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"Las puertas del diálogo están cerradas"

'Felipe Torres', el vocero del ELN, rompe su silencio después de salir de la cárcel.

22 de febrero de 2004

Recluido en un apartamento de Medellín, tan aislado y solitario como en la cárcel de Itagüí, Carlos Arturo Velandia espera la hora de salir rumbo a Europa, donde vivirá en los años por venir. Conocido como 'Felipe Torres', este hombre que ronda los 50 años sueña con convertirse en la pieza clave para que el ELN y el gobierno se sienten por fin a la mesa de negociación. Una posibilidad que parece cada vez más remota después del viaje del presidente Álvaro Uribe a Europa.

SEMANA: ¿En qué cambió 'Felipe Torres' durante los años que estuvo en la cárcel?

Felipe Torres: Viví una transformación muy grande en lo intelectual, lo moral y lo espiritual. Conocí otros puntos de vista, y mucha gente pudo conocer el pensamiento del ELN.

SEMANA: ¿Sale del país con el aval del Comando Central?

F.T.: Es una decisión que yo tomé y que ellos respetan.

SEMANA:¿Sigue siendo vocero del ELN?

F.T.: Soy vocero para los procesos de paz.

SEMANA: ¿Cómo interpreta que el Presidente le pida a la Unión Europea que incluya al ELN en la lista de grupos terroristas?

F.T.: Es una grave equivocación si lo que se busca es un acercamiento para el diálogo. Seguramente, el pedido del Presidente y la respuesta del gobierno alemán suscitarán un gran debate en el Parlamento de ese país, donde hace seis meses se votó favorablemente una resolución para que el Parlamento Europeo designe una comisión de acompañamiento para la paz en Colombia.

SEMANA: ¿Cree todavía que la guerrilla puede triunfar?

F.T.: La tesis de que con la lucha armada se pueda alcanzar el poder es válida en la medida en que exista un régimen autoritario, injusto, que se impone por la fuerza y no permite otras opciones.

SEMANA: O sea que cree en las armas como camino.

F.T.: El país tiene que manifestar si desea la solución política. De momento lo que veo es un país que aplaude con gran emoción las salidas de fuerza.

SEMANA: Lucho Garzón es alcalde de Bogotá ¿significa que algo está cambiando?

F.T.: Sin duda alguna. El comportamiento del establecimiento respecto a estos gobiernos es un mensaje para la insurgencia. Si los bloquean se estarían ratificando las tesis de las guerrillas.

SEMANA: Pero la izquierda también tiene que demostrar que es capaz de gobernar...

F.T.: Desde luego. Tiene que demostrarle a la derecha que puede gobernar y a la insurgencia que ese es un camino posible.

SEMANA: ¿El ELN piensa ganar la guerra secuestrando turistas?

F.T.: En la Sierra Nevada hay una crisis humanitaria. Existe un maridaje entre paramilitares, narcotraficantes y militares. El ELN realizó una acción para llamar la atención internacional.

SEMANA: ¿La liberación de los secuestrados motivó su reunión con el Presidente?

F.T.: El Presidente quería enviarle un mensaje al ELN, pero también quería tener un acto de cortesía conmigo. Yo acudí a esa cita para expresarle mi gratitud porque cuando él fue gobernador se preocupó de que mi familia, que había sido amenazada y obligada a salir al exilio, tuviera la protección adecuada. Desde luego, el presidente Uribe no es el santo de mi devoción ni de los elenos.

SEMANA: ¿El ELN sabía de esa reunión?

F.T.: No hubo una consulta previa. El Presidente se entrevistó con Carlos Arturo Velandia, no más. Desde luego, la reunión nos permitió tocar los temas del conflicto y mirar en perspectiva caminos hacia la solución, pero no hubo compromisos. Fue más bien un diálogo para poner al desnudo en qué estamos.

SEMANA: ¿Y en qué están?

F.T.: En que el ELN no ve posibilidad de conversar con este gobierno porque este no es un gobierno de paz.

SEMANA: ¿O sea que el Presidente no tiene intención de negociar con el ELN?

F.T.: Él quiere negociar, pero establece precondiciones donde no debería haberlas. Él pide un cese unilateral del fuego, que no lo habrá, y la concentración de la fuerza.

SEMANA: ¿Qué condiciones pone el ELN?

F.T.: No ponemos condiciones, pero alegamos que el gobierno cambió las reglas. Modificó la ley 718 que reconocía el estatus político para las organizaciones insurgentes y las puso en un mismo saco con los paramilitares.

SEMANA: ¿Quedaron cerradas las puertas?

F.T.: Sí. Las posiciones de gobierno e insurgencia están planteadas con claridad.

SEMANA: Los paramilitares controlan zonas en que ustedes influyeron durante años. ¿Eso no le dice algo?

F.T.: El Estado escogió ganar esos territorios por la vía del paramilitarismo y escogió el peor camino.

SEMANA: Pero Uribe ha demostrado que tiene una estrategia militar audaz.

F.T.: Este gobierno puso su acento en la actividad contrainsurgente. Cuando una de las partes escala la confrontación, la otra se ve obligada a multiplicar su esfuerzo en el mismo sentido.

SEMANA: ¿Por eso hicieron una alianza con las Farc?

F.T.: La unidad con las Farc la venimos construyendo hace años.

SEMANA: ¿Se tragarán las Farc al ELN?

F.T.: Esa es una lectura prejuiciada que no tiene nada que ver con la realidad.

SEMANA: ¿Y el tema del narcotráfico?

F.T.: El ELN mantiene un comportamiento reconocido por el gobierno norteamericano, en cabeza de la embajadora Anne Paterson, quien antes de irse dijo que no tenía conocimiento de que el ELN tuviera vínculos con el narcotráfico. Respecto a las Farc, ellos son lo suficientemente grandecitos para responder por sus actos.

SEMANA: ¿Esta unidad llevará en un futuro proceso a una mesa conjunta?

F.T.: No veo la posibilidad de procesos separados.

SEMANA: ¿Se oponen al proceso de negociación con las AUC?

F.T.: El ELN considera este proceso como un lavado de activos sociales, políticos y económicos para el paramilitarismo.

SEMANA: ¿Desconoce que las AUC controlan territorio, tienen influencia política y apoyo social?

F.T.: Eso no lo desconoce nadie. La discusión es si el gobierno reconocerá su responsabilidad política con este fenómeno, si se compromete con la verdad, la justicia y la reparación.

SEMANA: ¿Y ustedes pondrán su cuota de verdad?

F.T.: Desde luego. Porque aquí las culpables no son las guerrillas, aunque sí tienen su cuota y tendrán que responder por ella.