un pueblo. | Foto: .

DÍA DEL IDIOMA

Las palabras y sus alcances

Con motivo del día del idioma, que en algunos países es también el día del libro, el poder de las palabras y sus múltiples significados son motivo de reflexión.

Carlos Castelblanco
22 de abril de 2013

El lenguaje y las palabras, eso que nos rodea y nos acompaña todo los días de nuestras vidas: estrella, lanza, melancolía, flor, madre, mar, muerte no son elementos que broten de la naturaleza como una planta o un animal, sino que son sonidos que surgen del deseo y el afán de los hombres por darle sentido a todo lo que capturan sus sentidos, de nombrar la totalidad de su mundo.

Cada lengua es un sello inconfundible de un pueblo. Indicaba Borges que un idioma es un particular y único modo de sentir, de percibir modestamente el misterio del universo. Cada palabra acoge un mundo de significados y de sentidos que nos permite acercar, alejar, atravesar y abrazar el horizonte humano. Un instrumento vivo cuyo alcance no se ha podido determinar con exactitud.  

Con las palabras se pueden construir los ambientes en los que habitamos; como el del hidalgo empobrecido que trastornado por los libros, en una bella reflexión sobre la influencia de las letras y las palabras en la vida de las personas,  sale al mundo a buscar las aventuras fantásticas que sólo habitaban en su biblioteca.

Ese hombre, El Quijote, andando por ese camino de desvaríos, descubre la tierna amistad de un individuo sencillo llamado Sancho. Las letras, con su gran poder, dieron vida a la historia más maravillosa y conmovedora que se ha escrito en nuestro idioma.  

Aldo Pellegrini, poeta e intelectual argentino, escribió que “(…) cada hombre pone un poco de sí mismo en cada palabra que utiliza, de modo que en ellas circula la sangre de todos los hombres y en ellas queda el recuerdo del temblor de todos los labios que la pronunciaron, y la carga afectiva de miles de millones de seres que las emitieron cuando en sus cuerpos ardía el amor o el odio, el miedo, la desesperación, el coraje o la indiferencia”.

Somos seres sensibles al poder de las palabras, a las imborrables huellas que pueden trazar en nuestro espíritu, a su fuerza que sana o destruye.