Las piezas del caso de la muerte de Luis Andrés Colmenares

¿Cómo murió Luis Andrés Colmenares? Es la pregunta que el fiscal once de vida, Antonio González, intenta resolver desde que fue exhumado el cuerpo del joven y -según la Fiscalía- se encontraron 60 irregularidades en la necropsia que se le había hecho.
 
Para González, no fue un accidente como se creyó en un inicio, razón por la que se archivó el caso durante meses. "Las heridas y las fracturas no son compatibles con caída de altura, no era una sola fractura como lo dijo Medicina Legal. Eran ocho y no son compatibles con la tesis de que fue un accidente. Fue un homicidio", ha dicho el fiscal del caso.
 
Lo que se encontró en el nuevo análisis del cuerpo está consignado en dos informes que hoy obran como prueba científica en el expediente y en los que se concluye que Luis no murió por una caída accidental en el caño el Virrey (en donde fue encontrado). Que fue asesinado, que le molieron a golpes el rostro, que el crimen no ocurrió en el lugar donde fue encontrado y que el cadáver fue dejado allí después, son algunas de las conclusiones expuestas por el fiscal.
 
En este punto cobra importancia el relato de Yadira Piamonte, bombera oficial con siete años de experiencia. Ella cuenta que se desplazó en la máquina con cuatro compañeros y que una vez llegaron al CAI de El Virrey, se dividieron en dos grupos para buscar. Recorrieron varias veces el margen del caño abierto (desde la carrera 11 hasta la autopista).
 
"La profundidad del agua no me da más de veinte centímetros, coloco el chorro de la linterna hacia el occidente y alumbra perfectamente. A ese otro costado ya se encuentran mis compañeros y los chorros de las linternas de ellos se encuentran con el mío, verificando que no había nada en ese sitio".
 
La Fiscalía le mostró las fotos del levantamiento del cadáver y le preguntó si en ese lugar exacto habían buscado. Se trata de un cuerpo de 1,75 de estatura y un peso de 75 kilos. “Sobre ese sitio yo personalmente dirigí el chorro de luz con unas linternas de alto poder de luminosidad (…), la profundidad del agua estaba de 15 a 20 centímetros y ese cuerpo no estaba ahí; de haber estado ahí, lo hubiéramos visto”", respondió la bombera en declaración del 2 de septiembre de 2011.
 
Las preguntas aumentan. ¿En dónde murió exactamente Luis Andrés? ¿Fue llevado al caño? Laura Moreno y Yesi Quintero, amigas y compañeras de Luis en la Universidad de los Andes, fueron las últimas que lo vieron. A Laura se le acusa de coautoría impropia en homicidio agravado y falso testimonio, mientras que a Yesi, de encubrimiento y falso testimonio. Ambas, hoy en detención domiciliaria, se declararon inocentes. "No acepto los cargos. Esto es un invento", dijo Laura al juez.
 
A pocos días de la imputación a las jóvenes aparecieron dos nuevos nombres. Aidé Acevedo y María del Pilar Gómez. Abogada y madre, respectivamente, de Carlos Cárdenas, un joven compañero de universidad de Luis Andrés y novio de Laura. La captura de las mujeres tomó por sorpresa a más de uno. ¿Qué tenían qué ver con la muerte del joven estas dos señoras?
 
La respuesta la dio el fiscal once en la audiencia de imputación de cargos. Las dos mujeres -dijo González- habrían intentado desviar la investigación y sacarlo (al fiscal) del caso para lograr que el proceso fuera archivado y "proteger" así a Carlos Cárdenas, quien hasta ahora no ha sido vinculado formalmente al proceso.
 
El fiscal acusó basado en los audios de interceptaciones telefónicas hechas a conversaciones entre la abogada y la mamá de Carlos, y de este con su novia Laura (quien está detenida). Se escucha claramente cómo la abogada Aidé dice a la mamá de Carlos que ella tenía acceso al expediente y a la necropsia del Luis Andrés Colmenares. En otro audio se oye a Carlos decirle a su novia Laura que su abogada (Aidé) tiene contactos con alguien de la Fiscalía. 
 
Según el fiscal, en otros audios se escucha hablar a Carlos con su novia sobre un "superfiscal" que les ayudaria a cerrar de una buena vez el caso.
 
Acá entra otro nombre que nadie se imaginaba. El fiscal señaló que se trata del director nacional de fiscalías, Néstor Novoa. En una llamada, la señora María del Pilar le dice a su hijo que están haciendo el trámite para que cerraran el caso "porque Aidé, la abogada, habla con el jefe de los fiscales".
 
Novoa, sin embargo, en rueda de prensa negó una ayuda específica en el caso. Aunque reconoció que conocía a la abogada y que se había reunido con ella en su oficina. "Quiero aclarar que a la dirección nacional de fiscalías van muchos abogados. La abogada Aidé fue y me dijo que el fiscal que lleva el caso la había maltratado. Yo lo único que hice fue decirle cómo era el trámite", dijo.
 
Novoa agregó que aunque conocía a la abogada, de vista, no sabía su nombre. Dijo además que después de la reunión en su oficina no recordaba si habían vuelto a hablar, y recalcó: "no tengo la capacidad jurídica para hacer cambiar un fiscal, mi cargo es administrativo".
 
Al parecer su explicación no fue suficiente. El lunes la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura le abrió investigación preliminar con el ánimo de conocer su versión frente a los señalamientos del fiscal once.
 
A la relación de Novoa y la abogada Aidé, se suma un nuevo hecho. En la mañana de este martes en diálogo con Caracol Radio la abogada reconoció una cercanía especial con el director de Fiscalías, al aceptar que su esposo es su contador.
 
Finalmente, la abogada Acevedo y María del Pilar Gómez fueron dejadas el libertad. Según la juez, el fiscal incurrió en irregularidades “graves” como las interceptaciones telefónicas en las que la abogada y la mamá de Carlos Cárdenas, un compañero del joven muerto y novio de una de las procesadas por este caso, hablaban sobre el proceso. Según la juez, se violó el secreto profesional de la abogada. 
 
Sin embargo, el curso de la investigación en contra de estas dos mujeres continúa. Así como la investigación por este caso, que parece complicarse con el paso de los días.