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P R O C E S O

Llamadas misteriosas

Con la decisión de la Fiscalía de llamar a declarar al ex senador Fabio Valencia Cossio se abre un nuevo capítulo en el escándalo de Dragacol.

8 de mayo de 2000

Hay gente comprometida en este Congreso y en el gobierno. Por eso el Ministro encontró un nido de corrupción”. Hace exactamente un año que el senador Javier Cáceres comenzó de esa manera el debate en el Congreso sobre el caso Dragacol. Por esos días las revelaciones sobre la manera como habían conciliado el Ministerio de Transporte y la empresa Dragacol (representada por Reginaldo Bray) tenía a más de uno con los pelos de punta. Cáceres estaba hurgando el fogón para avivar más la llama de lo que él consideraba uno de los grandes escándalos de la administración de Andrés Pastrana.

El congresista había amenazado con revelar los nombres de colegas que, según dijo, habían metido la mano en ese proceso que le costó al Estado 26.000 millones de pesos, de los cuales se alcanzaron a pagar 17.000 millones. Así comenzó a correrse el velo que ocultaba las millonarias indemnizaciones que pretendía obtener Dragacol, cifra que muy pronto llegó a los 75.000 millones de pesos de acuerdo con los documentos que se fueron revelando en el recinto del Congreso.

La única pata que le faltó al gato fue la lista con los nombres de los congresistas que había prometido revelar Cáceres. Todo parecía indicar que esa parte de la historia había quedado en la efervescencia de los debates del Congreso. Pero la semana pasada el tema volvió a los titulares. Esta vez el turno fue para el fiscal general, Alfonso Gómez Méndez, quien anunció en rueda de prensa que aún faltaban algunos asuntos por investigar en el caso Dragacol y que por tal razón era necesario ampliar la indagatoria del ex ministro de Transporte Mauricio Cárdenas, quien era el jefe de esa cartera cuando se realizaron los trámites de conciliación.

Al Fiscal le faltaba un anuncio: que el ex presidente del Senado Fabio Valencia Cossio tenía que comparecer a la Fiscalía en calidad de testigo para entregar una declaración sobre el tema de Dragacol. El avispero político, caldeado como nunca antes por el tema del referendo, se calentó mucho más con las declaraciones del Fiscal. Valencia tendrá que entregar una declaración porque los fiscales que investigan el caso quieren tener total claridad sobre este delicado asunto de las indemnizaciones.

Los investigadores de la Fiscalía realizaron un seguimiento minucioso de todas las comunicaciones que se dieron por esos días. Descubrieron que de los números celulares y de las oficinas de Juan Carlos Chaves —jefe de la oficina jurídica del Ministro de Transporte—, el representante legal de Dragacol, Reginaldo Bray; Fabio Valencia Cossio, Juan Camilo Valencia —hijo del senador y ex representante legal de la empresa Imayinis Comunicación Global—; Gilberto Gaitán —representante legal suplente de Imayinis—, y Urías Torres —el procurador que debía vigilar la conciliación— se cruzaron llamadas que según la Fiscalía revelan que hay indicios de que esas conversaciones tenían como fin que el Ministerio de Transporte terminara por concederle a la firma Dragacol una indemnización multimillonaria.

La Fiscalía investiga —además— a la sociedad Imayinis porque descubrió estrechos nexos con la compañía Dragacol. Para los fiscales es muy curioso que Bray negara cualquier relación con esta empresa de comunicaciones si encontró que el 40 por ciento de Imayinis está en sus manos, que tuvo como primera sede su apartamento— en el mismo sitio donde vive Hugo Escobar Sierra, abogado de Dragacol— que le cancela los servicios del celular y que además pagó pasajes para empleados de Dragacol y funcionarios del Ministerio.

Para los investigadores el tema principal sigue siendo el de las llamadas. El 6 de noviembre de 1998, día de la conciliación, Bray se comunicó desde su celular a las siete de la mañana con el entonces senador Valencia. Media hora después llamó al celular de la asistente del congresista, Ana Eloísa Zúñiga (en cinco oportunidades ese día pero se registraron más de 50 llamadas en un mes). Sobre las ocho de la mañana volvió a marcar el número de Valencia y dos horas después se comunicó con Juan Carlos Chaves. El rastreo indica, además, que estas personas se comunicaron con Bray desde sus teléfonos durante todo el día. Valencia Cossio le marcó cuatro veces.

Juan Carlos Chaves, delegado del Ministro en la conciliación en la Cámara de Comercio, mantuvo contacto con Juan Camilo Valencia, el procurador Torres, Fabio Valencia, Reginaldo Bray y algunos de sus socios. También se detectaron llamadas desde la presidencia del Senado a Juan Camilo Valencia y al ministro Cárdenas. De la misma manera, Cárdenas se comunicó en dos oportunidades con Valencia Cossio el 6 de noviembre, una a su celular y otra a su despacho en el Congreso.

Cárdenas reconoció en la Fiscalía que el senador Valencia le hizo una llamada el 6 de noviembre en la mañana para que recibiera en su despacho a los representantes de Dragacol pero que no le indicó un procedimiento especial en ese caso. Según el ex ministro, no le pareció extraña esa situación porque, aseguró, es usual que congresistas soliciten citas a nombre de terceros.

Por esa razón el fiscal Gómez Méndez anunció que llamará a declarar a Fabio Valencia Cossio. Los investigadores tratarán de establecer el motivo de esas llamadas y si en algo incidieron en la negociación con Dragacol. A los fiscales les llamó la atención que en los días de la negociación con esta empresa se hubiera presentado ese carrusel de llamadas. La palabra la tiene ahora Valencia Cossio, quien tendrá la posibilidad de desenredar los cables cruzados de los contactos que hubo por aquellos días.