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Lo llaman a responder y el exgobernador de Córdoba de paseo en Miami

Mientras que una audiencia de imputación de cargos pendiente en Colombia se posterga por tercera vez, Alejandro Lyons, señalado por el multimillonario saqueo de las regalías en su departamento, fue visto en un lujoso restaurante en la Florida.

12 de junio de 2017

Alejandro Lyons fue visto disfrutando en un lujoso restaurante en la Florida, mientras que una audiencia de imputación de cargos pendiente en Colombia se posterga por tercera vez. Sin embargo, la justicia se dispone a cerrarle el cerco. 

Las imágenes del exgobernador Alejandro Lyons generaron malestar en la Fiscalía. Su círculo más cercano está respondiendo ante la justicia —recientemente fue capturada la exrectora de la Universidad del Sinú Mara Graciela Bechara de Zuleta— y entre tanto, la cabeza más visible del escándalo es vista por una cámara disfrutando de un lujoso restaurante en la Florida.

Fuentes consultadas por Semana.com revelaron que la supuesta negociación que Lyons estaba adelantando con la justicia esta empantanada. Precisamente, con la expectativa de una colaboración por el escándalo del robo de regalías en Córdoba, que tiene en la cárcel a más de uno, Lyons logró mantenerse fuera del país sin levantar mayor controversia. 

La Fiscalía anunció que radicó escrito de acusación en contra del núcleo que participó en los primeros cinco convenios de regalías; fueron en total 12. Y en este entramado, como lo reveló Semana.com, el exgobernador ha sido señalado por dos testigos por hacer parte del multimillonario saqueo al departamento. 

Los testigos son Jesús Eugenio Henao Sarmiento y Maximiliano García Bazanta, quienes a cambio de un principio de oportunidad para favorecer su situación judicial, han dicho que el exgobernador sabía del desfalco que se presentó en el departamento, del cual ellos fueron “arquitectos”, y que además había un acuerdo para que el mandatario se quedara con el 30 por ciento de los multimillonarios desembolsos.

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Como se sabe, tanto la Fiscalía como la Contraloría hace meses tienen la lupa sobre Córdoba. Las investigaciones han develado que en ese departamento se implementaron mecanismos de corrupción luego replicados en otras zonas del país. El llamado cartel de la hemofilia es uno de esos métodos ingeniados para desviar hacia bolsillos particulares los recursos públicos. Consiste en introducir al régimen subsidiado de salud falsos pacientes hemofílicos, así como costosos medicamentos y tratamientos no dispensados. La Contraloría estima que unos 50.000 millones de pesos se esfumaron por medio de ese cartel, en el que están implicados falsos pacientes, médicos y funcionarios de la administración del exgobernador Lyons. La Fiscalía ya ha capturado a ocho de estas personas. El perverso mecanismo, desvelado desde 2016, se repitió en los departamentos vecinos de Córdoba y en otros alejados como Tolima.

Otra modalidad de corrupción que hizo carrera en Córdoba es la de defraudar las regalías petroleras destinadas a promover el desarrollo científico y tecnológico. Y es en ese tema donde los dos testigos protegidos están haciendo graves acusaciones contra el exgobernador. Henao y García eran contratistas de Córdoba y trabajaron de cerca con el entonces director de la Oficina de Regalías Jairo Zapa. Henao era la mano derecha de este en la formulación de los proyectos que el departamento presentaba ante la Sistema General de Regalías (SGR), concretamente al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El escándalo comienza a finales de 2013, cuando la Gobernación celebró una gran bonanza con la aprobación de cinco proyectos que significarían el traslado de más de 88.000 millones de pesos al departamento. Pero cuando los primeros desembolsos para los proyectos se empezaron a concretar, en marzo de 2014, las cosas en la Oficina de Regalías se enredaron.

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El 27 de marzo de ese año Jairo Zapa desapareció extrañamente en Montería, y su paradero fue un misterio durante cinco meses hasta que su cadáver apareció en una fosa a las afueras de una de las fincas de propiedad del padre del entonces gobernador Lyons. En desarrollo de la investigación las autoridades capturaron, entre otros, a Henao y García, quienes estuvieron con el fallecido jefe de la Oficina de Regalías el último día en que se le vio vivo. Entretanto, los investigadores detectaron una serie de irregularidades en los proyectos formulados por el departamento.

Los investigadores descubrieron que tras las empresas cooperantes con las que la Gobernación se asoció para ejecutar las iniciativas de ciencia y tecnología, estaban el propio Zapa, Henao y García. Es decir, los funcionarios encargados de formular los proyectos ante el SGR eran los mismos que luego, soterradamente, recibían los recursos. De acuerdo con la Fiscalía, los anticipos totales girados en los cinco proyectos suman 60.653 millones de pesos, además de un contrato por 5.741 millones, suscrito con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas para hacer la interventoría. Como los proyectos estaban viciados de irregularidades, las autoridades sospecharon que algo parecido debió pasar con la interventoría que debía vigilarlos.

Desde hace unas semanas tanto Henao como García vienen revelándole a la Fiscalía que Lyons, en calidad de gobernador, exigió el 30 por ciento del valor de los proyectos. Jesús Eugenio Henao ha explicado extensamente que Zapa alcanzó a hacer al menos cuatro pagos con destino al entonces gobernadorl. Según su relato, hicieron los dos primeros pagos en la propia Oficina de Regalías (en el Centro de Convenciones de Montería, fuera de la sede de la Gobernación). Allí Henao llegó con el dinero en cajas de cartón que le pasó a Zapa, quien debía entregárselas al gobernador. El testigo ha señalado quiénes estuvieron, además de García, en esos momentos y pueden corroborar su versión.

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Otros dos pagos se hicieron según Henao por medio de Sami Spath Storino, amigo personal del Lyons, quien se desempeñó como asesor jurídico de su gobernación. Cuenta el testigo que una vez Spath lo citó en una bomba de gasolina, frente al puente viejo del Sinú, y en otra ocasión frente a la sede del Bancolombia, en el barrio La Castellana de Montería. Y que cuando se encontraron debió seguirlo en su carro hasta que entraron a un parqueadero cercano. “Dentro del parqueadero me cuadré, él lo hizo al lado derecho mío, luego se bajó y sacó las cajas de dinero de la parte trasera de mi camioneta y las subió a su carro”, le aseguró Henao a la Fiscalía. Sobre los encuentros con Spath el testigo también entregó nombres de otros testigos de los movimientos, datos de los vehículos y otras pistas con las que asegura se puede constatar su versión.

Henao además sostiene que tras su captura en abril de 2014 empezó a recibir amenazas y presiones en la cárcel. Y que por ello se vio obligado a pedirles a las personas de su confianza, que figuraban como representantes legales de las empresas cooperantes con que la Gobernación trabajaba los proyectos, que se apartaran y trasladaran esos manejos a otras señaladas por el gobernador Lyons. Para respaldar esas afirmaciones el testigo entregó un amplio listado de nombres y registros mercantiles en los que se evidencia el traspaso de las empresas. Por su parte, Maximiliano García ha rendido testimonios extensos en igual sentido que su compañero de calabozo, y ha entregado decenas de e-mails que la Fiscalía está analizando. Los dos testigos están procesados tanto por el caso del desfalco como por el crimen de Jairo Zapa.

Así que si se llega a concretar el preacuerdo, la Fiscalía podría usar la información aportada por Henao y García en el proceso que un fiscal delegado ante la Corte Suprema le sigue al exgobernador, que por ahora se encuentra muy lejos disfrutando de la comida de lujosos restaurantes en la Florida.