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La jefe de la Unidad de Lavado de Activos de La Fiscalía, Sara Magnolia Salazar, tiene que revisar con lupa el trabajo de los 35 fiscales responsables de acusar a los lavadores de dinero

Narcotráfico

‘Laundry service’

A los lavadores de dinero este año les fue mal. La Fiscalía les incautó más de 4.000 bienes y 164 personas fueron a parar a la cárcel.

16 de diciembre de 2006

¿Se imagina usted que pudiera tener 4.300 bienes entre haciendas, casas, juegos de azar, restaurantes, edificios, discotecas, gimnasios, una casa de cambios, empresas, ganado, yate y avión privado? O, ¿ qué no haría si tuviera 21 millones de dólares en efectivo.

¿O 250.000 millones de pesos representados en carros Mercedes-Benz, BMW y camionetas de lujo? Es mejor que no envidie esta fortuna porque varios de quienes la tenían este año que termina ya no pueden dormir tranquilos.

Estas cifras son el resultado de la ofensiva emprendida por los investigadores judiciales contra el lavado de activos que tienen en la mira a pujantes gimnasios y prósperos negocios de venta de vehículos que aparecieron de la noche a la mañana, o al auge inexplicable de impresionantes construcciones. O a la inusitada invasión de vehículos de lujo.

"Logramos incautar 4.300 bienes que daban toda la apariencia de ser legales, y 164 'nuevos ricos' fueron a parar a la cárcel por no poder justificar sus grandes fortunas", le dijo a SEMANA Sara Magnolia Salazar, la jefe de la Unidad de Lavado de Activos de la Fiscalía.

Por eso, los esfuerzos de la Policía judicial, de la Unidad de Análisis Financiero (Uiaf), de los 35 fiscales de lavado de activos de la Fiscalía y de la Policía extranjera se concentraron en desmantelar este tipo de negocios. Entre los casos más sonados durante 2006 está el del italiano Giorgio Sale y sus hijos, acusados de pertenecer a la mafia calabresa y quienes se escondían tras la fachada de los almacenes Made in Italy y de los restaurantes La Enoteca, cuyo socio es el paramilitar Salvatore Mancuso.

El gran conglomerado del grupo Grajales del Norte del Valle también cayó en desgracia. Seis miembros de esta familia están acusados de vender sus empresas en 16.000 millones de pesos al hoy muerto narcotraficante Iván Urdinola Grajales.

Enilce López Romero, alias 'la Gata', no ha podido justificar ante la Fiscalía parte de su fortuna. Tampoco pudo hacerlo Rafael García Torres, ex jefe de informática del DAS. Y, como si fuera poco, Luis Enrique Ramírez, alias 'Micky', fue capturado por segunda vez por las autoridades; en esta oportunidad, por enriquecimiento ilícito. Vivía como un próspero ganadero en el departamento de Meta y en el de Bolívar había construido un emporio agrícola de 14.000 hectáreas.

Otro caso es el del narcotraficante Pedro Pablo Rayo Montaño. En coordinación con las Policías de Brasil y Panamá se logró su captura y recibió un duro golpe a sus finanzas. Todo un emporio empresarial, que incluía apartamentos, fincas, casas de playa, restaurantes, automóviles, embarcaciones, tres islas, lanchas rápidas, dos helicópteros y una procesadora de pescado, le fue incautado en Panamá.

Lo mismo le pasó a Francisco Javier Zuluaga, alias 'Gordolindo', uno de los capos del narcotráfico camuflado como jefe de las Autodefensas, recluido en la cárcel de Itagüí. Las autoridades le dieron por donde más le duele a un mafioso: su fortuna. Fue una de las más grandes incautaciones en el Valle del Cauca, Antioquia y Cundinamarca, en donde le confiscaron 110 bienes.

Y después de cuatro años de investigación de la Dijín, esta semana fue desmantelado un grupo de 35 personas de Tumaco y Cali que les servían de testaferros a los paramilitares del bloque Libertadores del Sur, que delinque en Nariño. Para cerrar con broche de oro, le fueron incautadas al capo de las Farc Gener García Molina, alias 'Jhon 40', 20 propiedades en el departamento de Meta, avaluadas en 5.000 millones de pesos. "Este año se batió el récord en la incautación de bienes procedentes del narcotráfico o vinculados a otro tipo de delitos", le dijo a SEMANA el director de la Dijín, general Óscar Naranjo.

El balance de estas operaciones va de la mano de las acciones de control y fiscalización aduaneras. La Dian logró aprehender mercancías de contrabando avaluadas en más de 250.000 millones de pesos, entre las cuales se encuentran cientos de vehículos lujosos. Y retuvo la escandalosa cifra de 21 millones de dólares que intentaron introducir ilegalmente pasajeros en los aeropuertos de Bogotá, Cali y Barranquilla.

Aunque es un golpe duro para las mafias, es una historia repetitiva año tras año, en la que los lavadores se valen de mil formas para introducir su dinero ilícito en la economía legal, lo que algunos conocedores del tema califican de prueba de una economía narcotizada.