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Algunos de los más influyentes hombres durante la administración Uribe corren ahora el riesgo de terminar en la cárcel, entre ellos dos de sus exministros, por supuestas irregularidades legales en su reelección.

POLÍTICA

Las secuelas del articulito

Las posibles anomalías para la reelección del expresidente Uribe siguen siendo un verdadero dolor de cabeza para algunos de sus más cercanos colaboradores.

10 de marzo de 2012

Para muchos colombianos, la idea de que Álvaro Uribe podría seguir siendo el presidente de Colombia con el simple cambio de un 'articulito', es una anécdota del pasado. Sin embargo, para algunos de sus más cercanos colaboradores es un complejo problema que incluso amenaza con llevarlos a la cárcel. Dos exministros y uno de los más altos funcionarios de la Casa de Nariño preparan ahora su defensa tras la resolución de acusación proferida en su contra por la Fiscalía por hechos relacionados con esta decisión que cambió la historia política del país.

Por estos días se evalúa su responsabilidad en lo que en su momento la Corte Suprema calificó como "la compra de conciencias" y que la opinión pública identifica como la yidispolítica. Los exfuncionarios del gobierno Uribe que serán juzgados por el delito de cohecho son los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacio Betancourt y el exsecretario de la Presidencia Alberto Velásquez Echeverry. Aunque en su caso se trata de figuras de primer orden, también hay una serie de procesos judiciales abiertos contra otros funcionarios de menor rango y una veintena de congresistas. La semana pasada fueron recogidos en un informe especial del periódico El Nuevo Siglo titulado "Los tentáculos de las anomalías en la reelección". En esencia son estos.

Dos exministros

Un fiscal delegado ante la Corte Suprema profirió resolución de acusación contra los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacio como "probables coautores del delito de cohecho por dar u ofrecer". Esta decisión se tomó casi ocho años después de aquella sesión en la Cámara de Representantes, en junio de 2004, en la que a la congresista Yidis Medina, como dijo ella, le ofrecieron dos notarías en Barrancabermeja, otra en Bogotá y un cargo en el Ministerio del Interior por 'voltiar' su voto.

Complot contra Yidis

La Justicia adelanta otro proceso para identificar y sancionar a los responsables de un complot contra Yidis Medina que, como se dijo, es la principal acusadora en el proceso por la compraventa de los votos parlamentarios para el acto legislativo de reelección en 2004. Desde Estados Unidos, en donde se encuentra detenido, el narcotraficante Juan Carlos Sierra, alias el Tuso, develó un supuesto plan para desprestigiar a la congresista en el que habrían participado un hermano del expresidente Uribe y el exsenador Mario Uribe. Incluso la Comisión de Acusaciones de la Cámara tiene copia del expediente para investigar a Álvaro Uribe Vélez.

El referendo

La Fiscalía analiza las irregularidades contables y de financiación del Comité Promotor del referendo reeleccionista que recogió las firmas con las que se pretendía abrir paso a un tercer mandato de Uribe. El exministro Luis Guillermo Giraldo y Carlos Alberto Jaramillo, junto con otros integrantes del Comité, fueron imputados de incurrir, presuntamente, en los delitos de falsedad ideológica en documento público agravado por el uso y fraude procesal. El próximo 25 de marzo un juez de conocimiento proseguirá la audiencia y se sabrá el futuro del proceso.

Las notarías

Más de una veintena de exparlamentarios y actuales congresistas están en una lista que es mirada con lupa en un expediente que se conoce como la 'feria de las notarías' que, según el propio exsuperintendente de Notariado y Registro, Manuel Guillermo Cuello Baute, se produjo para aceitar la maquinaria que permitiera la reelección. Por este caso, ya fue capturado y condenado el exsenador conservador Alirio Villamizar. Puede ser que muchos colombianos hoy día le presten poca atención a lo que fue el cambio del 'articulito', lo que sí queda claro es que sus consecuencias para muchos funcionarios y políticos no fueron nada sencillas.