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Estos son los 45 milicianos de las Farc que se desmovilizaron la semana pasada tras la captura de sus jefes en el Valle. Al parecer, fueron ellos los responsables de atentados terroristas como la quema de buses, el atentado contra estaciones de Policía y el ataque a oleoductos. Todos ganaban 600.000 pesos y por trabajos ‘extra’, entre 2 y 5 millones de pesos

Seguridad

Las pandillas de las Farc

La desmovilización de 45 milicianos y la captura de tres de sus jefes puso al descubierto cómo la guerrilla aterrorizó a Cali este año.

23 de diciembre de 2006

Las Farc están pagándoles a las pandillas para hacer sus ataques en Cali. Igual que 'Don Berna' cuando contrató bandoleros para imponer su ley en Medellín a nombre de las autodefensas antes de desmovilizarse dos años atrás, el grupo guerrillero ha optado por la misma estrategia, en vez de trabajar con sus bases como acostumbra en otras ciudades. Esta nueva condición salió a la luz tras la captura de tres jefes de las milicias en Cali en los últimos días.

Estos milicianos eran los responsables de la ofensiva terrorista que este año azotó a la capital del Valle del Cauca y que obligó hace dos meses el traslado de la cúpula de la Policía a esta ciudad.

Esta decisión, ordenada por el propio presidente de la República, Álvaro Uribe, fue una respuesta de choque para detener la mala racha de seguridad que atravesaba Cali. En febrero una carretilla bomba explotó frente a las instalaciones de la Sijín y el pasado mes de agosto, los caleños se despertaron con la explosión en la estación de Policía del Vallado que acabó con la vida de cinco agentes. Siete estallidos de artefactos de mediano poder vinieron después y cada uno de ellos cobró varios heridos.

De ahí que las Farc hayan incrementado en un 390 por ciento sus acciones frente al año pasado, pues la decisión era irse con toda para atacar a la Fuerza Pública; a la infraestructura petrolera y energética; y a los mismos ciudadanos, según los milicianos capturados.

Sólo esta semana los vallecaucanos vieron un asomo de tranquilidad, cuando el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, anunció la captura de los tres jefes y la desmovilización de 45 milicianos que trabajaban para la columna Manuel Cepeda Vargas del frente 30 de las Farc. Este es uno de los grupos subversivos que ejecutaron planes que bautizaron 'Cali a oscuras' y 'bloqueo sistemático al sur de Cali'.

La entrega de los milicianos se debió, según las autoridades, a la captura de sus jefes y la ofensiva de la Dijín, el DAS, la Fiscalía y la Policía metropolitana. Ellos les contaron a las autoridades las 'tarifas' que les pagaron por hacer terrorismo: al mes recibían 600.000 pesos. Pero también había 'bonificaciones'. Por quemar un bus les pagaban, por ejemplo, 500.000 pesos. Por volar un CAI, entre dos y cinco millones de pesos. Por asesinar un policía o un funcionario del Inpec, dos millones de pesos. Incluso por lanzar una granada recibían sumas irrisorias.

Por cuenta de estos ataques murieron 17 agentes de Policía, quemaron 18 buses, hubo una veintena de heridos y cuatro homicidios. Según la Policía, las acciones de las Farc son una respuesta a las ofensivas de las autoridades contra esta red, ya que este año se capturaron 26 milicianos, se les incautaron más de 500 millones de pesos y cayeron dos explosivistas.

Los planes? "Para diciembre se tenía planeado hostigar el Batallón Junín del Ejército y atacar alguna estación o tramo del MIO -sistema de transporte masivo que se está construyendo en Cali-. Para todo esto entrenábamos a la gente en cualquier casa de familia que nos alquilaban por 300.000 pesos el día en Cali", dice uno de los jefes milicianos capturados en Palmira.

Conseguir a quienes hacían esta tarea era relativamente fácil si se mira el perfil de cada uno de los desmovilizados que se entregaron esta semana. Son jóvenes desempleados que en su mayoría no superan los 35 años de edad. Varios son de Buenaventura y del deprimido distrito de Aguablanca. Varios ingresaron este año. No tienen ni idea del trabajo ideológico de las Farc, pero sí cómo transportar explosivos en carretillas para que la Policía no los descubra.

Según cuentan los desmovilizados, las Farc están mucho más interesadas en el negocio de la droga que en el secuestro y la extorsión, cuyos dividendos son más bajos. Cali es un centro de provisión y acopio del bloque occidental de las Farc, que mueve unos 15.000 millones de pesos al año en todo el departamento. La mitad de estos se envía al Secretariado. "Yo me encargaba del 'tumbe' de mercancía en Buenaventura y en Cali, pero después me empezaron a corretear los de la Policía y finalmente me cogieron en Palmira", dice John Angulo, conocido con el alias de 'El Chino'. Era la cabeza mayor de las milicias en Cali que, según las autoridades, tiene información valiosa sobre secuestros y homicidios hechos por las Farc ocurridos desde 1997. Muchas veces se encargó de mover a sus hombres entre Buenaventura, Cali, Tuluá y Palmira.

El ex gestor de Paz del Valle Fabio Cardozo, quien conoce de cerca los movimientos de las Farc en el departamento, asegura que "si no es como la vergonzosa desmovilización de las Farc en Tolima el pasado mes de marzo, cuando todo resultó ser un montaje, este podría el golpe del año a las Farc". Explica que esta estructura fue la encargada de realizar las operaciones de inteligencia para secuestrar a los 11 diputados del Valle en abril de 2002 y que, por tal razón, la información que manejan puede ser muy valiosa para las autoridades.

La captura y la desmovilización de estas milicias es una buena noticia para esta época. Para los caleños, ya que temían que las Farc sabotearan las fiestas decembrinas y la feria de Cali. Para la Fuerza Pública, era un éxito necesario después de varios meses.