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LLEGO EL KILOMETRO

Con bolígrafo y más nepotismo que nunca se estrena la nueva Constitución en asuntos electorales.

23 de septiembre de 1991

N0 HAN TRANSCURRIDO dos meses desde que fue expedida la nueva Constitución, cuando comienzan a verse serios indicios de que el revolcón, por lo menos en materia electoral, puede llegar a tener tanto de largo como de ancho. Concretamente, lo que más sorpresa -e incluso crítica, está causando es el regreso del bolígrafo a la política nacional.

Bolígrafo, en la tradición política colombiana, significa la elaboración de las listas por parte de los jefes, poniendo en estas a quién les venga en gana, independientemente de sus meritos o de sus votos. Históricamente, hasta el final del Frente Nacional, en Colombia el bolígrafo era la practica habitual. Los partidos eran disciplinados, los jefes naturales mandaban y los lugartenientes de la política se sometían a la autoridad jerarquica. Pero despues del Frente Nacional, la mezcla de clientelismo, circunscripción departamental y divisiones caudillistas, condujeron a que cada cacique con votos suficientes para salir elegido fuera montando su directorio particular. La circunscripción departamental, que existía tanto para Senado como para Camara, se convirtió, en la práctica, en circunscripción uninominal. Es decir que, en la mayoría de los casos, de cada lista sólo salía elegido el primer renglón.

Ahora con la circunscripción nacional para el Senado todo ha cambiado.
Se trata de recoger votos en todo el pais y no sólo en un departamento, por lo cual la base electoral ha aumentado considerablemente. Esto se ha traducido en que el prestigio personal de quien encabeza la lista puede arrastrar votos suficientes para elegir a la fila india que le sigue, aunque esta no tenga un solo voto.

La circunscripción nacional para una elección distinta de la de Presidente se vio en funcionamiento por primera vez en las elecciones para la Constituyente. Su aplicación permitió el nacimiento del fenómeno Navarro y la resurrección de Alvaro Gómez. La popularidad individual de estos dos los convirtió en las fuerzas políticas mas representativas dentro de la Asamblea, después del liberalismo. Ahora que el sistema va a aplicarse en el Senado, casi todos los partidos y movimientos resolvieron recurrir al bolígrafo. La excepción parece ser el Partido Liberal. En lo que se ha conocido como